"Nosotros predicamos a un Cristo crucificado... fuerza de Dios y sabiduría de Dios" (1 Cor. 1: 23-24)
LA CRUZ DE CRISTO se convirtió en el símbolo fundamental del cristianismo inmediatamente después de la Ascensión del Señor. El apóstol Pedro predicaba al Cristo crucificado ya el día de Pentecostés, diciendo: "¡Israelitas! A Jesús Nazareno...vosotros lo tomasteis y lo matasteis clavándole en la cruz por mano de los impíos; pero Dios Lo resucitó" (Hch. 2:22-24). El apóstol Pablo escribe: "Pues l a predicación de la cruz es una necedad para los que se pierden; mas para los que se salvan es fuerza de Dios" (1 Cor. 1:18), y también: "En cuanto a mí, Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por la cual el mundo es para mí un crucificado y yo u n crucificado para el mundo" (Gal. 6:14).
Al ascender a la Cruz, el Señor bendijo a Sus discípulos para predicar y para los sufrimientos: "Si el mundo os aborrece, sabed que a Mí me ha odiado antes que a vosotros... Si me conocieron a Mí, los conocerán también a vosotros" (Jn. 15:18-20). Desde el día del descenso del Espíritu Santo hasta Constantino el Grande, se sucedieron 300 años de crueles persecuciones al cristianismo. Los primeros cristianos no podían representar abiertamente la cruz, por ello aparecieron representaciones encubiertas, símbolos de la fe cristiana: el cordero, el pastor, la paloma, el pez, el ancla. Los dibujos simbólicos, con frecuencia se hacían sobre las lápidas en las catacumbas y los sepulcros de los primeros cristianos (ver "Las Catacumbas de Roma," "Vida Ortodoxa" N-ro. 10, 1993).
Pero el principal símbolo del cristianismo lo configuraron las primeras letras del nombre de Cristo (en griego): "X" - primera letra de la palabra Cristo, ella al mismo tiempo representaba la cruz, y, la "I" - primera letra de la palabra Jesús. Unidas, estas letras- símbolos, conformaban un monograma. Luego, la "I" se cambió por una "P" que, en unión con la "X," representaba las tres primeras letras del nombre del Señor: Jesús Cristo y el símbolo de la cruz.
No se sabe desde qué tiempos se comienza a usar este monograma. Se puede suponer que este símbolo existía en tiempos apostólicos . En el Apocalipsis de San Juan el Teólogo se dice: "Y vi otro ángel que subía del nacimiento del sol, y tenía el sello del Dios vivo" (Ap. 7:2). Se habla del monograma con más claridad aun en las palabras: ..".y le daré una piedra blanca, y en la piedra un nombre nuevo escrito que no conoce nadie, sino aquel que lo recibe" (Ap. 2:17).
Cuando este monograma tenía la barra transversal, señalaba n o solo la cruz, sino también la crucifixión. En los monumentos cristianos antiguos, se encuentran monogramas con las letras alfa y omega (primera y última letra del alfabeto griego). Comparemos con el texto de la Revelación del evangelista Juan: "Yo soy el alfa y el omega, el principio y el fin, el primero y el último." El monograma con una rama de palma, símbolo de victoria, indicaba la victoria de Cristo. Estos monograma s se representaban en los sepulcros de los mártires, ya que los que sufrieron por Cristo, vencieron a la muerte. Los monogramas que tenían estrellas hablaban del Salvador, Quien "tenía en su diestra siete estrellas" (Ap. 1:16).
Los monogramas con triángulos explicaban el misterio del Dios trihipostático. El monograma constituía una enseñanza encubierta y abreviada de la esencia de la fe cristiana; el mismo hablaba del nombre de Cristo que "es sobre todo nombre, ante el nombre de Jesús se dobló toda rodilla de los que están en los cielos, en la tierra y en los infiernos" (Fil. 2:9-10); hablaba también de Su cruz y Su crucifixión; de las tres hipóstasis de la Divinidad. Gracias al monograma la doctrina cristiana se preservó durante los tiempos de persecución.
