"Tú — Divina Victoria.
Tú - hacedor de nuestra salvación.
Tú — covictoria de los fieles
y Victima Divina.
¡O Todohonorable Cruz!
¡Santifica a los que Te cantan!"
(Tropario del 4° cántico del canon).
La Cruz de Cristo, cuya solemne procesión festeja la Iglesia el 1° de agosto, es el objeto más santo para nosotros los cristianos, ya que según la enseñanza de nuestra Santa Iglesia, Cristo-Salvador al crucificarse en la cruz, cumplió con el gran Sacramento de la Redención del género humano del pecado, maldición y muerte: sobre la cruz El "clavó el manuscrito de nuestros pecados" y con Su muerte en esta, venciendo la muerte nos dio vida eterna, de la cual fuimos privados a través de la caída en pecado de nuestros ancestros Adán y Eva.
Es por eso que la cruz es llamada "protectora de todo el universo," "la belleza de la Iglesia" y otros altos nombres. Y no solo en los días de festividades definidas, sino en cada miércoles y viernes durante casi todo el año, se recuerda la traición de Judas (el miércoles) y Crucifixión del Señor (el viernes). La Iglesia en sus servicios ordenadamente glorifica a la Cruz como instrumento de nuestra salvación y arma contra el diablo.
Tres veces en el año hay una más solemne glorificación de la cruz del Señor: en la 3ra Semana de la Cuaresma, llamada "De la veneración de la Cruz;" el 1° de agosto en la festividad de "Exposición y Procesión de las Honorables Maderas de la Vivificadora Cruz del Señor" y el 4 de septiembre en el día de gran festividad de "Mundial Elevación del Honorable y Vivificadora Cruz del Señor." En estos días durante las matines se trae la Cruz del Señor desde el altar al centro del templo, se deposita sobre el "analoe" y se hacen tres genuflexiones con el cántico:
"¡Nos Inclinamos ante Tu Cruz, o Señor, y glorificamos Tu Santa Resurrección!"
La festividad del 1° de agosto se originó de la costumbre existente en Constantinopla de sacar la parte de la Vivificadora madera de la Cruz del Señor del templo de Santa Sofía y llevarla con una solemne procesión por las calles de la ciudad y plazas, para santificar a la ciudad y salvarla de enfermedades que castigaban a Constantinopla en esta parte del año. A esto se agregaba la bendición de las aguas. Los habitantes de Constantinopla creían santamente en la fuerza sanadora de la Cruz del Señor, como instrumento de nuestra salvación y la besaban con gran veneración.
Incitando a los fieles a glorificar la Cruz del Señor, la Santa Iglesia en ese día exclama con alegría en sus cánticos: "Hoy se eleva la Cruz y el mundo se libera del mal, hoy la Resurrección de Cristo se renueva y confines de la tierra se alegran…"
"Elevemos con alegría la todabendita Cruz en templos y ciudades y veneremos para recibir el perdón de nuestras deudas… Ella elevó del infierno al género humano, venció al enemigo y destruyó hasta el final el orgullo de los demonios."
"Hoy gozan los hombres con ángeles, ya que con la cruz fue destruido el reino del mal y nos reunió a todos…"
"La Cruz Divina brilla hasta los confines. Ella sacó del infierno el género humano… y salva a los que claman: pacifica al mundo e ilumina a las almas nuestras…"
"Hiciste la salvación en la tierra, o Dios; cruz y resurrección, por ellas nos salvaste; o Bondadoso y Amante de los hombres, Todopoderoso Señor, ¡gloria a Ti!"
"A la Cruz, salvación de los fieles, veneramos…"
"Apareció vencedor de pasiones y demonios, hoy el signo de la cruz…"
"Brilla radiante la honorable cruz e ilumina a los que fielmente veneran a ella hoy, santificando a nuestras almas y cuerpos."
"Vemos expuesta la cruz que otorga la vida, nos envía la iluminada aurora de gracias: acerquémonos y recibamos iluminación, gozo, salvación y perdón, dando la gloria al Señor."
