Thursday, September 14, 2017

La Historia de la Cruz


El Periodo Precristiano

Pablo, poniéndose de pie en medio del Areópago, dijo: "Atenienses, por todo veo que vosotros sois especialmente respetuosos de la divinidad, pues al pasar y contemplar vuestros monumentos sagrados, he encontrado también un altar en el que estaba escrito: al Dios desconocido. Pues bien, a Quien adoráis sin conocer, a El os vengo yo a anunciar" (Hechos 17, 22).

LAS INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS evidencían que el símbolo de la cruz existía en la profunda antigüedad, hace ya más de 8 mil años atrás. La cruz, en sus diversas formas, era conocida y venerada por todos los pueblos del mundo.

Los hombres primitivos veneraban la cruz como símbolo de vida desde la más remota antigüedad, y esta veneración estaba relacionada con la manera de obtener el fuego mediante la utilización de dos palitos unidos en forma de cruz.

En el antiguo Egipto se podía encontrar con frecuencia en bajorrelieves y esculturas, la así llamada cruz egipcia o "cruz ansata," es decir, la cruz de asa. Ella era símbolo del dios-sol Osiris y representaba la vida temporal y la eterna. Los egipcios conocían otra forma de cruz y la llamaban "del Nilo," ésta era símbolo de riqueza y cosecha.

En Egipto, la cruz en forma de letra T (la cruz "tau") adornaba el pecho de una enorme estatua del ídolo Serapis, erigida en la orilla del lago Meris, este ídolo personificaba la vida futura.

Los cinco planetas se representaban con símbolos de cruces. La diadema de oro de una princesa egipcia (4000 años atrás) estaba adornada con seis cruces en forma de pétalos de papiro. En un sello de piedra babilónico muy antiguo (4500 años atrás) había una cruz de este tipo. Los pueblos semíticos representaban al dios-sol Shamash como una cruz con rayos. Las pagodas gigantes hindúes, de las cuales muchas se conservaron hasta hoy día, eran construidas en forma de cruz. Para los pueblos arios desde India y Persia hasta Escandinavia la veneración del dios-sol (Apolón u Odin) estaba inseparablemente ligada con la antiquísima cruz gamma, el signo esvástico.

La cruz gamma estaba difundida en territorio ruso: en excavaciones arqueológicas se encontraron objetos con el signo esvástico, utilizados en tiempos muy antiguos, pre-cristianos. Los druidas y otros pueblos orientales conocían también la cruz de brazos desiguales y consideraban que la parte mas larga era el símbolo de la vida y los otros tres brazos representaban los tres estados del mundo espiritual: el cielo, el purgatorio y el infierno.

Cuando los primeros europeos llegaron a México, se sorprendieron al ver que "la cruz, emblema sagrado de su fe, se erigía como objeto de veneración en el templo pagano de Anahuac" (Prescott). Asimismo fueron encontradas cruces en sepulturas prehistóricas de los antiguos peruanos en América.

Así, en todos lados la cruz es símbolo, signo o jeroglífico de vida, tanto temporal como futura. Es probable que ello sea un conocimiento primitivo, ontológico; un recuerdo poco claro del regocijo del paraíso perdido hace mucho tiempo. La creación, el paraíso, la caída por el pecado se mantenían, aunque en forma desviada, en la memoria de la humanidad. He aquí como representaban el Arbol de la Sabiduría los antiguos babilonios. Rodes, quien predicó el Cristianismo en China en el siglo 17, escribe: "Observé con frecuencia que entre los ...... ....... apenas nacía un niño, los padres le hacían una cruz en la frente con carbón o tinta. Les pregunte para qué le sirve esto al niño y para qué le hacen este signo en la frente. Ellos contestaron: 'Hacemos esto para echar al diablo y obstaculizar que se apodere del niño.' 'Pero, ¿cómo puede el diablo que es un espíritu tener miedo de esto?' les pregunté. Ellos reconocieron que no sabían nada más, pero yo no demoré en abrirles el misterio y explicarles la acción de la Santa Cruz. Esto, con frecuencia, me sirvió para convertirlos al cristianismo."

La idea del Salvador era conocida por todos los hombres, independientemente de la forma encubierta en que se conservaba y se trasmitía de generación en generación.




La Pena de Muerte

Por Medio de la Crucifixión


"La maldición sea sobre todo hombre colgado de un madero" (Deut. 21:23).

LA MÁS TERRIBLE PENA de muerte entre los pueblos antiguos era la ejecución por medio de la crucifixión. De acuerdo con el testimonio de historiadores paganos, esta condena era practicada por los habitantes de Babilonia, Persia, Egipto, Cartagena. Los asirios tenían por costumbre colgar a sus prisioneros de guerra sobre estacas puntiagudas.

