Alta, en la oración, profunda, en el pensamiento Divino, alegre, en la hazaña espiritual, pura en el gozo, perfecta en la enseñanza moral, plena en los modos de glorificación Divina — Ortodoxia, a pesar de eso, no es la religión mas populosa del mundo y no es la preponderante entre las confesiones cristianas de nuestro tiempo.
Cercano geográficamente a los países Ortodoxos, el Occidente Europeo, hasta la mitad del s. XIX, casi no conocía, ni quería conocer a Ortodoxia: unos la rebajaban e ignoraban (en el medio católico), otros la consideraban mediopagana (en el medio protestante). Era necesario que llegue la disminución externa de la iglesia Ortodoxa, las fuerzas y la riqueza espiritual de Ortodoxia, como comenzamos a verlo ahora.
Ortodoxia, no espera para si un triunfo visible, y una dominación en el mundo. Los destinos de la Iglesia de Cristo, indicados en la Revelación de San Juan el Teólogo, no presagian eso. El Apóstol de la Revelación, previene a los ángeles — dirigentes de las Iglesias de la auto-confianza triunfante, — profetiza los sufrimientos y pruebas, y cada vez un mayor ataque de las fuerzas del infierno sobre la Iglesia de Cristo hacia el fin del mundo, y llama a la paciencia, a la hazaña y aguante hasta el final y a la humildad.
"Aquí — la paciencia de los Santos" (Rev. 14:12). En nuestro tiempo surgieron pruebas excepcionales que cayeron sobre la Iglesia desde afuera y desde adentro. Esta muda de la Iglesia en nuestra patria, que sufrió mucho tiempo bajo el yugo del comunismo. En gran ansiedad de las Iglesias hermanas de los países eslavos, anonadados por la misma catástrofe. En el medio de los emigrantes — aparecen las autodenominadas "Iglesias autocéfalas," formaciones eclesiástico — nacionales. Separaciones en la gran familia rusa ortodoxa en el extranjero. Se roba el mismo concepto de Ortodoxia: con ese nombre se abren sociedades, que se fueran de verdadera Ortodoxia y instructores, que deforman a Ortodoxia. Todo eso puede causar tristeza e inquietar: no nos amenaza la posibilidad de fragmentar en distintas sectas, tal como pasó con el protestantismo ?
No, porque sabemos: Cristo esta con Su Iglesia: "Yo estoy con vosotros en todos los días." Si un río retenido en su curso, sale de su lecho, de manera que no se lo ve, y va por zanjas y meandros laterales, esto no significa que el río perdió su lecho y no irá mas por él. Así es el río histórico de Ortodoxia: su lecho es profundo y su curso, recto. El protestantismo se fracturó porque no tenia en su lecho la tradición eclesiástica. No se vulnerará la unidad de Ortodoxia. Pero son dignos de lastima los que se separarán de la unidad eclesiástica, guardada en las iglesia locales unidas y ortodoxas.
En nuestros días nuestro deber común en el extranjero — es ser fieles: no traicionar a Cristo, a la Iglesia universal, a Santo Sínodo de la Iglesia Rusa en extranjero, a promesas cristianas, a los Santos Testamentos de los padres, a los hermanos que sufren; mantener derecha la dirección y firme el timón; así es el simple y claro camino ortodoxo.
"Trabajen al Señor con temor y alégrense a Él con trepidación," No el sentimiento de orgullo, sino el sentimiento de temor junto con la alegría llena el corazón del cristiano ortodoxo. A vosotros esta confiada la joya: la lleváis con suficiente cuidado ? Estáis dignos de ella ? Están conscientes de vuestra responsabilidad ?
"Pues así seremos vestidos, y no desnudos," dice el Apóstol (2 Cor. 5:3). No nos amenaza el peligro de quedar desnudos? No esta la advertencia escrita para nosotros ? No, la conciencia que sostenemos a Ortodoxia nos salva. Debemos espiritualmente estar revestidos de ella a través del cumplimiento de ella.
Estar vestidos y no resultar desnudos — esto significa no sólo pertenecer, sino tener la vestidura de la fe de la verdad, del amor, de la pureza, de la humildad y ausencia de orgullo — vestidura de la Gracia Divina. Esto significa, hablando con las palabras del mismo Apóstol, vivir de tal manera que "predicando a otros no quedar indigno uno mismo."
