Sunday, December 29, 2019

Los Santos Padres acerca de la lucha con la Pasión carnal.

La lucha con el espíritu de lujuria es la más prolongada y constante y para pocos termina en victoria. La pasión carnal comienza a manifestarse en el hombre desde la temprana madurez y no se detiene antes de vencer a las otras pasiones. Por cuanto el peligro de esta pasión es doble (en el cuerpo y en el alma) también hay que enfrentarlo con doble arma. No es suficiente el ayuno para conseguir la perfecta castidad. Es necesario agregarle tanto una penitente contrición del espíritu como la oración ininterrumpida contra este repugnante espíritu (la pasión lujuriosa). Además de esto es necesario leer continuamente Las Sagradas Escrituras, ocuparse en la meditación acerca de Dios, alternar esto con el trabajo físico y manual, lo cual detiene el vagar errante de los pensamientos. Sobre todo hay que tener una profunda humildad, sin la cual no se puede conseguir la victoria sobre ninguna pasión (san Juan Casiano el Romano).
 
Por cuanto es tan alta la dignidad de la castidad, también son tan fuertes los embates del enemigo al enfrentarse a ella. Por eso nosotros, con toda aplicación, debemos no sólo contenernos en todo, sino contristar continuamente en nuestro corazón con oración penitente, para que El Espíritu Santo con el rocío de Su Gracia que penetra en el corazón refresque y apague el horno de nuestra carne, que el rey de Babilonia (el diablo) continuamente trata de encender.
 (san Juan Casiano).
 
Ante el ardor de los deseos medita acerca del fuego inapagable y del gusano que nunca muere e instantáneamente se apagará el ardor en tus miembros. De otra manera te debilitarás, serás vencido y te acostumbrarás al pecado por más que te arrepientas.
Por eso desde el mismo comienzo sé estricto hacia cualquier deseo semejante para que no seas vencido y para que no te acostumbres a cederle la victoria al enemigo. Pues la costumbre es la segunda naturaleza. Quien se acostumbra a cederle la victoria al deseo pecaminoso será reprendido continuamente por su conciencia; y aunque delante de otros muestre un rostro alegre en su interior estará amargado por la acusación de la conciencia. Porque es propiedad del deseo transmitirle una dolorosa congoja a los que lo practican. Por eso préstale atención a tu alma, siempre teniendo a Dios dentro de ti.
 (San Efrén el Sirio).
 
Cuando el demonio comienza a dibujar en tu imaginación tentadoras visiones y representa en tu mente la hermosura de una mujer que alguna vez viste, introduce dentro de ti el temor de Dios y recuerda acerca de los muertos en el pecado, piensa en el día que tu alma va a despedirse de tu cuerpo, imagínate la voz de Dios que con terror oirán los que no se preocuparon por tener una vida justa y no han guardado los mandamientos de Cristo: "Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno, preparado al diablo y a sus ángeles" (Mat. 25:41). También imagínate al gusano que no muere y los tormentos ininterrumpidos. Piensa sobre esto y se disolverá la sed de gozo, así como se derrite la cera del rostro del fuego, porque los demonios no pueden permanecer ni un momento contra el temor de Dios. (San Efrén el Sirio).
 
La victoria sobre esta pasión se condiciona con la limpieza completa del corazón, del cual según la palabra del Señor surge el veneno de esta enfermedad. "Del corazón, — dice Él — salen los malos pensamientos... los adulterios, las fornicaciones, y otros" (Mat. 15:19; San Juan Casiano).
 
No le permitas a tus ojos vagar de aquí para allá y no te quedes mirando la belleza ajena para que tu enemigo no te derrote con la ayuda de tus ojos (san Efrén).
 
Si te molesta el demonio de la lujuria prohíbelo diciéndole: "Que el Señor te destruya hediondo diablo impuro" ya que conocemos al que dijo: "Los pensamientos Carnales — son lucha contra Dios" (Rom. 8:7; San Efrén el Sirio).
 
Si se levanta dentro de ti la lucha de la carne no temas y que no decaiga tu espíritu. De otra manera tu aumentarás el arrojo de tu enemigo (el diablo) quien comenzará a sugerirte pensamientos de tentación: "No cesará tu ardor hasta que no satisfagas tu deseo." Pero soporta, tenle paciencia al Señor y con llanto derrama tu oración delante de Su bondad y Él te oirá y te liberará del pozo de las pasiones (los pensamientos impuros) y del lodo del cieno (los deseos vergonzosos) y pondrá tus pies sobre la piedra de la pureza (Salmo 39:1-3). Entonces verás Su ayuda venida a ti. Solamente debes soportar, no te debilites con el pensamiento, no te canses de sacar el agua del bote porque el puerto de la vida esta cercano. Entonces tú exclamarás y Él dirá: "Aquí estoy" (Is. 58:9). Pero Él espera para ver tu esfuerzo, para ver si es cierto que estás dispuesto a luchar contra el pecado hasta tu muerte. Así, no caigas de espíritu: Dios no te dejará. Dios mira tu esfuerzo, lo ven también las huestes de ángeles y la turba de demonios. Los ángeles están dispuestos a entregar la corona al vencedor y los demonios a cubrir con la vergüenza al vencido. Estate atento para no entristecer a los tuyos (los ángeles) y para no alegrar a los extraños (los demonios. San Efrén el Sirio).
 
El Abba Pimen dice acerca de los pensamientos lujuriosos: "Si un cofre lleno de cosas permanece mucho tiempo cerrado y la ropa contenida en él no es examinada, su contenido con el tiempo se pudrirá. Así sucede también con los pensamientos repugnantes que nos introduce el diablo: si no los cumplimos en los hechos se pudrirán y desaparecerán con el tiempo" (Abba Pimen).
 
Un discípulo le preguntó al abba Agaphon como luchar contra la lujuria. El maestro contestó: "Ve, inclina ante Dios tu fuerza (sé humilde en extremo ante Él) y encontrarás tranquilidad."
Efectivamente, si todo logro en las virtudes es acción de la gracia del Señor y la victoria sobre las distintas pasiones es Su victoria, entonces la consecución de la pureza y la victoria sobre la pasión de la lujuria es obra de una especial gracia de Dios, de lo que dan testimonio los santos padres experimentados en la limpieza de esta pasión. Porque permanecer en la carne y no sentir su aguijón es semejante en cierta forma a salir de ella. Y es por eso que no le es posible al hombre volar con sus propias alas hacia la celestial altura de la perfección si la Gracia del Señor no lo saca del terrenal cieno. Porque la gente con ninguna otra virtud se asemeja tanto a los ángeles como con la consecución de la gracia de la pureza 
(san Juan Casiano).
 
Un indicador de la pureza y del perfeccionamiento alcanzado es cuando a la persona en el descanso o en un sueño agradable no le surge ninguna imagen tentadora o, si bien surge una imagen, no despierta en él ningún deseo carnal. Sin embargo el deseo involuntario, aunque no es considerado pecado, indica que el alma aun no ha alcanzado la perfección y que las raíces de la pasión todavía no están desarraigadas (san Juan Casiano).

Obispo Alejandro Mileant. 
 
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Tuesday, December 24, 2019

Cristo ha nacido, glorificadlo!


Cristo ha nacido, glorificadlo!

¡Cristo viene de los cielos, recibidlo!

¡Cristo está sobre la tierra, elévense!

Cantad al Señor toda la tierra y

Alabadle, oh pueblos, con alegría

Porque ha sido glorificado.
 