Los griegos adoptaron la crucifixión de estos pueblos antiguos, y de los griegos pasó a los romanos. Después de la conquista de Tiro, Alejandro de Macedonia mandó crucificar a dos mil habitantes de este país en signo de su victoria. Los romanos eran igualmente crueles con sus prisioneros. El emperador Licinio cierta vez crucificó seis mil soldados tomados en cautiverio. Las cruces estaban dispuestas a una distancia de dos metros una de otra a lo largo de la Vía Apia a Roma.

Los romanos crucificaban a sus esclavos por la menor falta. Los esclavos vivían en condiciones tan duras que no le temían a la muerte en la cruz, ellos estaban acostumbrados a una muerte tan terrible y no esperaban morir de otra manera. Horacio recuerda que un esclavo fue crucificado porque osó tomar los restos de pescado. Cierta vez, un esclavo dijo a su amo que no lo atemorice con la cruz ya que él sabía que la cruz sería su tumba, al igual que lo fue de su padre, su abuelo, su bisabuelo y su tatarabuelo.

Con el transcurso del tiempo, los amos de los esclavos, perdieron el derecho de crucificar según su criterio, y debían tener para ello una decisión del tribunal. Las ejecuciones se realizaban públicamente. Plinio dice que los esclavos eran forzados a trabajos tan pesados y abrumadores que muchos se suicidaban. Para terminar con los suicidios, el emperador mandó colgar los cuerpos de los que se quitaron la vida. Al principio, eran ejecutados por medio de la crucifixión solo los esclavos y las personas de clase baja. Los romanos libres no podían ser condenados a una muerte tan terrible, deshonrosa y degradante. Luego comenzaron a crucificar también a los ciudadanos romanos. La ley romana condenaba a la crucifixión por asesinato, deserción, insurrección, sacrilegio, etc. También ocurría que crucificaban a inocentes.

En Judea, los romanos crucificaban con frecuencia. Así, por ejemplo, luego de la muerte de Herodes el grande, Varus crucificó a dos mil criminales. En tiempos de los emperadores Claudio y Nerón, los gobernadores Cuadrato, Félix, Tiberio, Alejandro y otros crucificaban por crímenes tanto políticos como religiosos. Después de que Tito tomó Jerusalén, crucificaban a tantas personas que no alcanzaba ni la madera ni el lugar para poner las cruces.

¿Cómo fue que los hombres eligieron la cruz que veneraban y ante la cual se prosternaban, que era emblema religioso, signo de vida y salvación, símbolo de la bendición Divina, profetización de redención - cómo es que la eligieron como instrumento de un castigo tan infame y tormentoso? Por desgracia, es propio de la naturaleza humana ultrajar lo santo, desfigurar lo más hermoso y el santo sentimiento de amor transformarlo en odio. La ejecución en la cruz era la más infame exactamente porque la cruz es el objeto más hermoso.

La ejecución se realizaba de la siguiente manera: luego de la lectura de la condena de muerte, escribían en una tablita la culpa por la cual era crucificado el condenado. Esta tabla era generalmente de color rojo, cubierta de yeso y la inscripción era hecha con grandes letras negras. La tabla se llamaba 'titulus,' en griego 'titlos.'

Existían dos tipos de cruz: 'crux compacta' o cruz Tau y 'crux immissa.' Las cruces estaban hechas de madera barata y dura, generalmente de roble u olivo. La 'crux immissa' se hacía de dos tablas toscas y fuertes, unidas en forma de cruz. Las cruces eran de 7,5 hasta 9 pies de altura. Por delitos graves se crucificaba en cruces altas, por delitos menores en cruces bajas. A veces clavaba en la cruz una estaca en forma de cuerno, esto servía de asiento y era llamado 'sedile' o 'cornu,' sobre esta estaca el condenado se sentaba para que no se le desgarren los músculos de las manos en las muñecas. Con frecuencia, en lugar de un asiento, se clavaba debajo de los pies del crucificado un soporte, generalmente hecho de la misma tabla que la cruz, sobre el cual el desdichado se apoyaba. Este soporte se llamaba 'suppedaneum lignum,' en griego 'ipopodion.'

Después del juicio y la condena, comenzaba el tormento, 'flagellum.' El condenado era cruelmente apaleado, la masa generalmente lo odiaba. Le daban a llevar la cruz, o más frecuentemente el travesaño. A veces se ataba el travesaño atrás de los hombros del condenado y sobre él sujetaban los brazos del desdichado. Cuando el condenado a muerte no quería ir al lugar de la ejecución y se negaba, entonces lo obligaban y lo empujaban y, como sus brazos estaban atados, no podía defender se de los golpes. La ley romana determinaba quitar la ropa del condenado y llevarlo desnudo por las calles principales donde había mucha gente para que también sufra moralmente. A veces, luego de los azotes, lo vestían. La ley hebrea permitía llevar al condenado vestido. Había casos en que el condenado era golpeado por el camino con tanta fuerza que la ropa se le caía y llegaba al lugar de la ejecución mutilado, con las extremidades quebradas, medio muerto. A menudo moría por el camino, entonces el cuerpo era arrastrado y luego clavado a la cruz.

