"... Hoy en día, la gente pierde la razón y no entiende lo que están haciendo, perdieron terreno bajo sus pies. Y esto es porque nadie quiere controlarse, cada uno quiere vivir sin control, según su propia voluntad. Pero esto lleva a una completa catástrofe. Es verdad, que Dios le otorgó al hombre la libertad de actuar como quisiera, pero también le dio la razón para que entienda sus limitaciones y la frontera entre lo correcto y lo incorrecto. Cuando el hombre es presuntuoso, no toma en cuenta su debilidad, — comete errores. Muchos quieren entender todo con la lógica humana, y lo que su mente no entiende, lo rechazan. En lugar de tener fe y gracia Divina, ellos se guían por su cerebro corporal, y así se desordena la vida social. ¡Esto es terrible!
Por eso, a la gente que viene a consultarme, les aconsejo:
Reconocer su alejamiento de Dios.
Arrepentirse de ello.
Confesarse con humildad.
"... Lo trágico es, que hoy, mas que nunca, la gente acepta las sugerencias diabólicas y se demoniza. Ellos pueden liberarse de estas sugestiones, solo siguiendo los consejos, mencionados mas arriba."
Santo Paisio del Monte Athos
Todos los que cumplen cualquier servicio al hermano, tendrán que hacerlo con todo fervor por todos, como si lo hicieran no a las personas, sino al mismo Cristo, que con gran misericordia recibe para sí todo lo que hacemos a las personas ofrecidas a El. Por esto El prometió el Reino celestial: Entonces el Rey dirá a los de su derecha: "vengan benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo. Porque tuve hambre, y me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; era un extraño, y me hospedaron; estaba desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; en la cárcel, y fueron a verme". Entonces le responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos; sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo fuiste un extraño y te hospedamos, o estuviste desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?" Y el Rey les responderá: "Les aseguro que cuando lo hicieron con uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicieron" (Mt. 25:34-40). Pues entonces reciben el premio por su celo aquellos que responsablemente cumplen sus obligaciones; y así el juicio eterno exigirá más a los indiferentes o a aquellos que con poca diligencia y actividad han cumplido el servicio para ser dignos del nombre de hermano de Cristo, según las palabras: "El que cumple la voluntad de mi Padre que está en los Cielos, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre" (Mt. 12:50). ¿Con qué disponibilidad tenemos que servir a nuestro hermano? Tenemos que servirle de tal manera como si sirviéramos al mismo Dios, que dijo: "Les aseguro que cuando lo hicieron con uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicieron" (Mt. 25:40).
San Basilio el Grande