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Tu nacimiento, Cristo nuestro Dios !

Tu nacimiento, Cristo nuestro Dios,
ha mostrado al mundo la luz de la sabiduría.
Porque los que adoraban las estrellas fueron enseñados por una estrella a adorarte, oh Sol de Justicia, Y a saber que tu viniste del Oriente de las alturas, Oh Señor, gloria a Ti”.
 
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Sunday, December 15, 2019

Oraciones de Penitencia en Casa.


Te ofrezco, oh Señor misericordioso, la pesada carga de mis innumerables pecados, con los cuales peque ante Ti, comenzando desde mi juventud hasta el día de hoy.
Pecados del pensamiento y sentimentales. 
He pecado ante Ti, oh Señor, siendo desagradecido a Ti y tu misericordia, con el olvido de tus mandamientos e indiferencia para contigo. 
He pecado por mi poca fe, dudando en temas de la fe y con libertinaje en los pensamientos.
 
 He pecado con superstición, apatía hacia la Verdad y con el interés a enseñanzas no ortodoxas. He pecado con pensamientos blasfemos e inmundos, sospechosos y aprecivos. 
He pecado con atadura al dinero y a los elementos de lujo, diversiones pasionales, celos y envidia. 
Perdóname y ten piedad de mí, oh Señor.
 
He pecado deleitándome con pensamientos pecaminosos, ansiedad por los placeres y debilidad espiritual. 
He pecado con ilusiones, vanagloria y vergüenza falsa. He pecado con el orgullo, menosprecio a las personas y esperanza en mi mismo. He pecado con el desaliento, pena mundana, desesperación y quejas.
He pecado irritándome, siendo rencoroso y malvado. Perdóname y ten piedad de mi, oh Señor.
Pecados de palabra. 
He pecado con palabras vacías, risa vana y burlas. He pecado conversando en el templo, mencionando el nombre de Dios en vano y juzgando a mis prójimos. 
He pecado utilizando palabras cortantes, siendo pendenciero y haciendo indicaciones mordaces. He pecado con espíritu cicatero, ofendiendo al prójimo y con fanfarronería. 
Perdóname y ten piedad de mi, oh Señor.
He pecado bromeando indecorosamente participando en cuentos y conversaciones indecentes. He pecado quejándome, con el incumplimiento de mis promesas y con falsedad. He pecado utilizando palabras injuriosas, insultando al prójimo y maldiciendo. He pecado divulgando rumores depravados, calumnias y denuncias.
Pecados de hecho. He pecado con la pereza, perdiendo el tiempo en vano y faltando a los oficios religiosos. He pecado llegando tarde frecuentemente a los oficios religiosos, con negligencia y distracción en la oración y con falta de entusiasmo espiritual. He pecado desdeñando las necesidades de mi familia, desdeñando la educación de mis hijos y con el incumplimiento de mis obligaciones. Perdóname y ten piedad de mi, oh Señor.
He pecado con la gula, comiendo de mas y faltando a los ayunos. He pecado fumando, abusando de las bebidas alcohólicas y utilizando métodos para exitarme. He pecado ocupándome demasiado de mi imagen exterior, fijándome con deseo, observando cuadros y fotografías obscenas. He pecado escuchando música ruidosa, conversaciones pecaminosas y cuentos indecentes. He pecado con comportamiento seductor, masturbándome y fornicando. He pecado con diferentes distorsiones sexuales y con infidelidad. (Aquí hay que arrepentirse y confesar los pecados que son vergonzosos para enumerarlos en voz alta). He pecado aceptando el aborto o participando en él. Perdóname y ten piedad de mí, oh Señor.
He pecado con amor al dinero, con afición a los juegos de azar y deseo de enriquecimiento. He pecado con pasión por mi carrera y el éxito, codicia y prodigalidad. He pecado negando a ayuda a los necesitados, avidez y avaricia. He pecado siendo cruel, duro, seco y falto de amor. He pecado con el engaño, robo y concusión. 
He pecado visitando adivinadoras, con la invocación de malos espíritus y con costumbres supersticiosas. Perdóname y ten piedad de mí, oh Señor.
He pecado con explosiones de ira, maldad y tratando groseramente al prójimo. 
He pecado con la irreconciabilidad, venganza, insolencia e impertinencia. He pecado: fui caprichoso, antojadizo y puntilloso. 
He pecado con la desobediencia, terquedad e hipocresía. 
He pecado tratando con descuido los objetos sagrados, cometiendo sacrilegio e blasfemando. Perdóname y ten piedad de mí, oh Señor.
También he pecado en palabras, pensamientos, obras y con todos mis sentidos, a veces involuntariamente, pero más frecuente en forma consciente y por mi terquedad y costumbre pecaminosa. 
Perdóname y ten piedad de mí, oh Señor. Recuerdo algunos pecados, pero por mi indolencia y desatención espiritual, he olvidado la mayoría por completo. ¡Ay de mí, si me presentare con ellos ante el Terrible Tribunal de Dios!
 
Ahora, sinceramente y con lagrimas, me arrepiento de todos mis pecados realizados conscientemente o por ignorancia. Caigo ante Ti, Misericordioso Señor Jesús, mi Salvador y Pastor, y te ruego que me perdones como aquella vez al ladrón crucificado junto a Ti. Te pido, oh Señor, que me limpies y me hagas digno y sin condenación de ser participe de tus Purismos Sacramentos para la renovación de mi alma. 
 
También te ruego que me ayudes a odiar todo mal y todo pecado, por completo dejar de pecar, y en los días que le restan a mi vida, fortalecerme en el firme deseo de vivir cristianamente, para el bien, la verdad y para gloria de tu Santo nombre. Amen.

Salmo 50


Ten piedad de mí, ¡oh, Dios conforme con tu gran misericordia! Según la multitud de tus piedades, borra mi iniquidad. Lávame más y más de mi maldad y límpiame de mi pecado. Porque yo reconozco mi iniquidad y mi pecado está siempre ante mí. Sólo contra Ti he pecado y lo malo hice delante de Ti. A fin de que perdonándome aparezcas justo en tus palabras y quedes victorioso cuando juzgues. En iniquidad he sido concebido y en pecado me dio a luz mi madre. Tú amas la verdad, Tú me revelaste los secretos y recónditos misterios de tu sabiduría. Rocíame con hisopo y seré purificado; me lavarás y quedaré más blanco que la nieve. A mi oído darás gozo y alegría y se regocijarán mis huesos abatidos. Aparta tu rostro de mis pecados y borra todas mis iniquidades. Crea en mí, ¡oh, Dios! Un corazón puro y renueva un espíritu recto dentro de mí. No me apartes de tu rostro y no quites de mí tu Espíritu Santo. 
 
Devuélveme la alegría de tu salvación y confórtame con Espíritu Soberano. Enseñaré a los prevaricadores tus caminos y los pecadores se convertirán a Ti. Líbrame de la sangre, ¡oh, Dios, Dios de mi salvación! Y proclamará gozosa mi lengua tu verdad. Señor, abre mis labios y mi boca publicará tu alabanza. Porque si hubieras querido sacrificio, los hubiese ofrecido; no quieres holocausto. El espíritu compungido es el sacrificio para Dios; un corazón contrito y humillado Dios no lo despreciará. Haz bien, Señor, con tu benevolencia a Sión, edifica los muros de Jerusalem. Entonces te agradarán los sacrificios de verdad, las ofrendas y los holocaustos; entonces ofrecerán becerros sobre tu altar.