Generalmente, la pena de muerte era ejecutada por un verdugo, pero a veces, eran enviados soldados. Por lo general eran cuatro, y al mayor en rango, el centurion, se le encargaba el control sobre los demás. La obligación de los verdugos consistía en traer al condenado al lugar de la ejecución, crucificarlo y ver que no lo bajen con vida. En el lugar de la ejecución, los verdugos primero le quitaban la ropa al condenado, se les permitía repartirse la vestimenta del castigado. El condenado era atado a la cruz: sin desatar sus brazos, lo acercaban al poste o cruz y sujetaban una soga al travesaño que luego arrojaban sobre el poste, elevaban al desdichado hasta que no tocara la tierra con los pies. Una vez atado el sentenciado vivía mucho tiempo, si era fuerte, moría después de una semana.

Algunos eran crucificados sobre las cruces directamente. Antes de la crucifixión, desataban el travesaño y colocaban al desdichado sobre la cruz y lo clavaban. Luego, elevaban la cruz junto con el crucifica do y la hincaban en la tierra. Sobre la cabeza del sentenciado clavaban una tablita en la que estaba escrita su culpa. Los condenados que eran clavados morían mas rápido que los que eran atados. Así, por ejemplo, en el año 1247 fue crucificado en Damasco un esclavo que vivió tres días. Durante la crucifixión, se clavaban los clavos más arriba de la palma, ya que las palmas tienen ligamentos débiles y no podían sostener el peso del cuerpo de un crucificado. Hubo casos en que la carne de los brazos se desgarraba y se desprendía de los clavos, el atormentado caía al suelo. Era aun peor si tenía clavados los pies (no siempre se clavaban a la cruz) ya que al caer, se le quebraban. Pero si esto ocurría era clavado nuevamente. Esto era tan atroz que ni aun los verdugos aguantaban semejante crueldad. Para que el crucificado no se caiga se clavaba el soporte - 'ipopodion.'

Ver al crucificado era terrible: su rostro desfigurado expresaba sufrimiento. El, ora emitía gritos salvajes, ora rezaba. La víctima se desangraba. La sangre no llegaba al cerebro, inundaba los pulmones, el corazón se detenía. El agonizante se ahogaba. Así vivía un día, dos, a veces hasta tres.

Estaba prohibido enterrar el cuerpo de los que habían muerto en la cruz. El cuerpo quedaba colgando durante mucho tiempo para burla y deshonra. Los animales salvajes y los perros saltaban y lo desgarraban, las aves de rapiña lo picoteaban de arriba. El resto se pudría y caí a al suelo. Luego colgaban los huesos pelados. Los cuerpos de los muertos en la cruz se dejaban para atemorizar a la gente. Los judíos no enterraban los cuerpos de los crucificados para no ultrajar la tierra. Cicerón dijo que no hay palabras para describir la crucifixión.


La Veneración De La Cruz

De Los Primeros Cristianos



"Nosotros predicamos a un Cristo crucificado... fuerza de Dios y sabiduría de Dios" (1 Cor. 1: 23-24)

LA CRUZ DE CRISTO se convirtió en el símbolo fundamental del cristianismo inmediatamente después de la Ascensión del Señor. El apóstol Pedro predicaba al Cristo crucificado ya el día de Pentecostés, diciendo: "¡Israelitas! A Jesús Nazareno...vosotros lo tomasteis y lo matasteis clavándole en la cruz por mano de los impíos; pero Dios Lo resucitó" (Hch. 2:22-24). El apóstol Pablo escribe: "Pues l a predicación de la cruz es una necedad para los que se pierden; mas para los que se salvan es fuerza de Dios" (1 Cor. 1:18), y también: "En cuanto a mí, Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por la cual el mundo es para mí un crucificado y yo u n crucificado para el mundo" (Gal. 6:14).

Al ascender a la Cruz, el Señor bendijo a Sus discípulos para predicar y para los sufrimientos: "Si el mundo os aborrece, sabed que a Mí me ha odiado antes que a vosotros... Si me conocieron a Mí, los conocerán también a vosotros" (Jn. 15:18-20). Desde el día del descenso del Espíritu Santo hasta Constantino el Grande, se sucedieron 300 años de crueles persecuciones al cristianismo. Los primeros cristianos no podían representar abiertamente la cruz, por ello aparecieron representaciones encubiertas, símbolos de la fe cristiana: el cordero, el pastor, la paloma, el pez, el ancla. Los dibujos simbólicos, con frecuencia se hacían sobre las lápidas en las catacumbas y los sepulcros de los primeros cristianos (ver "Las Catacumbas de Roma," "Vida Ortodoxa" N-ro. 10, 1993).

Pero el principal símbolo del cristianismo lo configuraron las primeras letras del nombre de Cristo (en griego): "X" - primera letra de la palabra Cristo, ella al mismo tiempo representaba la cruz, y, la "I" - primera letra de la palabra Jesús. Unidas, estas letras- símbolos, conformaban un monograma. Luego, la "I" se cambió por una "P" que, en unión con la "X," representaba las tres primeras letras del nombre del Señor: Jesús Cristo y el símbolo de la cruz.