Los humildes y mansos soldados de Cristo, los mártires cristianos, con su amor, paciencia y sufrimientos vencieron el mundo pagano; terminaron con las crueldades de la esclavitud; destruyeron los ídolos y prepararon al mundo para recibir a Cristo. Antes de la batalla decisiva contra Masquentio, San Constantino, emperador de Bizancio (312-337), tuvo una visión de la cruz, o mejor dicho, del monograma "PX," con la barra transversal, y debajo de ella la siguiente inscripción: "Con ella vencerás." San Constantino mandó adornar con ese signo la parte superior de los estandartes de sus regimientos (labarum) y así venció al enemigo. De este modo comenzó un nuevo mundo, el mundo cristiano.
Desde fines del siglo 6 el monograma cede su lugar a la cruz. En el siglo 5to. las cruces, como escribe San Juan Crisóstomo, estaban difundidas por doquier: en las casas, en las plazas, en el desierto, en los caminos, en las montañas, en los barcos y las islas, en las habitaciones, sobre la vajilla. Constantino el Grande puso una cruz de oro puro sobre el sepulcro del apóstol Pedro en Roma. En aquella época trataban de tener cruces en todos lados: sobre el pecho, en las casas, sobre las tumbas de los seres queridos.
La forma inicial de la cruz y la más difundida era la cruz equilátera, de ella provienen muchas variedades de cruces. El beato Agustín y San Irineo suponen que Cristo fue crucificado sobre una cruz romana o latina (crux imissa). La cruz egipcia o de San Antonio es la llamada crux comissa, según la Tradición San Antonio Magno tenía una cruz así; la cruz de San Andrés es la llamada crux decussata sobre la cual fue crucificado San Andrés, según la Tradición. Además de la cruz ortodoxa rusa, se conoce también, por ejemplo, la cruz Jordana de la pequeña Rusia (es la que representaban en las puertas de las casas en la pequeña Rusia, Ucrania, cuando recorrían con el agua del 'Jordán').
La Veneración De La Cruz
En La Iglesia Ortodoxa
"Cruz, custodia de todo el universo; Cruz, belleza de la Iglesia; Cruz, cetro de los zares; Cruz, confirmación de los fieles; Cruz, gloria de los ángeles y herida de los demonios" (svetilen a la Cruz). En la Iglesia Ortodoxa la Cruz ocupa un lugar especial. Tres veces en el año se oficia en honor a la Cruz: el 14 de septiembre, día de la Exaltación de la Cruz, durante la tercera semana de la Gran Cuaresma y el 1 de agosto, día de la Procesión de la Cruz.
Al final de los matutinos el obispo o el sacerdote sacan la cruz al centro de la Iglesia para que sea venerada por los fieles. "Ante Tu Cruz nos prosternamos ¡oh, Soberano! y glorificamos Tu Santa Resurrección."
La Cruz es el fundamento de toda la vida de la Iglesia. Al construirse un templo primero se bendice el lugar donde esta previsto erigir el nuevo templo. La bendición la realiza un obispo o un sacerdote. Los cimientos del templo se hacen en forma de cruz, de círculo (símbolo d e la eternidad) o de nave(símbolo de la Iglesia). El edificio del templo se corona con una o varias cruces. Una cruz simboliza a Cristo; tres, a la Santísima Trinidad; cinco, a Cristo y los cuatro evangelistas; trece, a Cristo y los apóstoles. La cruz se alza sobre el templo encima de la cúpula como símbolo de nuestro triunfo y victoria. San Juan Crisóstomo dice: La Cruz está en todos lados y resplandece más que el sol."
Acerca de la veneración de la Cruz escribieron muchos escritores de la Iglesia y teólogos: los apologetas Tertuliano, Minucio, Felix, Octaviano; teólogos, tanto orientales como occidentales, San Teodoro Estudita, Gamartolio y otros.
Los Concilios quinto y sexto de Trulla del año 629 prohibieron representar cruces en el piso de los templos para que no se pisotee y profane la Cruz.
Durante la herejía iconoclasta algunos herejes afirmaban que l a veneración del madero de la Cruz es idolatría. En defensa de la Cruz se alzaron la reina Irene y el Patriarca Tarasio. En el VII Concilio Ecuménico en Nicea en el año 787, fue condenada la herejía iconoclasta . En ese mismo Concilio se determino que la veneración de la Cruz tiene el mismo significado que la confesión del Salvador.