Piensa hermano o hermana, que no hay pecado que sobrepase la misericordia de Dios. Él mismo pues, prometio a los arrepentidos: "...si vuestros pecados fueran como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana." (Isaías 1; 18).


Obispo Alejandro Mileant
 
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Thursday, December 5, 2019

San Nicolás de Bari Taumaturgo. 19 dic. 22 mayo (6 Dic. y 9 Mayo según calendario Religioso.)

San Nicolás de Bari Taumaturgo, que hace milagros, es el Santo más venerado por los Ortodoxos y especialmente por la gente Rusa. En diferentes y peligrosos caminos de la vida él es quien Ayuda Rápidamente. Nació en Asia Menor a fines del tercer siglo. Desde temprana edad era profundamente religioso y su tío, obispo de la ciudad de Pátara, se preocupo por él y lo ordenó sacerdote, siendo joven.
Después de la muerte de sus padres San Nicolás heredó una inmensa fortuna la que puso al servicio de los necesitados. Él trataba de ayudar a la gente en forma anónima, para que no se lo agradezcan. Lo que contamos mas abajo demuestra como él ayudaba a los necesitados.
En la ciudad de Pátara vivía un hombre rico, quien tenia tres hijas. Cuando las hijas empezaron a llegar a la mayoría de edad, tuvo mala suerte en sus negocios y quedó arruinado. Entonces se le ocurrió la idea de utilizar la belleza de sus hijas para conseguir medios de vida. San Nicolás supo sobre sus planes y decidió salvar a él y a sus hijas de tan grande deshonor. Se acercó fugitivamente durante la noche a la casa del comerciante arruinado y tiró por la ventana una bolsita con monedas de oro. Cuando encontró la bolsita el contento comerciante casó a su hija mayor, dándole la dote correspondiente. Poco tiempo después San Nicolás tiró la segunda bolsita con monedas de oro, lo que alcanzó para la dote de la segunda hija y también ella se casó. Cuando San Nicolás tiró por la ventana la tercera bolsita con las monedas de oro para la hija menor, el comerciante lo esperaba. Arrodillándose delante de San Nicolás, él agradecía llorando la salvación de su familia del tremendo pecado y deshonor. Ubicadas sus tres hijas y pasando algún tiempo, el comerciante mejoró sus negocios y empezó a ayudar a la gente imitando a su benefactor.
San Nicolás quiso visitar los lugares Santos y se embarco sobre una nave en Patrás con destino a Palestina. El viaje fue tranquilo, pero el Santo supo gracias a una visión sobre la tormenta y lo dijo a sus compañeros de viaje. Efectivamente, pronto se desató una fuertísima tormenta y la nave se convirtió en un juguete de las olas. Sabiendo que San Nicolás era Sacerdote todos le pidieron que rece por la salvación. Y gracias a las oraciones del Santo el viento se calmó y vino gran silencio. Después de esto, uno de los tripulantes a raíz del viento se cayó del mástil a la cubierta y quedó muerto. La oración a Dios del Santo lo resucitó.
Después de visitar Tierras Santas, San Nicolás tenía la intención de irse al desierto y vivir lejos de la gente. Pero, Dios le indicó un acto de valor, ser un buen pastor. El Santo escuchó la voz que le ordenaba regresar a la patria y servir a la gente.
No queriendo vivir en la ciudad donde la gente lo conocía y lo elogiaba, Nicolás se fue a la cercana ciudad de Mira, principal ciudad de la región de Lisia, donde estaba la sede episcopal. San Nicolás vino como un pobre. Amando la iglesia él iba todos los días ni bien se abrían las puertas.
En aquel tiempo falleció el obispo de la ciudad de Mira y todos los obispos se reunieron para elegir al sucesor. No se ponían de acuerdo hasta que uno de ellos aconsejó: "El Señor Mismo debe mostrar Su elección. Recemos, ayunemos y esperaremos la decisión de Dios." Y así fue. Dios reveló al obispo mayor que aquel hombre quien entrará primero a la iglesia debía ser el obispo. El obispo comentó a los otros obispos sobre la revelación y antes de que empiece la Misa se paró en la entrada de la iglesia, esperando al elegido por Dios. De acuerdo a su costumbre, San Nicolás entró primero para rezar. Cuando el entraba a la iglesia, el obispo lo paró y le preguntó: "¿Cómo te llamas?" Nicolás se identificó.
"Acompáñame hijo" — dijo el obispo. Le tomó la mano y lo hizo entrar a la iglesia y le comunicó que lo ordenarán como obispo de Mira. San Nicolás temía asumir un cargo tan alto, pero tuvo que aceptar el deseo de los obispos y el pueblo.
Siendo obispo Nicolás se dijo a sí mismo: "Hasta ahora pude vivir para mí mismo y para la salvación de mi alma, pero desde ahora cada instante de mi vida deberá ser para otros." Y procedió así. Olvidándose de sí mismo, el Santo dejó abiertas las puertas para todos. Se convirtió en el padre de los huérfanos y los pobres, defensor de los ofendidos y benefactor de todos. De acuerdo a los comentarios de sus contemporáneos fue una persona de carácter suave, no se enojaba, vestía la ropa sencilla, comía una vez por día — a la noche.
Cuando empezó la persecución durante el reinado del emperador Diocleciano (Años 284-305) el Santo fue encarcelado. Ahí también, olvidándose de sí mismo, con sus palabras y ejemplo el sostenía a los cristianos que sufrían con él. Sin embargo, el Señor no quiso que él muera como mártir. El nuevo emperador Constantino fue benévolo con los cristianos y les otorgó el derecho de expresar abiertamente sus creencias religiosas.
Entonces San Nicolás pudo regresar a sus fieles. Es difícil enumerar a todos los que el ayudó y sobre los milagros hechos por él. Una vez en la región de Licia empezó la hambruna. El Santo se presentó en un sueño a un comerciante, quien estaba cargando en Italia su barco con pan, le dio monedas de oro y le ordenó navegar hacía la ciudad de Mira en la región de Licia. Al despertarse y viendo en sus manos las monedas de oro el comerciante se asustó y cumplió lo que le ordenaba el Santo, trajo su pan al país hambriento y contó a los que vivían ahí sobre su visión milagrosa y gracias a la cual el vino.
En aquella época en muchas iglesias había disturbios a raíz de la herejía Arriana, que negaba la Divinidad del Señor Jesús Cristo. Para apaciguar la Iglesia, el emperador Constantino llamó al Concilio Ecuménico en la ciudad de Nicea en el año 325. Entre los obispos asistía San Nicolás de Mira. El Concilio Ecuménico condenó al arrianismo y fue compuesto el Símbolo de la Fe, en el cual se expuso en palabras exactas la Religión Ortodoxa, la fe en el Señor Jesús Cristo como el Hijo de Dios, quien era de su misma naturaleza. Durante los debates, cuando San Nicolás escuchó las palabras blasfemias, se indigno tanto que le dio una bofetada a Ario delante de todos. El Concilio le retiró su cargo como obispo por violar el orden. Sin embargo, muy pronto algunos obispos tuvieron una visión en la cual ellos veían al Señor Jesús Cristo entregando a San Nicolás el Evangelio y a la Madre de Dios cubriéndolo con su velo. Los obispos comprendieron hasta que punto el arrianismo es desagradable a Dios y le devolvieron su cargo de obispo.
De la vida de San Nicolás se sabe — que una vez el emperador condenó, a raíz de una falsa denuncia, a muerte a tres jefes militares. Acordándose de los milagros de San Nicolás, ellos le entregaron su petición, pidiendo que les ayude. Después de rezar, el Santo se presento en un sueño al emperador ordenándole dejar en libertad a sus fieles servidores, en caso contrario sería castigado. "¿Quiénes sois — que te atreves a exigir algo de mí? — preguntó el emperador" "Soy Nicolás, el obispo de la ciudad de Mira" — contestó el Santo. Sin atreverse a no cumplir la orden, el emperador reviso el caso muy atentamente y con honor dejó en libertad a los jefes militares.
Una vez navegaba un barco de Egipto a Libia. Se levantó una gran tormenta y el barco estaba a punto de zozobrar. Algunos se acordaron de San Nicolás y en sus oraciones le pidieron ayuda. Y vieron como el Santo va apurado sobre el mar enfurecido, sube al barco y toma el timón. La tormenta se calma y el barco llega bien al puerto.
San Nicolás falleció en la mitad del siglo IV, siendo anciano. Pero con su muerte no se termino su ayuda, se incrementó. Durante más de mil quinientos años él es quien ayuda rápidamente a todos los que le piden rezando. Hay muchos libros sobre su ayuda y el amor de los Ortodoxos sigue aumentando.
Cuando en el año 1087 los sarracenos devastaron la región de Licia, San Nicolás se presentó a un devoto sacerdote, en la ciudad de Bari (Italia) y le ordenó trasladar sus reliquias a esta ciudad. Esta orden del Santo fue rápidamente ejecutada y desde entonces sus reliquias se encuentran en la iglesia de esta ciudad. Las reliquias despiden un miro curativa. El recuerdo de este hecho se celebra el 22 de mayo según el calendario actual.