No se sabe desde qué tiempos se comienza a usar este monograma. Se puede suponer que este símbolo existía en tiempos apostólicos . En el Apocalipsis de San Juan el Teólogo se dice: "Y vi otro ángel que subía del nacimiento del sol, y tenía el sello del Dios vivo" (Ap. 7:2). Se habla del monograma con más claridad aun en las palabras: ..".y le daré una piedra blanca, y en la piedra un nombre nuevo escrito que no conoce nadie, sino aquel que lo recibe" (Ap. 2:17).

Cuando este monograma tenía la barra transversal, señalaba n o solo la cruz, sino también la crucifixión. En los monumentos cristianos antiguos, se encuentran monogramas con las letras alfa y omega (primera y última letra del alfabeto griego). Comparemos con el texto de la Revelación del evangelista Juan: "Yo soy el alfa y el omega, el principio y el fin, el primero y el último." El monograma con una rama de palma, símbolo de victoria, indicaba la victoria de Cristo. Estos monograma s se representaban en los sepulcros de los mártires, ya que los que sufrieron por Cristo, vencieron a la muerte. Los monogramas que tenían estrellas hablaban del Salvador, Quien "tenía en su diestra siete estrellas" (Ap. 1:16).

Los monogramas con triángulos explicaban el misterio del Dios trihipostático. El monograma constituía una enseñanza encubierta y abreviada de la esencia de la fe cristiana; el mismo hablaba del nombre de Cristo que "es sobre todo nombre, ante el nombre de Jesús se dobló toda rodilla de los que están en los cielos, en la tierra y en los infiernos" (Fil. 2:9-10); hablaba también de Su cruz y Su crucifixión; de las tres hipóstasis de la Divinidad. Gracias al monograma la doctrina cristiana se preservó durante los tiempos de persecución.

Los humildes y mansos soldados de Cristo, los mártires cristianos, con su amor, paciencia y sufrimientos vencieron el mundo pagano; terminaron con las crueldades de la esclavitud; destruyeron los ídolos y prepararon al mundo para recibir a Cristo. Antes de la batalla decisiva contra Masquentio, San Constantino, emperador de Bizancio (312-337), tuvo una visión de la cruz, o mejor dicho, del monograma "PX," con la barra transversal, y debajo de ella la siguiente inscripción: "Con ella vencerás." San Constantino mandó adornar con ese signo la parte superior de los estandartes de sus regimientos (labarum) y así venció al enemigo. De este modo comenzó un nuevo mundo, el mundo cristiano.

Desde fines del siglo 6 el monograma cede su lugar a la cruz. En el siglo 5to. las cruces, como escribe San Juan Crisóstomo, estaban difundidas por doquier: en las casas, en las plazas, en el desierto, en los caminos, en las montañas, en los barcos y las islas, en las habitaciones, sobre la vajilla. Constantino el Grande puso una cruz de oro puro sobre el sepulcro del apóstol Pedro en Roma. En aquella época trataban de tener cruces en todos lados: sobre el pecho, en las casas, sobre las tumbas de los seres queridos.

La forma inicial de la cruz y la más difundida era la cruz equilátera, de ella provienen muchas variedades de cruces. El beato Agustín y San Irineo suponen que Cristo fue crucificado sobre una cruz romana o latina (crux imissa). La cruz egipcia o de San Antonio es la llamada crux comissa, según la Tradición San Antonio Magno tenía una cruz así; la cruz de San Andrés es la llamada crux decussata sobre la cual fue crucificado San Andrés, según la Tradición. Además de la cruz ortodoxa rusa, se conoce también, por ejemplo, la cruz Jordana de la pequeña Rusia (es la que representaban en las puertas de las casas en la pequeña Rusia, Ucrania, cuando recorrían con el agua del 'Jordán').

La Cruz de Cristo


"Venid, fieles, prosternémonos ante el madero vivificante, sobre el cual Cristo, Rey de Gloria voluntariamente extendió sus brazos, nos elevó al estado de gracia original, que nos fu e anteriormente quitado mediante dulzuras por el enemigo y fuimos hechados por Dios... regocíjate, Cruz, redención completa de Adán caí do..." (estrofa a la Cruz).

UN SÓLO MANDAMIENTO les dio Dios a los hombres en el paraíso : no comer los frutos del árbol del conocimiento del bien y del mal. Pero Adán y Eva se tentaron y cayeron en el pecado y con ello perdieron e l estado de gracia eterna del paraíso. "Por medio de un sólo hombre - el primer Adán - entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron en Adán" (Rom. 5:12). Para hacer volver a las personas al estado de gracia original, había que redimir el pecado, hacer una ofrenda de reconciliación. Esto lo hizo el mismo Dios "porque tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo Unigénito para que todo el que crea en El no perezca sino que tenga vida eterna" (Juan 3:16).

