Jueves de mañana, acompañamos a Jesús en las últimas horas de Su Pasión. La Divina Liturgia comienza con las Vísperas, principalmente se celebraba las primeras horas de la tarde, se trasladó a la mañana, para que el Oficio de la Crucifixión sea celebrado en su debido tiempo. Tres acontecimientos marcan esta Liturgia: La Última Cena de Cristo con Sus discípulos, el Lavado de sus pies y la Traición de Judas. El primero y el segundo acontecimientos manifiestan que la esencia de la salvación que el Señor nos otorga es el Amor. El tercer acontecimiento revela cómo nosotros retribuimos Su Amor con amar a otro: El dinero y el pecado. Uno de los himnos de los Maitines, llamado el “Íkos”resume el significado de este día: “Con temor, acerquémonos todos de la Mesa Mística y con almas puras, recibamos el Pan Sagrado y permanezcamos con el Maestro. Miremos como lava los pies de los discípulos y los seca con la toalla, y hagamos según lo que vemos, sometiéndonos los unos a los otros y lavando los pies los unos a los otros; porque el Mismo Cristo así ordenó a Sus discípulos y anticipó y les dijo. Pero Judas, el falso siervo entregador no escuchó y permaneció incorregible.”
Wednesday, April 8, 2015
Jueves de mañana, acompañamos a Jesús en las últimas horas de Su Pasión
Jueves de mañana, acompañamos a Jesús en las últimas horas de Su Pasión. La Divina Liturgia comienza con las Vísperas, principalmente se celebraba las primeras horas de la tarde, se trasladó a la mañana, para que el Oficio de la Crucifixión sea celebrado en su debido tiempo. Tres acontecimientos marcan esta Liturgia: La Última Cena de Cristo con Sus discípulos, el Lavado de sus pies y la Traición de Judas. El primero y el segundo acontecimientos manifiestan que la esencia de la salvación que el Señor nos otorga es el Amor. El tercer acontecimiento revela cómo nosotros retribuimos Su Amor con amar a otro: El dinero y el pecado. Uno de los himnos de los Maitines, llamado el “Íkos”resume el significado de este día: “Con temor, acerquémonos todos de la Mesa Mística y con almas puras, recibamos el Pan Sagrado y permanezcamos con el Maestro. Miremos como lava los pies de los discípulos y los seca con la toalla, y hagamos según lo que vemos, sometiéndonos los unos a los otros y lavando los pies los unos a los otros; porque el Mismo Cristo así ordenó a Sus discípulos y anticipó y les dijo. Pero Judas, el falso siervo entregador no escuchó y permaneció incorregible.”
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