San Efrén nació en Siria, en Nisibis, desde muy pequeño vivió cerca del Obispo de su ciudad natal, Jacobo, bajo cuya dirección hizo sus estudios y quien lo ordeno diácono.
Siguió a su Obispo al Concilio de Nicea en 325. Visitó los Monasterios de Egipto y se encontró con San Basilio en Cesarea de Capadocia.
Bajo la dirección de un anciano, se consagró a la Oración, a la Penitencia y a la meditación de las Sagradas Escrituras, él Santo seguiría siéndolo todo el resto de su vida diácono, rechazando por humildad el ser elevado al sacerdocio y al episcopado.
Después de la toma de Nisibis por los persas, bajo el reinado del emperador Joviano, en 363, Efrén se retiró definitivamente a Edesa de Siria, donde fundó una escuela de exégesis que gracias a él llegó a tener una gran celebridad. Sus últimos diez años los pasó en una actividad intelectual intensa. Allí Murió en 373.
Tropario de San Efrén el Sirio.
Tono 8
Con los arroyos de tus lágrimas, fructificaste el árido desierto, y con los suspiros desde lo profundo, con tus esfuerzos, diste frutos cien veces más. Has devenido en astro del universo, resplandeciendo por los milagros. Oh nuestro piadoso padre Efrén, intercede, pues, ante Cristo Dios, que salve nuestras almas.
Siguió a su Obispo al Concilio de Nicea en 325. Visitó los Monasterios de Egipto y se encontró con San Basilio en Cesarea de Capadocia.
Bajo la dirección de un anciano, se consagró a la Oración, a la Penitencia y a la meditación de las Sagradas Escrituras, él Santo seguiría siéndolo todo el resto de su vida diácono, rechazando por humildad el ser elevado al sacerdocio y al episcopado.
Después de la toma de Nisibis por los persas, bajo el reinado del emperador Joviano, en 363, Efrén se retiró definitivamente a Edesa de Siria, donde fundó una escuela de exégesis que gracias a él llegó a tener una gran celebridad. Sus últimos diez años los pasó en una actividad intelectual intensa. Allí Murió en 373.
Tropario de San Efrén el Sirio.
Tono 8
Con los arroyos de tus lágrimas, fructificaste el árido desierto, y con los suspiros desde lo profundo, con tus esfuerzos, diste frutos cien veces más. Has devenido en astro del universo, resplandeciendo por los milagros. Oh nuestro piadoso padre Efrén, intercede, pues, ante Cristo Dios, que salve nuestras almas.
Catecismo Ortodoxo
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