"Conservar," "Guardar," "ser fiel a la tradición de la Iglesia" ¿No es la cultivación del conservatismo? No sería característico para la Iglesia Ortodoxa el estancamiento, el punto de vista como este: "Nuestros abuelos vivían y se salvaban así, con esto queremos quedarnos. No necesitamos nada nuevo."
A menudo reprochan el conservatismo a la Iglesia Ortodoxa.
Pero también algunos dicen lo contrario. Los protestantes acusan, p. ej: que el Oriente Ortodoxo, en su desarrollo eclesiástico, fue demasiado lejos, introduciendo cada vez mas novedades en los conceptos y costumbres eclesiásticos, ¿de donde sería mejor volver atrás hacia el orden viejo y primordial de los primeros siglos del Cristianismo?
¿Pero ese conservatismo de la Iglesia, no sería dictado por la lógica del milenio que se va? Si está destinado para algún día la reunificación de las Iglesias, ¿En qué base pueden proceder si no es sobre una aceptación mutua de las situaciones dogmáticas y canónicas comunes a ambos iglesias de Oriente y Occidente previas a la ruptura? La Iglesia Ortodoxa, que no cambio nada en su confesión dogmática y su orden canónico, en cualquier momento esta lista de aceptar la reunificación, sobre esta base única posible.
Y al mismo tiempo, la Iglesia del 2º milenio es un continuo movimiento hacia adelante. Ortodoxia no es estática, sino dinámica. Sobre el Oriente Ortodoxo, que pasó mas de mil años en la cautividad de pueblos musulmanes, es difícil hablar ahora. En los países eslavos, donde, después de su nacimiento en el Cristianismo, esta dinámica se expresó en la creación de la lengua eslava-litúrgica, en la conjunción libre del Cristianismo con el carácter popular, en las reformas de las ceremonias, en la composición de nuevas oraciones y cánticos, y lo mas importante, en la fuerza del espíritu, a veces profundamente escondida o revelándose en su grandeza en los momentos correspondientes de la vida de la Iglesia de Cristo.
"Busquen en primer lugar el Reino de Dios y su Verdad."
La búsqueda de la Verdad, como principio básico, nos induce a primera vista la suposición que Ortodoxia se presenta a nuestra conciencia como la fuerza de conocimiento, como pensamiento, como actividad de la mente, aunque sea piadosa pero también algo "racional."
Pero justamente Ortodoxia niega la razonabilidad, el racionalismo. De las tres religiones grandes, la Religión Ortodoxa, es la menos racionalista. Y lleva el nombre no de "Pensamiento Verdadero," sino de la "Verdadera Glorificación," o sea de la Glorificación de Dios, en la cual el lugar principal siempre y en toda parte ocupa la oración.
Ya de esto se ve, que el portador del Espíritu Ortodoxo no es la mente, sino el corazón.
Y en realidad el concepto "Corazón" ocupa en la Terminología Psicológica Ortodoxa el primer lugar. Además esta palabra tiene un sentido mucho más profundo que en la conversación cotidiana, este no es "el órgano de sentido," como estamos acostumbrados a decir, sino esta misteriosa región del alma, por medio de la cual, tomamos en máximo grado el contacto con Dios, pero que también puede encontrarse bajo la influencia de la fuerza tenebrosa. La región en la cual entran el subconsciente y la intuición; la región no investigada por nuestra mente, ya que la mente constituye una especie de sobre-estructura sobre ella. Por eso, en las Obras de Los Padres de la Iglesia Ortodoxa, y de Los Santos se habla igual que en la Palabra de Dios de los "Pensamientos del Corazón," "Deseos de Corazón" junto con los "Deseos de la Mente" y "Pensamientos de la Mente."
"Bienaventurados los que tienen Hambre y Sed de la Verdad."
El idioma ruso expresa bien el concepto de la Verdad. "La Verdad" es, en primer término, lo cierto, como opuesto a la mentira, en segundo término — la ley moral, la justicia como lo contrario de lo falso, de la ofensa y la injusticia. Pero la lengua eslava expresa mejora aún a estos dos significados, agrega un significado nuevo: la Verdad Divina — la "justificación" de Dios, en otras palabras, el amor Divino, absolución, no en el sentido jurídico, sino en el sentido de un inexpresable misericordioso amor Divino.
La Justicia — Verdad, como una confesión correcta de la Fe y como la coincidencia de las palabras y pensamientos de hombre. La verdad moral como concordancia de los actos con las ordenes de la conciencia cristiana y la verdad de la Gracia — es entrega de uno a la salvadora benevolencia Divina forman la "justicia," como la unión de todas las "Verdades," o sea aquel estado de la personalidad cristiana, cuando el hombre mismo se hace "justo." La mansedumbre, la pureza del alma, el estado oratorio, esta expresado en las palabras del Apóstol: "el hombre interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible" (1Ped 3:4). Este es el tipo de un Cristiano Ortodoxo tal como esta dado, no es la visión mental ni ideal abstracto, sino en la vida del pueblo Ruso, que recibió Ortodoxia de oriente, pueblo creyente, bajo el nombre característico de "justo."
Y con ese concepto, también, habitualmente esta unida la búsqueda. No sólo lo "devoto" y no simplemente la "virtud" caracterizan al "justo" (a los "virtuosos" el pueblo llama "gente honrada, justa") sino la búsqueda de salvación en Cristo. Aceptación de sacrificios, alejamiento de los bienes de la vida, poco importancia de sus derechos, siguen a esta incesante "hambre y sed a la verdad," a través de los cuales se abre al hombre la visión de Reino del Cielo. Finalmente la lucha por la Verdad en Cristo sin compromisos, sin pactos con la conciencia.