Obispo Alejandro Mileant
 
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Wednesday, December 4, 2019

Santa Mega Mártir Bárbara


17 Dic. (4 Dic. según calendario Religioso.)
Santa Bárbara fue la única hija de un noble pagano, quien pronto se quedó viudo. Dioscórides, su padre, fue un hombre poderoso, quien estaba acostumbrado a la completa obediencia de sus subalternos. Amaba a su hija más que cualquier cosa en el mundo y de acuerdo a su pagano pensar le deseaba solamente los bienes terrenales. Vivía Santa Bárbara en Heliópolis en Fenicia (al norte de Tierra Santa) a fines del III y principios del IV siglos. Pensando que el trato con la gente haría que Bárbara conozca la gente no deseada, Dioscórides edificó para ella una magnífica vivienda con una alta torre y dio la orden de que no salga.
Estando sola, la joven Bárbara se consolaba sentada al lado de la ventana de su torre mirando con fascinación la belleza de los alrededores. A ella le gustaba ver la vista de las colinas que desaparecían a lo lejos, el suave verdeo de los valles, la blancura de las nubes que se desplazaban sobre el celeste firmamento, el aroma de las flores del campo y de la hierba. Cuando oscurecía, ver como miríadas de estrellas, una detrás de otra, se encendían sobre el oscurecido cielo. El alma joven de Bárbara tenía un gran deseo de conocer al Creador de esta divina belleza. Las contestaciones de sus educadores paganos no la satisfacían y después de pensar mucho Bárbara llegó a la conclusión de que debe ser un Creador bueno, con profunda sabiduría y todopoderoso quien creó todo y a todo le dio vida. A Él quiso conocer Bárbara.
Cuando Bárbara llegó a la mayoría de edad, su padre decidió casarla. Empezaron a visitarla muchos pretendientes, pero ella los rechazaba, utilizando diferentes argumentos. Entonces, el padre pensó que ella se hizo insociable porque estaba encerrada mucho tiempo y le permitió salir de la casa y conocer gente. Dios hizo que Bárbara conozca a los jóvenes cristianos y ellos le contaron sobre Dios — Creador y sobre Cristo Salvador. Ella, con su sensible alma entendió que finalmente encontró lo que buscaba desde hacía tiempo. Se hizo cristiana y se bautizó a escondidas de su padre.
Cuando Dioscórides regresó a la casa, el vio con asombro que en el baño, que se edificaba para Bárbara, había tres ventanas en vez de dos que el ordenó hacer y sobre el mármol había un dibujo de una cruz. En una tensa conversación con su padre Bárbara no pudo ocultar más su creencia cristiana. Ella explicó que las tres ventanas simbolizan la Santa Trinidad y la cruz dibujada en memoria del crucificado Salvador. Enfurecido Dioscórides quiso matarla con su espada, pero Bárbara huyó.
Dioscórides la encontró recién al día siguiente y la dejó encerrada durante varios días sin comida. Después, el entregó a Bárbara al intendente de la ciudad Martiano como cristiana y dijo: "Haga con ella lo que quieres. Yo no quiero saber nada con ella."
Seducido con la belleza de la joven, Martiano trató al principio de convencerla con palabras dulces para que abjure de su credo y que haga una ofrenda a los ídolos paganos, pero Bárbara rechazó categóricamente su ofrecimiento y con coraje declaró delante de todos que es cristiana, que cree en Cristo como Dios y Salvador de los hombres. Esta firme declaración de la joven enfureció al intendente y él ordenó que la martiricen moralmente y físicamente. Ni su desnudez, ni azotes públicos con tendores de los bueyes que provocaban horribles heridas, hicieron dudar al fuerte espíritu de Bárbara. Durante sus sufrimientos ella rezaba al Dios sin parar, encomendándose a Él.
Después de que la martirizaron por segunda vez, la Santa fue encarcelada. Ahí, en la cárcel ella fue honrada con la aparición del Mismo Cristo Salvador, quien le curó las heridas y le prometió una gran recompensa en el Cielo.
Por la mañana, los verdugos vinieron a la cárcel y para su asombro encontraron a la mártir completamente sana. Pero ellos no comprendieron la evidencia del milagro y pensaron que sus dioses paganos la curaron. El intendente trató de obligar nuevamente a la Santa de hacer ofrenda a los ídolos, pero ella fue inconmovible. Entonces empezaron nuevos suplicios y la Santa encontraba nuevas fuerzas espirituales en su ardiente oración a Dios. Viendo que ni suplicios, ni halagos podían obligarla a abjurar el intendente ordenó decapitarla. Para ofenderla más, el intendente ordenó que la lleven al lugar del suplicio completamente desnuda. Pero el Señor hizo milagro para tranquilizar a su mártir, una luz sobrenatural la envolvió como si fuera una vestimenta y los paganos no pudieron ver su desnudez. Antes del martirio, santa Bárbara pidió a Dios que todos los que se acordarán de su martirio y pidan su ayuda queden liberados de una muerte súbita. El Señor escuchó el pedido de la mártir y ella oyó la voz que le prometía esto.
Completamente enfurecido, su propio padre la decapitó. Con Bárbara fue decapitada cristiana Juliana. Viendo los sufrimientos de Bárbara, ella reprochó al intendente su crueldad.
El justo juicio Divino sobre los torturadores no se hizo esperar mucho, en el mismo día el padre de Bárbara y el intendente fueron muertos con un rayo que los pulverizó.
Las reliquias de la Mega Mártir Bárbara se conservaban en la iglesia griega durante varios siglos. En el año 1108 la princesa Griega Bárbara se casó con el príncipe de Kiev Sviatopolk Iziaslavovich. Ella trajo consigo las reliquias de su celeste protectora que fueron colocados en el Monasterio Michailovsky-Zlatoverj en Kiev.


