El amor, sin duda, es superior a todo. Si tú sientes que en tí no hay amor y quieres tenerlo, haz acciones de amor, aunque al principio sean sin sentimientos de amor. Dios verá tu deseo y tus esfuerzos y pondrá amor en tu corazón. "Quien posee un corazón malicioso no debe desesperarse porque con la ayuda de Dios el hombre puede corregirlo. Sólo es necesario ocuparse con atención de sí mismo y no perder la ocasión de serle útil a los prójimos, "abrirse" frecuentemente ante el staretz y hacer caridad. Todo esto no se puede hacer enseguida pero Dios es muy paciente. Él solamente le pone fin a la vida de un hombre cuando lo ve listo para el paso a la eternidad o cuando ve que no hay ninguna esperanza para su corrección.
San Ambrosio del Optina