Vendido por su discípulo malo por el precio de un esclavo fugitivo, Cristo, Rey de Gloria, soportó todo el ritual completo de la deshonrosa y terrible muerte en la cruz. He aquí se entrega a Pilato para ser azotado. "Los soldados tejieron una corona de espinas y la colocaron sobre su cabeza, lo vistieron de púrpura y decían: '¡Regocíjate, Rey de los judíos!' Y lo golpeaban en las mejillas." La corona que colocaron sobre la cabeza de Cristo en el pretorio de Pilato, estaba hecha como lo suponen, de manojos unidos de varas de una planta con espinas que crece en el sur llamado sisira ('zizyphus spina - Christi' o en árabe 'shibruk').

Cristo, condenado a la crucifixión, llevando Su cruz "salió al lugar llamado 'de la Calavera,' que en hebreo se dice 'Golgota'" (Juan 19:17). 'Golgota' en hebreo significa calavera, el mismo significado tiene 'kranion' en griego (lugar de la calavera - Mateo 27:33) y 'kalvaria 'en latín. Los hebreos y los romanos tenían los lugares de ejecución fuera de la ciudad, allí estaban tirados huesos humanos y calaveras secas roídos por animales, porque los ejecutados generalmente no eran sepultados. Según la antigua tradición, en el 'lugar de la calavera,' directamente debajo de la cruz del Salvador fue sepultado alguna vez Adán. Las gotas de sangre de Cristo cayeron sobre la calavera de Adán y lo resucitaron a la vida eterna.

No se sabe con seguridad, de que forma y tamaño era la cruz sobre la que sufrió y murió Cristo. Se puede empero suponer, que estaba hecha de tablas de madera. Palestina no tenía madera propia, sino que la compraba y la traía a Jerusalén de Alepo. Por causa de la falta de bosque, el material se economizaba, y las cruces no se hacían de vigas gruesas, sino preferentemente de tablas finitas. Los escritores de iconos, para representar figuradamente y explicar porque el Señor caía al llevar la cruz, representaban la cruz grande y pesada, por encima de las fuerzas del Salvador. Pero Cristo caía no sólo por el peso de la cruz, sino por la pérdida de fuerzas.

Se supone que Cristo murió sobre una 'crux imissa.' ¿De qué altura era? Los Santos Padres aseguran que la cruz de Cristo era mas alta que la cruz de los ladrones que fueron crucificados con el Salvador. San Gregorio Niceno escribe que la cruz de Cristo era alta por cuanto la Santísima, muy bendita Madre besaba los pies de su Divino Hijo estando de pie. A causa de la altura, el soldado no pudo alcanzarle a Cristo la esponja embebida en vinagre con la mano, sino que tuvo que usar una caña (Mt. 27:48; Mc. 15:36; Jn. 19:29). Hay quienes piensan que la cruz era de 15 pies de altura (450 cm.). Parte de ella estaba enterrada. Arriba "había sobre El una inscripción, escrita en palabras griegas, romanas y hebreas." "Jesus Nazareno Rey de los Judíos" (Lc. 23:38; Jn. 19:19). Estas palabras estaban escritas sobre una tabla que fue clavada en la cruz sobre la cabeza del Salvador. La tabla estaba hecha del mismo material que la cruz y no se preservó entera hasta nuestros días. Una parte insignificante de ella se encuentra en el templo de la Santa Cruz de Jerusalén, en Roma. Esta pequeña tabla, esta fuertemente estropeada por gusanos.

Es difícil determinar de qué material estaba hecha: de roble, cedro o sicomoro. Su largo es de 235 mm. y su ancho de 130 mm. Sobre ella se pueden ver los caracteres griegos y latinos. Arriba hay dos líneas torcidas y que al parecer son la parte inferior de las letras hebreas. En el centro esta escrito en griego Nazareos, y debajo las palabras: 'Nazaraenus re.' Las letras son de color rojo sobre un fondo blanco, tienen ahondamientos, por lo visto, están talladas con un cincel. Su altura es de 28-30 mm. Por su tamaño las letras se podían ver y leer bien a la altura a la que estaba clavada la tabla.

Cristo estaba clavado a la cruz con cuatro clavos. Desde tiempos antiguos los escritores de iconos representaban a Cristo clavado a la cruz exactamente con cuatro clavos. Después de encontrar el Vivificante Madero, la reina Elena llevó consigo a Constantinopla parte de la Cruz y los cuatro clavos. De acuerdo con la Tradición, cuando regresaba ella de Tierra Santa, se desató una tormenta en el mar. La reina arrojó un clavo al mar para tranquilizar las arrebatadas olas. Otros dos clavos se los obsequió a Constantino el Grande. El cuarto clavo se conservó en Georgia, lo recibió como regalo el rey georgiano Mirian. A mediados del siglo 17 el rey de Georgia, Archil, obsequió este clavo a Moscú en una funda de oro. El clavo estaba hecho de hierro y era de tres o cuatro vershoks (antigua medida rusa, aproximadamente 4.4 cm.). En Occidente hay también clavos que pertenecieron a la Cruz, pero ellos son mas grandes. Su largo es de 12 cm. y su grosor de 8,5 mm. en la cabecilla. Uno se estos clavos se conserva en la Catedral de Notre Dame de París, y el segundo en una basílica de Roma. Se pueden encontrar de estos clavos en la biblioteca del Vaticano. Afirman que con ellos estaba unida la Cruz.