Obispo Alejandro Mileant

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Saturday, November 23, 2019

Curación de la gravemente enferma Xenia. ( Santa Xenia de San Petersburgo )


En la ciudad de Novorosiysk en el año 1911 había una señora sumamente enferma llamada Xenia, que tenia cáncer de mama. A pesar de que recibía la ayuda de distintos médicos, la enfermedad progresaba rápidamente. Sus sufrimientos eran día a día cada vez mayores. Viendo que no se mejoraba, la enferma pidió a su amiga O., para que le escriba al párroco del cementerio de Smolensk, y que le pida que se oficie una panijida por la Sierva de Dios Xenia, y que en sus oraciones se incluya el nombre de la doliente Xenia, con la solicitud de que se le envíe después del oficio, aceite de la lamparilla de la sepultura de la Beata. Mientras tanto su enfermedad se agravó de tal modo, que por las palabras de los médicos, no había más esperanzas. Y además los médicos, se negaban en calmarle aun más sus sufrimientos. La enferma, yacía en la cama, no podía hablar ni mover con el brazo. Solo le daban para que trague hielo, y para ello le levantaban la cabeza junto con la almohada. Todo hacia parecer que le habían llegado sus últimas horas. Así esto continuó hasta el día 21 de julio, fecha en la cual recibieron la carta del cementerio de Smolensk, con la afirmación de que se había oficiado la panijida por la Sierva de Dios Xenia, y una encomienda con dos frasquitos de aceite, y un poco de arena del sepulcro. La amiga O., le entregó enseguida a la enferma la arena y un frasquito de aceite, el otro se lo dejó para curarse su pierna enferma. La arena se la colocó a la enferma debajo de la almohada, y con el aceite, le frotó el pecho. A la noche le repitieron la frotación con el aceite, y la pusieron en la cama.

Increíblemente, la enferma durmió toda la noche cosa que hacía mucho tiempo no realizaba. El 22 de julio la enferma pidió a su amiga O. el frasco con aceite, y sola se frotó. Al pasar dos o tres días sucedió un milagro, la enferma se levantó de su cama, atravesó por sus propios medios su dormitorio, parte del corredor y se ubicó en la puerta del comedor, sintiéndose todavía decaída. Pero al día siguiente, fue directamente al comedor, sin sentir ningún dolor en el pecho.

Todos, los que vieron a Xenia moribunda, no podían comprender, a que se debía ese cambio. Ante sus ojos era como si ella hubiese resucitado entre los muertos. Notificando de lo ocurrido, O., solicitó de parte de la enferma que se oficie una misa, y que le envíen más aceite, imágenes, y cruces de la tumba de la Beata.

Troparion y oración a la Beata Xenia.

Troparion tono 7:

Amaste la pobreza de Jesucristo, disfrutas del banquete inmortal, con la aparente necedad desenmascaraste la necedad del mundo, por cruz de la humildad recibiste la fuerza de Dios, por lo cual adquiriste el don de ayuda milagrosa, Beata Xenia ruega ante el Señor para que podamos liberarnos de todo mal a través del arrepentimiento.
Santa Xenia de San Petersburgo
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Saturday, November 16, 2019

La Oración ( San Serafim de Sarov )

Cuando era tentado por el demonio él ayunaba y oraba sin cesar durante mil días y mil noches, de pie o arrodillado sobre una gruesa piedra plana, o en una cueva cavada bajo su isba, Serafín de Sarov exclamó, como el publicano del Evangelio: "¡Señor Jesús, ten piedad de mí, pecador!" Nadie sabrá jamás a qué imágenes horribles, a qué tentaciones, tan sutiles como atroces, respondía ese grito de alarma. Pero Cristo estaba allí. 
 
"¿Quién nos separará del amor de Cristo? exclamó san Pablo, ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?.. Por la cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles ni los príncipes, ni potestades, ni el presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro" (Ro. 8-35-38).

