El que siempre desea a Dios, ese lo ve. En todo, pues, está Dios: pues los entes están ligados a El-que-es y no existe algún ser si no tiene el ser en El-que-es, porque, por una parte, Dios se ha mezclado a todo como contenedor de la naturaleza, mas por otra, por su Santa Carne, Dios-Palabra se unió y mixturó, según sustancia, inconfusamente a lo nuestro. Nadie ve al Padre sino el Hijo y el Espíritu.
San Juan Damasceno, en “De fide orthodoxa”, I 13.
San Juan Damasceno, en “De fide orthodoxa”, I 13.
Catecismo Ortodoxo
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