Debajo de los pies de Cristo había una tabla no muy grande clavada, un pedestal, sobre el que El se apoyaba. Ya en los primeros siglos, los cristianos representaban a Cristo crucificado con el pedestal debajo de los pies. Con el tiempo, comenzaron a dibujar el pedestal inclinado: la parte derecha hacia arriba y la izquierda hacia abajo. Esto simbolizaba a los dos malhechores que fueron crucificados a la derecha y a la izquierda de Jesús: "Uno de los malhechores colgados le insultaba diciendo: 'Si eres el Cristo, sálvate a Ti y a nosotros.' Pero el otro le reprendió diciendo: '¿Es que no temes a Dios, cuando sufres la misma condena?' ...Y dijo a Jesús: '¡Acuérdate de mí, Señor, en Tu Reino!' Y Jesús le dijo: 'En verdad te digo, hoy estarás conmigo en el Paraíso'" (Lc. 23:39-43).

Los crucifijos existentes desde los primeros tiempos cristianos "con los Presentes" representan el siguiente pasaje del Evangelio: "Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien más amaba, dice a Su madre: '¡Mujer, ahí tienes a tu hijo.' Luego dice al discípulo: 'Ahí tienes a tu madre.' Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa" (Jn. 19:25-27).

La Cruz y la crucifixión del Salvador fueron profetizados con exactitud por los profetas entre 1000 y 500 años antes de Cristo. Está profetizado: "y con los malhechores fue contado..." (Is. 53:12); "atravesaron mis manos y mis pies" (Sal. 21:16). Se cumplió: "Y al mismo tiempo que a El, crucificaron a dos salteadores, uno a la derecha y otro a la izquierda" (Mt. 27:38). Está profetizado: ."..repartense entre si mis vestiduras y se sortean mi túnica" (Sal. 21:19). Se cumplió: "Y se repartieron Sus vestidos, echando a suertes " (Lc. 23:34). Está profetizado: "Hiel me han dado por comida, en mi sed me han abrevado con vinagre" (Sal. 68, 22). Se cumplió: "Le dieron a beber vinagre mezclado con hiel" (Mt. 27, 34). Está profetizado: "no le quebraréis ningún hueso..." (Ex. 12:46); "Y mirarán a Aquel al que traspasaron..." (Zac. 12:10). Se cumplió: "Pero al llegar a Jesús, como le hallaron ya muerto, no le quebrantaron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza..." (Jn. 19:33-34).

El profeta Isaías así formula el misterio de la salvación : "El tomó sobre Si nuestras debilidades y llevó nuestras dolencias... y con Sus heridas hemos sido sanados" (Is. 53:4-5). "Dijo el Señor a Mi Señor: siéntate a mi diestra hasta que ponga a tus enemigos a tus pies" canta David el salmista. ¿Acerca de qué enemigos habla el profeta? Acerca del pecado, la muerte y el diablo. En las Sagradas Escrituras del Antiguo Testamento, la palabra "pedestal" (KEBESH, en griego 'ipopodion') es una metáfora que significa la victoria sobre los enemigos. Y el pedestal sobre el que se apoyaban y estaban clavados los pies de Cristo se convirtió en símbolo grande y eterno de la victoria Divina. ¿Muerte, dónde esta tu aguijón? ¿Ades, dónde esta tu victoria? ¡Cristo ha Resucitado!

Catecismo Ortodoxo 

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La Veneración De La Cruz En La Iglesia Ortodoxa.

"Cruz, custodia de todo el universo; Cruz, belleza de la Iglesia; Cruz, cetro de los zares; Cruz, confirmación de los fieles; Cruz, gloria de los ángeles y herida de los demonios" (svetilen a la Cruz). En la Iglesia Ortodoxa la Cruz ocupa un lugar especial. Tres veces en el año se oficia en honor a la Cruz: el 14 de septiembre, día de la Exaltación de la Cruz, durante la tercera semana de la Gran Cuaresma y el 1 de agosto, día de la Procesión de la Cruz.

Al final de los matutinos el Obispo o el Sacerdote sacan la Cruz al centro de la Iglesia para que sea venerada por los fieles. "Ante Tu Cruz nos Prosternamos ¡oh, Soberano! y Glorificamos Tu Santa Resurrección."