Pero aun así, la herejía iconoclasta no fue derrotada por completo. La emperatriz Teodora, siguiendo a Irene, se pronunció nuevamente en defensa de la veneración de la Cruz y de los santos iconos. En el concilio local de Constantinopla del año 842, presidido por el Patriarca Metodio fue confirmada la santidad del 7 Concilio Ecuménico y la veneración de los santos iconos. En honor a ello se estableció la fiesta del Triunfo de la Ortodoxia. En la Iglesia Ortodoxa esta festividad se conmemora el primer domingo de la Gran Cuaresma hasta hoy día.
La Cruz es una realidad, en toda su plenitud, actual y concreta de la Iglesia. Los textos litúrgicos proclaman: "la invencible, incomprensible fuerza de la Sagrada y Vivificante Cruz.... La Divina Liturgia comienza con la exclamación del sacerdote del nombre de Dios en sus tres Personas: "Bendito sea el Reino, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo." En ese momento el sacerdote hace la señal de la cruz con el Evangelio sobre el altar. Durante el oficio el sacerdote bendice haciendo la señal de la cruz. El obispo persigna al pueblo con el dikirios y trikirios, bendiciéndole en el nombre de Cristo en Sus dos naturalezas y en el nombre de Dios en Sus tres Personas. Cuando se canta el Trisagio, el obispo hace la señal de la cruz con el dikirios sobre el Evangelio. Ello significa que bendice el Evangelio y señala el misterio de la Cruz que se relata en él y con la cual se bendecirán los Santos Dones en el momento de la transubstanciación. Al final del canto del Trisagio, el obispo bendice al pueblo con la cruz y el dikirios, lo que recuerda el misterio de la redención realizada por Cristo en Sus dos naturalezas sobre la Cruz. En la Liturgia la Cruz tiene un significado especial, ya que la transubstanciación ocurre durante la bendición de los Santos Dones con la señal de la Cruz.
Durante el oficio, el sacerdote o el obispo, más de una vez bendicen a los fieles con la mano, con los dedos colocados de manera tal que recuerden las dos primeras letras del nombre de Jesucristo. Al finalizar la Liturgia, el sacerdote pronuncia la despedida con la Cruz en la mano y de la misma manera dice el sermón. Después de la despedida los fi eles besan la Cruz y saludan a su padre espiritual y el santo templo donde oraron. Al salir de este santo lugar los fieles se paran de frente al altar y se persignan.
La Cruz es la fuerza divina de todos los sacramentos. Cuando el sacerdote santifica el agua durante el bautismo hace la señal de la cruz y bendice el agua diciendo: "Que se destruyan, bajo la imagen de Tu Cruz, todas las fuerzas adversas." Al bautizado se le coloca una cruz con l as siguientes palabras: "El que quiera seguirme, niéguese a si mismo, tome su cruz y sígame" (Mc. 8:34). Ello le recuerda al recién bautizado que él es un seguidor de Cristo quién murió en la Cruz. El que oficia el sacramento del bautismo unge al bautizado con óleo, luego con santo miro haciendo la señal de la cruz en su cuerpo. Los cabellos de la cabeza del bautizado también se cortan en forma de cruz.
Los comulgantes se acercan a tomar la Santa Comunión con los brazos puestos en forma de cruz sobre su pecho. Este momento recuerda la Mística Cena y la muerte de Cristo en la Cruz.
Durante el sacramento del matrimonio el sacerdote bendice tres veces a los novios con la señal de la cruz diciendo: "Señor, Dios nuestro, con gloria y honor, corónales." Este momento es la esencia del sacramento.
El sacramento del arrepentimiento se realiza cuando el sacerdote pronuncia la oración de absolución y hace la señal de la cruz sobre el penitente, esto santifica el sacramento.
Durante la unción con óleo el, o los sacerdotes ungen al enfermo con óleo santificado y hacen la señal de la cruz sobre su cuerpo. Durante el entierro, el sacerdote que oficia el funeral coloca una cruz sobre el pecho del difunto, si es un sacerdote o un obispo se l e ponen además de la cruz, el Evangelio. Al final del funeral el sacerdote hace la señal de la cruz sobre el cuerpo del difunto habiéndole asperjado con agua bendita. Este es el momento de la despedida del padre espiritual con el difunto.