"Antiguo instrumento de la vida, bendito árbol fue dado para guardar, por la desobediencia de Adán primero creado: la cruz le indicó el camino."
"…Inclinémonos ante toda santa cruz de Cristo que otorga la vida, por ella se ilumina todo el mundo"
"Qué muestre toda la tierra el gozo… hoy deifica por la todahonorable cruz…" "Arma que otorga victoria invencible, todagloriosa cruz…" "Es muerta la astuta serpiente ahora, jefe de las tinieblas, no soportando el brillo que emite la cruz que trae la vida…"
"Exclamen naciones, canten a Dios que dio la intocable afirmación a la cruz que está expuesta: todos los fieles nos alegramos ya que recibimos el bien…"
"Es muerta la muerte, es disminuida la corrupción, huyen las huestes diabólicas, al ver expuesta hoy la vencedora cruz de Cristo…"
"Cantando a Ti Dios Rey y Señor ya que nos otorgaste la cruz — pared indestructible, a ella ahora besamos con alegría salvándonos del mal."
Dice San Apóstol Pablo: "no me voy a glorificar, solo en la única cruz del Señor, sobre ella sufriendo mató a las pasiones. A ella la sostenemos, la cruz del Señor es esta madera salvadora, arma de la paz, victoria invencible."
"A la madera salvadora veneremos a la todasanta cruz… que nos vierte santidad y vida." Es particularmente importante el tropario del canon que habla de la liberación de los hombres del juramento con la fuerza de la muerte en la cruz de Cristo:
"¡O inexpresable Tu Cristo llegada e innombrables bienes! Encarnado, fuiste crucificado, recibiste la muerte y liberaste a los hombres del juramento vertiendo la incorrupción sobre la madera tribendita, gloriosa cruz para los siglos."
"Todasanta cruz Victoria Divina, del jefe de la vida, destructor del mal hoy glorifiquemos la todasanta cruz del Señor, destructora de los demonios y que expulsa a los bárbaros, protectora y hacedora vencedores a los reyes."
"Fuimos corruptibles por desobediencia, no cumplidores de mandamientos Divinos fuimos, por eso vino la muerte a los hombres. Hoy floreció la inmortalidad en la cruz de Cristo, que besamos."
"Esta madera todasanta, esperanza firme para los fieles, alegría, acusando al jefe de tinieblas: a ésta, fieles, veneremos con alegría."
"Comienzo de la bendición, afirmación de los cristianos y pared y firme intercesión y salvación del juramento apareció la madera deseada, arma invencible, ilumina y santifica nos."
Particularmente fuerte y destacado e imaginativo habla el primer versículo sobre la redención de nosotros del pecado, juramento y muerte. Este se canta cuando los fieles besan la cruz expuesta en la mitad del templo, después de triple genuflexión:
"Venid o fieles, saludemos la madera vivificadora, sobre ella Cristo Rey de la Gloria voluntariamente extendió Sus manos, nos elevó a la primera gracia que nos robó por engaño el enemigo y nos hizo expulsados de Dios. Venid o fieles, saludemos a la madera, con ella logramos romper las cabezas de enemigos invisibles.
Venid todas las naciones, honremos con cánticos la cruz del Señor: Alégrate o Cruz al caído Adán perfecta liberación, a ti todos nuestros reyes alaban"…
Y he aquí otra testificación sobre lo mismo en el tercer versículo: "Hoy el Señor de toda creación y Señor de la gloria es clavado en la cruz… Y sufre todo por mi condenado. Mi Salvador y Dios, que salva al mundo del mal por Su bondad."
Todos estos cánticos como también muchos otros en honor de la Cruz del Señor, en otros días de festividades de la Cruz del Señor, nos convencen que la redención del género humano del pecado, maldición y muerte es cumplida justamente por los sufrimientos en la cruz del Señor nuestro Jesucristo y Su muerte en la cruz por nosotros que heredamos "la maldición del Adán."
"¡Gracias Señor a Tu honorable Cruz!" nos enseña clamar por eso la Santa Iglesia.