San Serafim de Sarov 
 
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Monday, November 11, 2019

La veneración de los Santos en la Iglesia Ortodoxa



Durante el Bautismo, la persona recibe un nombre en honor de algún santo, el cual, desde este momento se convierte en su protector celestial. La persona Ortodoxa debe conocer la vida de su Santo y Orarle diariamente para que él lo instruya en la vida y le ayude. El día del Santo se celebraba por nuestros antecesores por medio de la Santa Comunión; este día se festejaba con más solemnidad que el día de cumpleaños.
¿Cuál es el sentido en la Ortodoxia de venerar a los Santos de Dios? ¿Acaso los Santos en el Cielo están enterados sobre nuestras necesidades y dificultades aquí en la tierra y están realmente ellos interesados en nuestras vidas? ¿Escuchan ellos nuestras oraciones y tratan ellos de ayudarnos? ¿Existe realmente la necesidad de dirigirnos a ellos, o es suficiente rezar a Dios? Debido a que los sectarios han perdido la tradición apostólica, ellos no entienden el significado de la misión de la Iglesia de Jesucristo y por esta razón rechazan la necesidad de rezar a los santos en el Cielo. Trataremos de explicar en breve forma la enseñanza de la Iglesia sobre este tema.
La enseñanza ortodoxa sobre la veneración de los santos deriva de la deducción que todos aquellos que todavía se encuentran en el proceso de salvación o aquellos que ya están salvados, o sea, los vivos y muertos, todos ellos componen una familia unida en Dios. La Iglesia es una gran sociedad que abarca el mundo visible e invisible. Es una enorme organización universal, construida sobre un cimiento de amor, donde cada uno de nosotros debe preocuparse no sólo de sí mismo, sino también del bienestar y salvación de los demás. Los Santos son aquellas personas que durante sus vidas terrenales manifestaban más amor al prójimo que los demás.
Nosotros, siendo Ortodoxos, creemos que en el momento de la muerte la persona virtuosa no interrumpe el contacto con la Iglesia, pero asciende a un nivel celestial muy alto, donde reina la Iglesia Triunfante. Una vez encontrándose en el mundo espiritual, el alma de la persona virtuosa no deja de pensar, desear y sentir, y estas cualidades se manifiestan en una forma más profunda y perfecta.
La gente no ortodoxa, habiendo perdido la vívida relación con la Iglesia terrenal y Celestial, tiene un concepto muy turbio y contradictorio con respecto a la vida de ultratumba. Algunos de ellos piensan que después de la muerte, el alma de la persona entra en un estado de adormecimiento, como si se desconectara de todo que lo rodea; otros piensan que el alma de la persona, aunque sigue siendo activa después de la muerte, pierde todo el interés al mundo terrenal que ella abandonó. Otros dicen que a los santos no se les debe rezar por la razón de que los cristianos deben tener una relación directa con Dios.
¿Cuál es la enseñanza de las Santas Escrituras con respecto a los virtuosos que dejaron este mundo terrenal y sobre la fuerza de sus oraciones? En los tiempos de los apóstoles la Iglesia se percibía como una familia espiritual —la Iglesia terrenal y la Iglesia Celestial. El apóstol Pablo se dirigía a los cristianos neófitos en la siguiente forma: "Mas os habéis llegado al monte de Sión, y a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, y a la compañía de muchos millares de ángeles, y a la congregación de los primogénitos que están alistados en los cielos, y a Dios, el Juez de todos, y a los espíritus de los justos hechos perfectos" (Hebr. 12:22-23). En otras palabras, ustedes, convirtiéndose en cristianos, se reunieron a esta gran familia y entraron en una íntima relación espiritual con el mundo del Cielo y los virtuosos que se encuentran allí. Las palabras de despedida del apóstol Pedro a los cristianos de Asia Menor eran: "También yo procuraré con diligencia, que después de mi fallecimiento, vosotros podáis siempre tener memoria de estas cosas" (2 Pedro 1:15); claramente testifica por medio de esta promesa que él continuará preocupándose de ellos desde aquel mundo espiritual.
La antigua práctica de dirigirse a los santos mártires y a todos los santos para que ellos nos ayuden por medio de la fuerza de la oración se estableció sobre una consciente y vívida relación con el mundo Celestial y terrenal de la Iglesia.
No a todos, pero a los más fervientes y virtuosos, aún en esta vida terrenal, Dios los caracteriza como a "Sus amigos," glorificándolos por medio de los dones del Espíritu Santo y los milagros. De la misma forma Jesucristo se dirigió a los apóstoles en la Última Cena: "Vosotros sois mis amigos, si hiciereis las cosas que yo os mando. Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; mas os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os he hecho saber" (Juan 15:14-15; Mat. 12:50). La santa historia nos ofrece una vasta cantidad de ejemplos de la cercanía espiritual, "la oración de los santos a Dios." Así, por ejemplo, Abraham pidió a Dios que Él tenga misericordia para la gente de Sodoma y Gomorra, y Dios estaba listo para cumplir su pedido, si por lo menos hubiesen existido diez virtuosos en esas ciudades (Gen. 18:16). Otra vez fue cuando Dios anuló el castigo a Abimelec, el rey de Gerar, por las oraciones de Abraham (Gen. cap. 20). La Biblia narra que Dios hablaba con el profeta Moisés cara a cara, "como un hombre que habla con su amigo." Cuando María, la hermana de Moisés, cometió un pecado y fue castigada por la lepra, Moisés rogó a Dios del perdón para ella (Éxodo 33:11; Núm. Cap. 12). Se puede también presentar otros ejemplos sobre la fuerza de la oración de los santos de Dios.
Los santos no impiden y no debilitan en la gente la necesidad de rezar directamente a Dios, nuestro Padre Celestial. Como sabemos, los abuelos no disminuyen la autoridad de los padres sobre sus niños cuando tratan de ayudarles a educarlos. Mas nada alegra tanto a los padres que observar a los hermanos mayores preocuparse de la crianza de los menores. De la misma forma nuestro Padre Celestial se alegra cuando los santos rezan por nosotros y tratan de ayudarnos. Los Santos poseen una fe más fuerte que la nuestra y se encuentran cerca de Dios, debido a la pureza, que ellos con sacrificio obtuvieron aquí en la tierra. Por esta razón es muy importante que nos dirijamos a los santos como a nuestros hermanos mayores, que rezan por nosotros al lado del trono de Dios.
Todavía en la tierra, los santos veían y sabían todo aquello que para la gente común estaba oculto. Especialmente estos dones tienen que ser muy bien conocidos por ellos en el momento cuando se liberan del cuerpo físico y pasan al mundo espiritual más elevado. Por ejemplo, el apóstol Pedro pudo ver lo que sucedía en el corazón de Ananías; a Eliseo se le abrió la mala acción de Gizeo y, lo que es asombroso, que también se le abrieron todas las intenciones secretas de la corte del rey de Siria, las cuales él comunicó al rey de Israel. Algunos de los santos, a los cuales se les manifestaba en espíritu el mundo Celestial, veían muchedumbre de ángeles, otros eran dignos de contemplar la imagen de Dios (Isaías, Ezequiel); otros eran elevados hasta el tercer Cielo, y escuchaban misteriosas palabras, el sentido de las cuales no podía ser descrito, como en el caso del apóstol Paulo. Con más razón, estando presentes en el Cielo, ellos tienen la capacidad de saber todo lo que sucede aquí en la tierra y escuchar a todos aquellos que se dirigen a ellos, debido a que los santos en el Cielo se "igualan a los ángeles" (Hechos 5:3; 2 Reyes, cap. 4; 2 Reyes 6:12; Lucas 20:36). Por medio de la parábola del Señor sobre el "Rico y Lázaro," nosotros nos enteramos que Abraham, encontrándose en el Cielo, podía escuchar el llanto del rico que sufría en el infierno, a pesar del enorme precipicio que los separaba. Las palabras de Abraham: "tus hermanos tienen a Moisés y a los profetas, óiganlos," claramente nos informan que Abraham conoce la vida de la gente hebrea; los últimos aparecieron recién después de su muerte; también conoce a Moisés y sus leyes, sabe sobre los profetas y sus escrituras. Los ojos espirituales de los puros en el Cielo, indudablemente son más amplios que eran aquí en la tierra. El apóstol escribe: "Ahora vemos por espejo, en oscuridad; mas entonces veremos cara a cara: ahora conozco en parte; mas entonces conoceré como soy conocido" (1 Cor. 13:12).
La cercanía de los santos al Trono de Dios y sus oraciones por los fieles que están en la tierra podemos verla en el libro de Revelación en el cual el apóstol Juan escribe: "Y miré, y oí voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los animales, y de los ancianos; y la multitud de ellos era millones de millones" (Rev. 5:11). A continuación él describe las visiones de los jinetes, la gente que está rezando en el Cielo, los que sufren en la tierra: "Y otro ángel vino, y se paró delante del altar, teniendo un incensario de oro; y le fue dado mucho incienso para que lo añadiese a las oraciones de todos los santos sobre el altar de oro que estaba delante del trono. Y el humo del incienso subió de la mano del ángel delante de Dios, con las oraciones de los santos" (8:3-4).
¡Es muy grande la fuerza de la oración! "Confesaos vuestras faltas unos a otros, y rogad los unos por los otros, para que seáis sanos; la oración del justo, obrando eficazmente, puede mucho" (Sant. 5:16), instruía el apóstol Santiago. La oración por el prójimo es una expresión de amor hacia él; y los santos en el Cielo, orando por nosotros, nos manifiestan su amor de hermandad y preocupación.
En el Evangelio y otros libros del Nuevo Testamento encontramos muchos casos que testifican la fuerza de la oración por la demás gente. Así, por ejemplo, por el pedido del oficial del rey, el Señor curó a su hijo (Juan 4:46-53); por la súplica de la mujer cananea su hija fue liberada del demonio (Mat. 15:21-23); por el pedido del padre, el Señor curó a su hijo poseído (Marc. 9:17-25); por el pedido de los amigos, curó y perdonó al paralítico, que ellos bajaron del techo con su lecho de enfermo (Marc. 2:2-25); por la fe del centurión romano fue curado su siervo (Mat. 8:5-13). Además, la mayoría de las curaciones milagrosas del Señor, Él las realizaba a distancia, estando lejos.
Si las oraciones de la gente común tienen tanta fuerza, con más razón son las oraciones ardientes de los santos que presencian el Trono de Dios. "Y ésta es la confianza que tenemos en Él, que si demandáremos alguna cosa conforme a su voluntad, Él nos oye" (1 Juan 5:14), nos escribe Juan, el apóstol muy querido por el Señor.
Ésta es la razón por la cual la Iglesia de los tiempos más antiguos en sus enseñanzas siempre hablaba a los fieles sobre la utilidad espiritual de la oración a los santos. Esto se puede ver por medio de las liturgias antiguas y monumentos literarios. En la liturgia del apóstol Santiago nosotros leemos: "En especial conmemoramos la Santa, Gloriosa y siempre Virgen María, Bendita Madre de Dios. Recuérdate de ella Dios, y por Sus puras y santas oraciones ten misericordia y piedad de nosotros." San Cirilo de Jerusalén, explicando la liturgia de la Iglesia de Jerusalén, dice: "Luego conmemoramos en la liturgia por el reposo en primer lugar: los patriarcas, profetas, apóstoles, mártires, para que por medio de sus plegarias, Dios reciba nuestras oraciones."
Existe una vasta cantidad de testimonios de los padres y maestros de la Iglesia, especialmente desde el cuarto siglo, sobre la veneración de los santos por la Iglesia. Pero ya desde el principio del segundo siglo, existen testimonios literarios sobre el antiguo cristianismo donde directamente se indica la fe y la oración de los santos en el Cielo por sus hermanos aquí en la tierra. Los testigos de la muerte del mártir San Ignacio el beato (principio del segundo siglo) dicen: "Volviendo a nuestros hogares llenos de lágrimas, nosotros celebramos la vigilia nocturna. Luego, después de haber dormido brevemente, unos de los nuestros de repente vieron aparecer a San Ignacio, el beato, y abrazarnos. Otros lo vieron rezando por nosotros." Otras escrituras semejantes a ésta, en las cuales se menciona la oración y ayuda de los mártires por nosotros, existen en otros relatos sobre la época de las persecuciones de los cristianos.
La convicción de la santidad del difunto se confirma particularmente por medio de los siguientes testimonios: Martirio por Jesucristo, la intrépida manifestación de la fe, el abnegado servicio a la Iglesia, el don de curar. En especial, cuando Dios confirma la santidad del difunto por medio de los milagros después de su muerte mediante su conmemorada oración.
Aparte de ayudarnos mediante la oración, los santos nos ayudan a conseguir la salvación por medio del ejemplo de sus vidas. El conocimiento de las vidas de los santos enriquece al cristiano con la experiencia espiritual, debido a que ellos con más fervor personificaban el Evangelio en sus vidas. Existen muchos ejemplos de la vívida fe, coraje, perseverancia y paciencia. Siendo gente igual que nosotros, y habiendo superado las más intensas tentaciones, ellos nos inspiran para que con paciencia y sumisión sigamos nuestro camino hacia la salvación.
El apóstol Santiago llamaba a los cristianos para que ellos imiten con paciencia a los profetas antiguos y a Job el Mártir, para recibir una fuerte fe como el profeta Elías. El apóstol Pedro instruye a las mujeres cristianas a tomar el ejemplo de humildad y obediencia de Sara, la esposa de Abraham. San Paulo indica unos ejemplos de los sacrificios de los puros en la antigüedad, comenzando de Abel y terminando con los Mártires de Macabeo, tratando de convencer a los cristianos para que ellos los imiten y concluyendo estas instrucciones con las siguientes palabras: "Por tanto nosotros también, teniendo en derredor nuestro una tan grande nube de testigos, dejando todo el peso del pecado que nos rodea, corramos con paciencia la carrera que nos es propuesta" (Hebr. 12:1; 1 Pedro 3:6; Sant. Cap. 5).
El Señor dice: "Ni se enciende una lámpara y se pone debajo de un almud, mas sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras obras buenas, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos" (Mat. 5:15-16). Los Santos son aquellas estrellas luminosas que nos indican el camino hacia el Reino de los Cielos.
Apreciaremos entonces la cercanía entre Dios y los santos y nos dirigiremos a ellos para que ellos nos ayuden, siempre recordando que ellos nos quieren y se preocupan de nuestra salvación. El conocimiento de la vida de los Santos en nuestros tiempos es muy importante, especialmente cuando existen tantas orientaciones cristianas y el verdadero e ideal concepto cristiano es disminuido y tergiversado.

