(*Parte preparatoria de la Liturgia con la ofrenda de pan para conmemorar el oficio — Prosfora).
Cierto famoso gran erudito, médico, enfermó gravemente. Los médicos invitados, sus amigos, consideraron, que su situación era tal que había muy pocas esperanzas por su recuperación. El profesor vivía solo con su hermana anciana. El era muy poco creyente, y no le interesaban los temas religiosos, no iba a la iglesia aunque vivía en las cercanías de una de ellas.
Después de tal diagnóstico médico, la hermana quedó muy triste, sin saber como ayudar al hermano. Y recordó que al lado — había una iglesia donde se podía en la proscomidia pedir por su muy enfermo hermano por medio de una ofrenda.
Temprano en la mañana sin decir nada al hermano, se preparó para el oficio de la mañana, le relató al sacerdote su pena, y pidió sacar una parte de la prosfora por la salud de su hermano (en el momento de la proscomidia). Al mismo tiempo, su hermano tuvo una visión: como que la pared de su cuarto hubiera desaparecido... y se abrió el interior del templo, el altar y vio a su hermana, hablando de algo con el sacerdote. El sacerdote se acercó al ofertorio, quitó una parte de la prosfora, la que cayó resonando sobre el "discos"(patena). En ese momento el enfermo sintió una fuerza que penetró en su cuerpo. Se levantó de la cama, lo cual hacía mucho tiempo que no había podido hacer. De regreso su hermana, no tuvo límites para su asombro.
— ¿Donde estuviste? — exclamó el ex enfermo — Yo vi todo, vi como hablaste con el sacerdote y como ofreció por mi salud una prosfora.
Aquí con lágrimas agradecieron a Dios por la milagrosa recuperación. El profesor vivió largos años después de esto, ya no olvidando la misericordia Divina hacia él, pecador.
Obispo Alejandro Mileant
Cierto famoso gran erudito, médico, enfermó gravemente. Los médicos invitados, sus amigos, consideraron, que su situación era tal que había muy pocas esperanzas por su recuperación. El profesor vivía solo con su hermana anciana. El era muy poco creyente, y no le interesaban los temas religiosos, no iba a la iglesia aunque vivía en las cercanías de una de ellas.
Después de tal diagnóstico médico, la hermana quedó muy triste, sin saber como ayudar al hermano. Y recordó que al lado — había una iglesia donde se podía en la proscomidia pedir por su muy enfermo hermano por medio de una ofrenda.
Temprano en la mañana sin decir nada al hermano, se preparó para el oficio de la mañana, le relató al sacerdote su pena, y pidió sacar una parte de la prosfora por la salud de su hermano (en el momento de la proscomidia). Al mismo tiempo, su hermano tuvo una visión: como que la pared de su cuarto hubiera desaparecido... y se abrió el interior del templo, el altar y vio a su hermana, hablando de algo con el sacerdote. El sacerdote se acercó al ofertorio, quitó una parte de la prosfora, la que cayó resonando sobre el "discos"(patena). En ese momento el enfermo sintió una fuerza que penetró en su cuerpo. Se levantó de la cama, lo cual hacía mucho tiempo que no había podido hacer. De regreso su hermana, no tuvo límites para su asombro.
— ¿Donde estuviste? — exclamó el ex enfermo — Yo vi todo, vi como hablaste con el sacerdote y como ofreció por mi salud una prosfora.
Aquí con lágrimas agradecieron a Dios por la milagrosa recuperación. El profesor vivió largos años después de esto, ya no olvidando la misericordia Divina hacia él, pecador.
Obispo Alejandro Mileant
Catecismo Ortodoxo
http://catecismoortodoxo.blogspot.com/
No comments:
Post a Comment
Note: Only a member of this blog may post a comment.