Una vestidura así en Ortodoxia, otórganos Señor !
Cercano geográficamente a los países Ortodoxos, el Occidente Europeo, hasta la mitad del s. XIX, casi no conocía, ni quería conocer a Ortodoxia: unos la rebajaban e ignoraban (en el medio católico), otros la consideraban mediopagana (en el medio protestante). Era necesario que llegue la disminución externa de la iglesia Ortodoxa, las fuerzas y la riqueza espiritual de Ortodoxia, como comenzamos a verlo ahora.
Ortodoxia, no espera para si un triunfo visible, y una dominación en el mundo. Los destinos de la Iglesia de Cristo, indicados en la Revelación de San Juan el Teólogo, no presagian eso. El Apóstol de la Revelación, previene a los ángeles — dirigentes de las Iglesias de la auto-confianza triunfante, — profetiza los sufrimientos y pruebas, y cada vez un mayor ataque de las fuerzas del infierno sobre la Iglesia de Cristo hacia el fin del mundo, y llama a la paciencia, a la hazaña y aguante hasta el final y a la humildad.
"Aquí — la paciencia de los Santos" (Rev. 14:12). En nuestro tiempo surgieron pruebas excepcionales que cayeron sobre la Iglesia desde afuera y desde adentro. Esta muda de la Iglesia en nuestra patria, que sufrió mucho tiempo bajo el yugo del comunismo. En gran ansiedad de las Iglesias hermanas de los países eslavos, anonadados por la misma catástrofe. En el medio de los emigrantes — aparecen las autodenominadas "Iglesias autocéfalas," formaciones eclesiástico — nacionales. Separaciones en la gran familia rusa ortodoxa en el extranjero. Se roba el mismo concepto de Ortodoxia: con ese nombre se abren sociedades, que se fueran de verdadera Ortodoxia y instructores, que deforman a Ortodoxia. Todo eso puede causar tristeza e inquietar: no nos amenaza la posibilidad de fragmentar en distintas sectas, tal como pasó con el protestantismo ?
No, porque sabemos: Cristo esta con Su Iglesia: "Yo estoy con vosotros en todos los días." Si un río retenido en su curso, sale de su lecho, de manera que no se lo ve, y va por zanjas y meandros laterales, esto no significa que el río perdió su lecho y no irá mas por él. Así es el río histórico de Ortodoxia: su lecho es profundo y su curso, recto. El protestantismo se fracturó porque no tenia en su lecho la tradición eclesiástica. No se vulnerará la unidad de Ortodoxia. Pero son dignos de lastima los que se separarán de la unidad eclesiástica, guardada en las iglesia locales unidas y ortodoxas.
En nuestros días nuestro deber común en el extranjero — es ser fieles: no traicionar a Cristo, a la Iglesia universal, a Santo Sínodo de la Iglesia Rusa en extranjero, a promesas cristianas, a los Santos Testamentos de los padres, a los hermanos que sufren; mantener derecha la dirección y firme el timón; así es el simple y claro camino ortodoxo.
"Trabajen al Señor con temor y alégrense a Él con trepidación," No el sentimiento de orgullo, sino el sentimiento de temor junto con la alegría llena el corazón del cristiano ortodoxo. A vosotros esta confiada la joya: la lleváis con suficiente cuidado ? Estáis dignos de ella ? Están conscientes de vuestra responsabilidad ?
"Pues así seremos vestidos, y no desnudos," dice el Apóstol (2 Cor. 5:3). No nos amenaza el peligro de quedar desnudos? No esta la advertencia escrita para nosotros ? No, la conciencia que sostenemos a Ortodoxia nos salva. Debemos espiritualmente estar revestidos de ella a través del cumplimiento de ella.
Estar vestidos y no resultar desnudos — esto significa no sólo pertenecer, sino tener la vestidura de la fe de la verdad, del amor, de la pureza, de la humildad y ausencia de orgullo — vestidura de la Gracia Divina. Esto significa, hablando con las palabras del mismo Apóstol, vivir de tal manera que "predicando a otros no quedar indigno uno mismo."
Una vestidura así en Ortodoxia, otórganos Señor !
Catecismo Ortodoxo
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