Obispo Alejandro Mileant
 
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Thursday, November 7, 2019

El esfuerzo Monástico ( Obispo Alejandro Mileant )


Ninguna vida pasada puede ser impedimento para el ingreso a vida monástica porque esta consiste en el arrepentimiento y el Monasterio es lugar de sanación. El ingresante a un monasterio es sometido primero a prueba con el objetivo de establecer cuán sincera y seria es su intención de consagrarse a la vida monástica. En el caso de que el superior del monasterio se convenza de la sincera tendencia del nuevo ingresante al monasterio, lo bendice para llevar el hábito con cinturón y la caperuza (una vestimenta larga negra con mangas estrechas con cinturón y un gorro de forma cónica). El futuro monje lleva el nombre de novicio y su obligación principal es aprender a obedecer a su padre espiritual.
En el cumplimiento concienzudo de la obediencia impuesta, el novicio debe revelar toda su paciencia y humildad — virtudes fundamentales del monje. "La obediencia está por encima del ayuno y de la oración " — dice un dicho monástico. Esto es porque la obediencia, fundamentada en la paciencia y la humildad, sirve para desarraigar al mal principal del alma humana que es el orgullo, como así también al amor propio, del cual surgen todas las pasiones.
Del medio monástico salieron la mayor cantidad de santos y esto es natural pues el objetivo de la vida monástica es el perfeccionamiento espiritual. Los santos del orden monástico son llamados en eslavo "prepodobnie" (semejantes en mayor medida) pues ellos se asemejaron más a Cristo que los demás. Se hace monje aquel que sintió que todo en la vida es vanidad, quien quiso librarse de la prisión y encontrar a Dios. El camino monástico es un camino en línea recta, el camino de la distancia más corta entre dos puntos: el hombre y Dios.
En el entorno monástico surgió una riquísima literatura espiritual. Para la mayoría de la gente mundana estos escritos son como la "matemática superior." Los estados espirituales descriptos en ella no pueden ser conseguidos por gente que viva una vida mundana. Sin embargo algo de esta literatura monástica es accesible para todos aquellos que buscan a Dios. La gente rusa amaba leer libros tales como "Filocalia" en el cual se compilan (En 5 tomos) los consejos de los héroes espirituales de la antigüedad; "La Escala" (Al Paraíso) de san Juan, abad de la montaña de Sinaí; "La lucha invisible" de san Nicodemo del Santo Monte; "Enseñanzas provechosas para el alma" del abba Doroteo; los consejos de los maestros espirituales Varsonofio y Juan.


Obispo Alejandro Mileant
 
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Sunday, November 3, 2019

Oraciones Ortodoxas para Santa Xenia de Petersburgo por ayuda.

 
Santa Xenia de Petersburgo ha estado ayudando durante mucho tiempo a deshacerse de varias enfermedades y problemas, a encontrar amor y a crear una familia fuerte y feliz. La bendición diaria reza desde diferentes partes del país y visita su tumba con peticiones y oraciones. Sobre cómo presentar correctamente la petición de Santa Xenia y qué textos se utilizan para esto, lea más en el artículo.

La historia de vida de Santa Xenia de Petersburgo.