Tú - hacedor de nuestra salvación.
Tú — covictoria de los fieles
y Victima Divina.
¡O Todohonorable Cruz!
¡Santifica a los que Te cantan!"
(Tropario del 4° cántico del canon).
La Cruz de Cristo, cuya solemne procesión festeja la Iglesia el 1° de agosto, es el objeto más santo para nosotros los cristianos, ya que según la enseñanza de nuestra Santa Iglesia, Cristo-Salvador al crucificarse en la cruz, cumplió con el gran Sacramento de la Redención del género humano del pecado, maldición y muerte: sobre la cruz El "clavó el manuscrito de nuestros pecados" y con Su muerte en esta, venciendo la muerte nos dio vida eterna, de la cual fuimos privados a través de la caída en pecado de nuestros ancestros Adán y Eva.
Es por eso que la cruz es llamada "protectora de todo el universo," "la belleza de la Iglesia" y otros altos nombres. Y no solo en los días de festividades definidas, sino en cada miércoles y viernes durante casi todo el año, se recuerda la traición de Judas (el miércoles) y Crucifixión del Señor (el viernes). La Iglesia en sus servicios ordenadamente glorifica a la Cruz como instrumento de nuestra salvación y arma contra el diablo.
Tres veces en el año hay una más solemne glorificación de la cruz del Señor: en la 3ra Semana de la Cuaresma, llamada "De la veneración de la Cruz;" el 1° de agosto en la festividad de "Exposición y Procesión de las Honorables Maderas de la Vivificadora Cruz del Señor" y el 4 de septiembre en el día de gran festividad de "Mundial Elevación del Honorable y Vivificadora Cruz del Señor." En estos días durante las matines se trae la Cruz del Señor desde el altar al centro del templo, se deposita sobre el "analoe" y se hacen tres genuflexiones con el cántico:
"¡Nos Inclinamos ante Tu Cruz, o Señor, y glorificamos Tu Santa Resurrección!"
La festividad del 1° de agosto se originó de la costumbre existente en Constantinopla de sacar la parte de la Vivificadora madera de la Cruz del Señor del templo de Santa Sofía y llevarla con una solemne procesión por las calles de la ciudad y plazas, para santificar a la ciudad y salvarla de enfermedades que castigaban a Constantinopla en esta parte del año. A esto se agregaba la bendición de las aguas. Los habitantes de Constantinopla creían santamente en la fuerza sanadora de la Cruz del Señor, como instrumento de nuestra salvación y la besaban con gran veneración.
Incitando a los fieles a glorificar la Cruz del Señor, la Santa Iglesia en ese día exclama con alegría en sus cánticos: "Hoy se eleva la Cruz y el mundo se libera del mal, hoy la Resurrección de Cristo se renueva y confines de la tierra se alegran…"
"Elevemos con alegría la todabendita Cruz en templos y ciudades y veneremos para recibir el perdón de nuestras deudas… Ella elevó del infierno al género humano, venció al enemigo y destruyó hasta el final el orgullo de los demonios."
"Hoy gozan los hombres con ángeles, ya que con la cruz fue destruido el reino del mal y nos reunió a todos…"
"La Cruz Divina brilla hasta los confines. Ella sacó del infierno el género humano… y salva a los que claman: pacifica al mundo e ilumina a las almas nuestras…"
"Hiciste la salvación en la tierra, o Dios; cruz y resurrección, por ellas nos salvaste; o Bondadoso y Amante de los hombres, Todopoderoso Señor, ¡gloria a Ti!"
"A la Cruz, salvación de los fieles, veneramos…"
"Apareció vencedor de pasiones y demonios, hoy el signo de la cruz…"
"Brilla radiante la honorable cruz e ilumina a los que fielmente veneran a ella hoy, santificando a nuestras almas y cuerpos."
"Vemos expuesta la cruz que otorga la vida, nos envía la iluminada aurora de gracias: acerquémonos y recibamos iluminación, gozo, salvación y perdón, dando la gloria al Señor."