Toda la vida diaria del cristiano está custodiada por la señal de la cruz. Los primeros cristianos se bautizaban persignándose. El Santo Apóstol Juan antes de su entierro dibujó una cruz sobre su cabeza con la mano. En las actas de San Afri se relata que cierta vez un pagano les dijo a San Narquis y a su diácono: "Sé que son cristianos ya que con frecuencia signan su frente con la cruz."
Ya en tiempos de los apóstoles se comenzaba todo acto con la señal de la cruz. Al entrar al templo, los cristianos se persignaban. Ha cían lo mismo al comenzar y al finalizar las oraciones. El sacerdote se persignaba al comenzar el sermón. Con la señal de la cruz se comenzaba cualquier oficio de la Iglesia: la bendición, la santificación, etc. Tertuliano escribe que los cristianos se persignaban durante todas sus ocupaciones, ante cada movimiento: cuando salían o volvían a su casa, cuando se vestían y se calzaban, al entrar al baño, al sentarse a l a mesa, al encender las lámparas, al comenzar una conversación, al acostarse, etc. Se signaban siempre con la mano derecha aunque de distinta manera, al principio lo hacían con un dedo signando la frente, la boca y el pecho. Esto se llamaba la pequeña cruz. Luego se persignaban tocan do con la mano la frente, el pecho, el hombro derecho y después el izquierdo. Con el tiempo comenzaron a poner tres dedos juntos al persignarse, con lo que recordaban la Santísima Trinidad, y los dos dedos restantes los apretaban contra la palma como símbolo de las dos naturalezas de Cristo. Los ortodoxos mantuvieron esta forma de persignarse hasta nuestros días.
En el mundo cristiano, la cruz es símbolo de verdad, honestidad y respeto. Los cristianos colocaban el signo de la cruz en documentos, cuando firmaban cualquier papel importante. Los analfabetos, en lugar de su apellido podían dibujar tres pequeñas cruces sobre el papel, y dicha 'firma' era reconocida. Los obispos hasta hoy día colocan una cruz antes de su nombre al firmar un papel. Los hombres de estado y los militares que sobresalían durante la guerra, eran condecorados con Cruces.
La vestimenta de los monjes incluye el 'analavo' o 'paraman,' "que se coloca sobre los hombros en forma de cruz. Esto significa que los monjes llevan sobre si el signo de la cruz. ¿Cuál es la cruz del monje? La completa mortificación, es decir, que el hombre murió para todo lo mundano, ello ocurre en el monje por su fe en Cristo" (de Abba Doroteo, del editor).
Es difícil enumerar todos los casos en que la cruz actúa sobre nuestra vida. Pero hay una significación más de la cruz que es especialmente importante para el cristiano. Hasta que se cumpla el tiempo y aparezca la Cruz, "la señal del Hijo del Hombre en los cielos" (Mt. 24:30),todos los cristianos, la Iglesia que lucha, estamos llamados a seguir a Cristo en su camino de la Cruz. El Señor dijo: "El que quisiere venir en pos de mi, niéguese a si mismo, tome su cruz y sígame" (Mc. 8:34). Para seguir a Cristo, tomemos nuestra cruz, es decir, nuestras desgracias, nuestros sufrimientos y tribulaciones, nuestras tragedias familiares, nuestros esfuerzos de fe y las negaciones de nuestro ser. El beato Agustín dice: "Toda la vida del cristiano que vive de acuerdo con el Evangelio, implica su cruz y sufrimientos." "Tomar la cruz - escribe el obispo Ignati Brianchaninov - significa la sumisión voluntaria y devota al juicio de Dios ante todas las aflicciones que nos envíe o que permite la providencia de Dios."
De este modo, tomemos nuestra cruz y vayamos en pos de Cristo, en pos de Cristo al Golgota. Si morimos con Cristo también resucitaremos con El; si sufrimos con Cristo también nos glorificaremos con El. ¡ Debemos tener un poco de paciencia aquí, entonces reinaremos eternamente!
¡Oh, Tres veces bendito madero de la Cruz! muéstranos el camino para la salvación de nuestra vida.
No comments:
Post a Comment
Note: Only a member of this blog may post a comment.