La Cruz es el fundamento de toda la vida de la Iglesia. Al construirse un templo primero se bendice el lugar donde esta previsto erigir el nuevo templo. La bendición la realiza un obispo o un sacerdote. Los cimientos del templo se hacen en forma de cruz, de círculo (Simbolo de la Eternidad) o de nave (Símbolo de la Iglesia). El edificio del templo se corona con una o varias cruces. Una cruz simboliza a Cristo; tres, a la Santísima Trinidad; cinco, a Cristo y los cuatro evangelistas; trece, a Cristo y los apóstoles. La cruz se alza sobre el templo encima de la cúpula como símbolo de nuestro triunfo y victoria. San Juan Crisóstomo dice: La Cruz está en todos lados y Resplandece más que el sol."

Acerca de la veneración de la Cruz escribieron muchos escritores de la Iglesia y teólogos: los apologetas Tertuliano, Minucio, Felix, Octaviano; teólogos, tanto orientales como occidentales, San Teodoro Estudita, Gamartolio y otros.

Los Concilios quinto y sexto de Trulla del año 629 prohibieron representar cruces en el piso de los templos para que no se pisotee y profane la Cruz.

Durante la herejía iconoclasta algunos herejes afirmaban que l a veneración del madero de la Cruz es idolatría. En defensa de la Cruz se alzaron la reina Irene y el Patriarca Tarasio. En el VII Concilio Ecuménico en Nicea en el año 787, fue condenada la herejía iconoclasta . En ese mismo Concilio se determino que la veneración de la Cruz tiene el mismo significado que la confesión del Salvador.

Pero aun así, la herejía iconoclasta no fue derrotada por completo. La emperatriz Teodora, siguiendo a Irene, se pronunció nuevamente en defensa de la veneración de la Cruz y de los santos iconos. En el concilio local de Constantinopla del año 842, presidido por el Patriarca Metodio fue confirmada la santidad del 7 Concilio Ecuménico y la veneración de los santos iconos. En honor a ello se estableció la fiesta del Triunfo de la Ortodoxia. En la Iglesia Ortodoxa esta festividad se conmemora el primer domingo de la Gran Cuaresma hasta hoy día.

La Cruz es una realidad, en toda su plenitud, actual y concreta de la Iglesia. Los textos litúrgicos proclaman: "la invencible, incomprensible fuerza de la Sagrada y Vivificante Cruz.... La Divina Liturgia comienza con la exclamación del sacerdote del nombre de Dios en sus tres Personas: "Bendito sea el Reino, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo." En ese momento el sacerdote hace la señal de la cruz con el Evangelio sobre el altar. Durante el oficio el sacerdote bendice haciendo la señal de la cruz. El obispo persigna al pueblo con el dikirios y trikirios, bendiciéndole en el nombre de Cristo en Sus dos naturalezas y en el nombre de Dios en Sus tres Personas. Cuando se canta el Trisagio, el obispo hace la señal de la cruz con el dikirios sobre el Evangelio. Ello significa que bendice el Evangelio y señala el misterio de la Cruz que se relata en él y con la cual se bendecirán los Santos Dones en el momento de la transubstanciación. Al final del canto del Trisagio, el obispo bendice al pueblo con la cruz y el dikirios, lo que recuerda el misterio de la redención realizada por Cristo en Sus dos naturalezas sobre la Cruz. En la Liturgia la Cruz tiene un significado especial, ya que la transubstanciación ocurre durante la bendición de los Santos Dones con la señal de la Cruz.

Durante el oficio, el sacerdote o el obispo, más de una vez bendicen a los fieles con la mano, con los dedos colocados de manera tal que recuerden las dos primeras letras del nombre de Jesucristo. Al finalizar la Liturgia, el sacerdote pronuncia la despedida con la Cruz en la mano y de la misma manera dice el sermón. Después de la despedida los fi eles besan la Cruz y saludan a su padre espiritual y el santo templo donde oraron. Al salir de este santo lugar los fieles se paran de frente al altar y se persignan.

La Cruz es la fuerza divina de todos los sacramentos. Cuando el sacerdote santifica el agua durante el bautismo hace la señal de la cruz y bendice el agua diciendo: "Que se destruyan, bajo la imagen de Tu Cruz, todas las fuerzas adversas." Al bautizado se le coloca una cruz con l as siguientes palabras: "El que quiera seguirme, niéguese a si mismo, tome su cruz y sígame" (Mc. 8:34). Ello le recuerda al recién bautizado que él es un seguidor de Cristo quién murió en la Cruz. El que oficia el sacramento del bautismo unge al bautizado con óleo, luego con santo miro haciendo la señal de la cruz en su cuerpo. Los cabellos de la cabeza del bautizado también se cortan en forma de cruz.

Los comulgantes se acercan a tomar la Santa Comunión con los brazos puestos en forma de cruz sobre su pecho. Este momento recuerda la Mística Cena y la muerte de Cristo en la Cruz.