"Antiguo instrumento de la vida, bendito árbol fue dado para guardar, por la desobediencia de Adán primero creado: la cruz le indicó el camino."
"…Inclinémonos ante toda santa cruz de Cristo que otorga la vida, por ella se ilumina todo el mundo"
"Qué muestre toda la tierra el gozo… hoy deifica por la todahonorable cruz…" "Arma que otorga victoria invencible, todagloriosa cruz…" "Es muerta la astuta serpiente ahora, jefe de las tinieblas, no soportando el brillo que emite la cruz que trae la vida…"
"Exclamen naciones, canten a Dios que dio la intocable afirmación a la cruz que está expuesta: todos los fieles nos alegramos ya que recibimos el bien…"
"Es muerta la muerte, es disminuida la corrupción, huyen las huestes diabólicas, al ver expuesta hoy la vencedora cruz de Cristo…"
"Cantando a Ti Dios Rey y Señor ya que nos otorgaste la cruz — pared indestructible, a ella ahora besamos con alegría salvándonos del mal."
Dice San Apóstol Pablo: "no me voy a glorificar, solo en la única cruz del Señor, sobre ella sufriendo mató a las pasiones. A ella la sostenemos, la cruz del Señor es esta madera salvadora, arma de la paz, victoria invencible."
"A la madera salvadora veneremos a la todasanta cruz… que nos vierte santidad y vida." Es particularmente importante el tropario del canon que habla de la liberación de los hombres del juramento con la fuerza de la muerte en la cruz de Cristo:
"¡O inexpresable Tu Cristo llegada e innombrables bienes! Encarnado, fuiste crucificado, recibiste la muerte y liberaste a los hombres del juramento vertiendo la incorrupción sobre la madera tribendita, gloriosa cruz para los siglos."
"Todasanta cruz Victoria Divina, del jefe de la vida, destructor del mal hoy glorifiquemos la todasanta cruz del Señor, destructora de los demonios y que expulsa a los bárbaros, protectora y hacedora vencedores a los reyes."
"Fuimos corruptibles por desobediencia, no cumplidores de mandamientos Divinos fuimos, por eso vino la muerte a los hombres. Hoy floreció la inmortalidad en la cruz de Cristo, que besamos."
"Esta madera todasanta, esperanza firme para los fieles, alegría, acusando al jefe de tinieblas: a ésta, fieles, veneremos con alegría."
"Comienzo de la bendición, afirmación de los cristianos y pared y firme intercesión y salvación del juramento apareció la madera deseada, arma invencible, ilumina y santifica nos."
Particularmente fuerte y destacado e imaginativo habla el primer versículo sobre la redención de nosotros del pecado, juramento y muerte. Este se canta cuando los fieles besan la cruz expuesta en la mitad del templo, después de triple genuflexión:
"Venid o fieles, saludemos la madera vivificadora, sobre ella Cristo Rey de la Gloria voluntariamente extendió Sus manos, nos elevó a la primera gracia que nos robó por engaño el enemigo y nos hizo expulsados de Dios. Venid o fieles, saludemos a la madera, con ella logramos romper las cabezas de enemigos invisibles.
Venid todas las naciones, honremos con cánticos la cruz del Señor: Alégrate o Cruz al caído Adán perfecta liberación, a ti todos nuestros reyes alaban"…
Y he aquí otra testificación sobre lo mismo en el tercer versículo: "Hoy el Señor de toda creación y Señor de la gloria es clavado en la cruz… Y sufre todo por mi condenado. Mi Salvador y Dios, que salva al mundo del mal por Su bondad."
Todos estos cánticos como también muchos otros en honor de la Cruz del Señor, en otros días de festividades de la Cruz del Señor, nos convencen que la redención del género humano del pecado, maldición y muerte es cumplida justamente por los sufrimientos en la cruz del Señor nuestro Jesucristo y Su muerte en la cruz por nosotros que heredamos "la maldición del Adán."
"¡Gracias Señor a Tu honorable Cruz!" nos enseña clamar por eso la Santa Iglesia.
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