El Señor no se muestra a un alma orgullosa. El alma orgullosa, sin importar cuántos libros lea, nunca conocerá a Dios, ya que por su orgullo no da lugar a la gracia del Espíritu Santo, mientras que Dios es conocido solo por el alma humilde.
San Siluan el Athonita
San Siluan el Athonita
Catecismo Ortodoxo
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