La verdadera Ortodoxia es un camino incesante hacia delante, no solo en la totalidad, sino en su manifestación individual.
A menudo reprochan el conservatismo a la Iglesia Ortodoxa.
Pero también algunos dicen lo contrario. Los protestantes acusan, p. ej: que el Oriente Ortodoxo, en su desarrollo eclesiástico, fue demasiado lejos, introduciendo cada vez mas novedades en los conceptos y costumbres eclesiásticos, ¿de donde sería mejor volver atrás hacia el orden viejo y primordial de los primeros siglos del Cristianismo?
¿Pero ese conservatismo de la Iglesia, no sería dictado por la lógica del milenio que se va? Si está destinado para algún día la reunificación de las Iglesias, ¿En qué base pueden proceder si no es sobre una aceptación mutua de las situaciones dogmáticas y canónicas comunes a ambos iglesias de Oriente y Occidente previas a la ruptura? La Iglesia Ortodoxa, que no cambio nada en su confesión dogmática y su orden canónico, en cualquier momento esta lista de aceptar la reunificación, sobre esta base única posible.
Y al mismo tiempo, la Iglesia del 2º milenio es un continuo movimiento hacia adelante. Ortodoxia no es estática, sino dinámica. Sobre el Oriente Ortodoxo, que pasó mas de mil años en la cautividad de pueblos musulmanes, es difícil hablar ahora. En los países eslavos, donde, después de su nacimiento en el Cristianismo, esta dinámica se expresó en la creación de la lengua eslava-litúrgica, en la conjunción libre del Cristianismo con el carácter popular, en las reformas de las ceremonias, en la composición de nuevas oraciones y cánticos, y lo mas importante, en la fuerza del espíritu, a veces profundamente escondida o revelándose en su grandeza en los momentos correspondientes de la vida de la Iglesia de Cristo.
"Busquen en primer lugar el Reino de Dios y su Verdad."
La búsqueda de la Verdad, como principio básico, nos induce a primera vista la suposición que Ortodoxia se presenta a nuestra conciencia como la fuerza de conocimiento, como pensamiento, como actividad de la mente, aunque sea piadosa pero también algo "racional."
Pero justamente Ortodoxia niega la razonabilidad, el racionalismo. De las tres religiones grandes, la Religión Ortodoxa, es la menos racionalista. Y lleva el nombre no de "Pensamiento Verdadero," sino de la "Verdadera Glorificación," o sea de la Glorificación de Dios, en la cual el lugar principal siempre y en toda parte ocupa la oración.
Ya de esto se ve, que el portador del Espíritu Ortodoxo no es la mente, sino el corazón.
Y en realidad el concepto "Corazón" ocupa en la Terminología Psicológica Ortodoxa el primer lugar. Además esta palabra tiene un sentido mucho más profundo que en la conversación cotidiana, este no es "el órgano de sentido," como estamos acostumbrados a decir, sino esta misteriosa región del alma, por medio de la cual, tomamos en máximo grado el contacto con Dios, pero que también puede encontrarse bajo la influencia de la fuerza tenebrosa. La región en la cual entran el subconsciente y la intuición; la región no investigada por nuestra mente, ya que la mente constituye una especie de sobre-estructura sobre ella. Por eso, en las Obras de Los Padres de la Iglesia Ortodoxa, y de Los Santos se habla igual que en la Palabra de Dios de los "Pensamientos del Corazón," "Deseos de Corazón" junto con los "Deseos de la Mente" y "Pensamientos de la Mente."
"Bienaventurados los que tienen Hambre y Sed de la Verdad."
El idioma ruso expresa bien el concepto de la Verdad. "La Verdad" es, en primer término, lo cierto, como opuesto a la mentira, en segundo término — la ley moral, la justicia como lo contrario de lo falso, de la ofensa y la injusticia. Pero la lengua eslava expresa mejora aún a estos dos significados, agrega un significado nuevo: la Verdad Divina — la "justificación" de Dios, en otras palabras, el amor Divino, absolución, no en el sentido jurídico, sino en el sentido de un inexpresable misericordioso amor Divino.
La Justicia — Verdad, como una confesión correcta de la Fe y como la coincidencia de las palabras y pensamientos de hombre. La verdad moral como concordancia de los actos con las ordenes de la conciencia cristiana y la verdad de la Gracia — es entrega de uno a la salvadora benevolencia Divina forman la "justicia," como la unión de todas las "Verdades," o sea aquel estado de la personalidad cristiana, cuando el hombre mismo se hace "justo." La mansedumbre, la pureza del alma, el estado oratorio, esta expresado en las palabras del Apóstol: "el hombre interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible" (1Ped 3:4). Este es el tipo de un Cristiano Ortodoxo tal como esta dado, no es la visión mental ni ideal abstracto, sino en la vida del pueblo Ruso, que recibió Ortodoxia de oriente, pueblo creyente, bajo el nombre característico de "justo."
Y con ese concepto, también, habitualmente esta unida la búsqueda. No sólo lo "devoto" y no simplemente la "virtud" caracterizan al "justo" (a los "virtuosos" el pueblo llama "gente honrada, justa") sino la búsqueda de salvación en Cristo. Aceptación de sacrificios, alejamiento de los bienes de la vida, poco importancia de sus derechos, siguen a esta incesante "hambre y sed a la verdad," a través de los cuales se abre al hombre la visión de Reino del Cielo. Finalmente la lucha por la Verdad en Cristo sin compromisos, sin pactos con la conciencia.
La verdadera Ortodoxia es un camino incesante hacia delante, no solo en la totalidad, sino en su manifestación individual.
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