Durante el sacramento del matrimonio el sacerdote bendice tres veces a los novios con la señal de la cruz diciendo: "Señor, Dios nuestro, con gloria y honor, corónales." Este momento es la esencia del sacramento.

El sacramento del arrepentimiento se realiza cuando el sacerdote pronuncia la oración de absolución y hace la señal de la cruz sobre el penitente, esto santifica el sacramento.

Durante la unción con óleo el, o los sacerdotes ungen al enfermo con óleo santificado y hacen la señal de la cruz sobre su cuerpo. Durante el entierro, el sacerdote que oficia el funeral coloca una cruz sobre el pecho del difunto, si es un sacerdote o un obispo se l e ponen además de la cruz, el Evangelio. Al final del funeral el sacerdote hace la señal de la cruz sobre el cuerpo del difunto habiéndole asperjado con agua bendita. Este es el momento de la despedida del padre espiritual con el difunto.

Toda la vida diaria del cristiano está custodiada por la señal de la cruz. Los primeros cristianos se bautizaban persignándose. El Santo Apóstol Juan antes de su entierro dibujó una cruz sobre su cabeza con la mano. En las actas de San Afri se relata que cierta vez un pagano les dijo a San Narquis y a su diácono: "Sé que son cristianos ya que con frecuencia signan su frente con la cruz."

Ya en tiempos de los apóstoles se comenzaba todo acto con la señal de la cruz. Al entrar al templo, los cristianos se persignaban. Ha cían lo mismo al comenzar y al finalizar las oraciones. El sacerdote se persignaba al comenzar el sermón. Con la señal de la cruz se comenzaba cualquier oficio de la Iglesia: la bendición, la santificación, etc. Tertuliano escribe que los cristianos se persignaban durante todas sus ocupaciones, ante cada movimiento: cuando salían o volvían a su casa, cuando se vestían y se calzaban, al entrar al baño, al sentarse a l a mesa, al encender las lámparas, al comenzar una conversación, al acostarse, etc. Se signaban siempre con la mano derecha aunque de distinta manera, al principio lo hacían con un dedo signando la frente, la boca y el pecho. Esto se llamaba la pequeña cruz. Luego se persignaban tocan do con la mano la frente, el pecho, el hombro derecho y después el izquierdo. Con el tiempo comenzaron a poner tres dedos juntos al persignarse, con lo que recordaban la Santísima Trinidad, y los dos dedos restantes los apretaban contra la palma como símbolo de las dos naturalezas de Cristo. Los ortodoxos mantuvieron esta forma de persignarse hasta nuestros días.

En el mundo cristiano, la cruz es símbolo de verdad, honestidad y respeto. Los cristianos colocaban el signo de la cruz en documentos, cuando firmaban cualquier papel importante. Los analfabetos, en lugar de su apellido podían dibujar tres pequeñas cruces sobre el papel, y dicha 'firma' era reconocida. Los obispos hasta hoy día colocan una cruz antes de su nombre al firmar un papel. Los hombres de estado y los militares que sobresalían durante la guerra, eran condecorados con Cruces.

La vestimenta de los monjes incluye el 'analavo' o 'paraman,' "que se coloca sobre los hombros en forma de cruz. Esto significa que los monjes llevan sobre si el signo de la cruz. ¿Cuál es la cruz del monje? La completa mortificación, es decir, que el hombre murió para todo lo mundano, ello ocurre en el monje por su fe en Cristo" (de Abba Doroteo, del editor).

Es difícil enumerar todos los casos en que la cruz actúa sobre nuestra vida. Pero hay una significación más de la cruz que es especialmente importante para el cristiano. Hasta que se cumpla el tiempo y aparezca la Cruz, "la señal del Hijo del Hombre en los cielos" (Mt. 24:30),todos los cristianos, la Iglesia que lucha, estamos llamados a seguir a Cristo en su camino de la Cruz. El Señor dijo: "El que quisiere venir en pos de mi, niéguese a si mismo, tome su cruz y sígame" (Mc. 8:34). Para seguir a Cristo, tomemos nuestra cruz, es decir, nuestras desgracias, nuestros sufrimientos y tribulaciones, nuestras tragedias familiares, nuestros esfuerzos de fe y las negaciones de nuestro ser. El beato Agustín dice: "Toda la vida del cristiano que vive de acuerdo con el Evangelio, implica su cruz y sufrimientos." "Tomar la cruz - escribe el obispo Ignati Brianchaninov - significa la sumisión voluntaria y devota al juicio de Dios ante todas las aflicciones que nos envíe o que permite la providencia de Dios."

De este modo, tomemos nuestra cruz y vayamos en pos de Cristo, en pos de Cristo al Golgota. Si morimos con Cristo también resucitaremos con El; si sufrimos con Cristo también nos glorificaremos con El. ¡ Debemos tener un poco de paciencia aquí, entonces reinaremos eternamente!

¡Oh, Tres veces bendito madero de la Cruz! muéstranos el camino para la salvación de nuestra vida.

Catecismo Ortodoxo 

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