Santa Xenia de Petersburgo, también conocido como el Santísimo Cristo para el Dios Santo, nació en el siglo XVI y no se sabe nada sobre su infancia y su adolescencia. Después de casarse con un coronel, ella ya era una viuda a la edad de veintiséis años y voluntariamente aceptó la hazaña, llamada la locura de Cristo.
Xenia pasó el día deambulando por la ciudad y por la noche fue al campo a orar. Ella rechazó la herencia dejada por su esposo y comenzó a vivir en la pobreza, solo ocasionalmente llevando ropde (necesariamente los mismos tonos que su esposo usaba durante su vida) y monedas de cobre, que ella dio inmediatamente a los pobres.
Porque la vida justa y desinteresada estaba dotada del don de la previsión y podía predecir el futuro. Xenia a menudo ayudaba a las personas y a todos los que lo pedían. Incluso en secreto, llevaba ladrillos por la noche para la construcción de una nueva iglesia de piedra en nombre del icono de la Madre de Dios de Smolensk.
Con el tiempo, la gente comenzó a notar que cada acto de Xenia conlleva una bendición: los niños en sus manos se recuperaron en un instante, en las casas donde visitaba, reinaba la paz y las tiendas que visitaba eran famosas por su buen comercio.
Ella recibió el rango del Santo 85 años después de su muerte y continúa ayudando a las personas hasta el día de hoy. Especialmente popular entre los Ortodoxos es la capilla, construida sobre su tumba. Se cree que este lugar tiene un poder especial que puede ayudar en cualquier situación.
¿Por qué debería orar ella?

En el pasado, estando felizmente casado, ahora Xenia de Petersburgo ayuda a todos los que quieren encontrar el amor y casarse con éxito o casarse. Son sus oraciones por encontrar la segunda mitad y la alegría marital. Además, Xenia puede orar por otras cosas:
sobre la curación;
buena salud
sobre la protección contra el daño;
del mal de ojo;
para el matrimonio / matrimonio;
para crear una familia fuerte;
sobre dar a los niños.

Oración por el matrimonio y matrimonio feliz.
 
La oración de Santa Xenia de San Petersburgo por el matrimonio se lee exclusivamente en el Día de la Mujer (Miércoles o Viernes) al amanecer. Para hacer esto, necesita salir al campo, a un área abierta, como solía orar el Santo, o aceptar la postura de oración en casa frente al icono con su imagen y pronunciar
"¡Santa, bendita Xenia, justa y mártir, campeona de la justicia, te lo ruego! Ten piedad del Esclavo de Dios (Nombre), ayuda a encontrar el amor puro y eterno para reunirse en la tierra y en el cielo en el matrimonio. Amor, honor y cuidado, juro ser una verdadera esposa y por la madre. Dios lo alabe a él ya sus santos ahora, por los siglos de los siglos. Amén ".

Asegúrate de cruzar y adorar. Repita la oración tres veces. Con el fin de fortalecer la participación divina en la búsqueda del amor y la construcción de relaciones en la familia, se recomienda comprar el ícono del Beato y colocarlo en el dormitorio. La cabecera de la cama será el lugar ideal para la imagen del Santo; Ayudarán a atraer el amor más rápidamente, a casarse, a tener hijos, a mejorar las relaciones ya prevenir conflictos entre los hogares.
Sobre la protección contra la travesura y el mal de ojo.
También es posible protegerse de los problemas de la vida, los ojos y las palabras desagradables, con la ayuda de la oración de Santa Xenia Peterburgskaya en busca de ayuda. Tal petición se expresa en la iglesia o en la casa a la luz de las velas.
Apague la luz de la casa, encienda las velas y lea las palabras:

"¡Oh, toda madre bendita, Xenia de San Petersburgo pomosi! Protege del mal de ojo, salva de la tristeza, cierra tus problemas, ruega por mí a nuestro Padre Altísimo. Espero tu misericordia y bondad. Amén".

Esta versión de la oración se lee tres veces al día y, al mismo tiempo, es necesario rociar la casa con agua bendita al menos una vez, para cerrar el pasaje a las fuerzas del mal y las malas intenciones.
 
Para la curación y la salud.

Hay muchos casos en la historia en que la oración de Santa Xenia la Bendita ayudó a deshacerse de enfermedades graves, heridas curadas, restableció la salud y promovió una larga vida. Aquellos que visitaron la capilla en la tumba santa, se curaron de las enfermedades más terribles y durante mucho tiempo agradecieron y glorificaron a Petersburgo por Cristo por el Santo Loco.
Para mejorar el bienestar y curar enfermedades, llene un recipiente de vidrio con agua bendita, encienda velas en el ícono de Santa Xenia y lea el servicio de oración:

"Madre de los sencillos, Patrona de los enfermos y ofendidos, Santa Xenia de Petersburgo, escuche el llamado del Esclavo de Dios (Nombre) y ayuda. Yako es su poder sanador, que mi cuerpo sea sanado (si reza por otra persona, repita su nombre). La bendición de Dios, ora al Padre Todopoderoso por mi salud (Nombre), pídele que te libere de la inmundicia y de la enfermedad del pecador, para que puedas alabarle y agradecerle por tu vida. Te alabaré y gracias por ti siempre, ¡cantaré tu nombre! Amén.

Dale una reverencia al icono y bebe exactamente tres sorbos de la jarra. Repita la oración debe ser dentro de un mes todas las noches, poco antes de acostarse. Para fortalecer la oración, se recomienda estar ya en la cama para dirigirse al Señor con la oración "Padre nuestro".
 
Sobre el talento de los niños.

Sanar una vida larga y feliz en el matrimonio ayudará a la oración de Xenia de Petersburgo sobre el bienestar familiar. Esta solicitud ayuda no solo a establecer una vida familiar, mejorar el ambiente en la casa y tener hijos, incluso si no funciona antes. Una oración por el don de los hijos de Xenia la Bienaventurada se lee preferiblemente en la iglesia, confesando a sabiendas y tomando comunión. También es necesario pasar la Santa Cena si va a orar en casa. Además, deberá tomar agua bendita en una cuenca y luego hablar:
"¡Santa, bendita, Xenia de Petersburgo, que sufrió persecución y censura, sufridora y vagabunda! ¡Habla mis oraciones y escucha y escucha, reza al Señor! ¡Ayuda al esclavo de Dios (Nombre) y envía un regalo a la familia, trae a tu familia y trae paz a la familia! Nuestro amor para que el matrimonio sea sellado y no se permita su aflicción. Confío en tu favor, glorificaré tu memoria, en ti glorificaré al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo para siempre jamás. Amén ".

Lávese la cara, el cuello y las manos con agua bendita. Es necesario leer una oración sobre las rodillas y mantener los brazos cruzados en el pecho o en el estómago. Así atraes la energía del futuro niño.
 
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Tuesday, October 29, 2019

Gran Mártir San Dimitrio de Tesalónica, "De quien emana mirra" Octubre 26.

Versos:
"Lanzas, mi Cristo, atravesaron a Demetrio, emulando las pasiones de tu costado perforado con la lanza".
En el vigésimo sexto, lanzas perforaron el costado de Demetrio.
Este glorioso Santo, Gran Mártir ([Megalomártiras o Megalomártir]) Dimitrio, "de quien emana mirra" (de [Miroblítis]) de Tesalónica, nació aproximadamente entre los años 280 y 284 D.C. Fue hijo de un procónsul romano en Tesalónica y fue martirizado por el emperador Diocleciano y Maximiano sobre el año 305.

Ya habían transcurrido tres siglos y el paganismo romano estaba espiritualmente destrozado y derrotado por la multitud de Mártires y Confesores del Salvador.
Entonces intensificó sus persecuciones. Los padres de San Demetrio pertenecían a la aristocracia pero eran cristianos en secreto y él fue bautizado y educado en la fe cristiana en una iglesia secreta en la casa de su padre. Cuando Demetrio había alcanzado la madurez y su padre había muerto, el emperador Galerio Maximiano había ascendido al trono. Maximiano confiado en la educación de Dimitrio, así como en su capacidad administrativa y militar, lo nombró a la posición de su padre como procónsul del distrito de Tesalónica.
A los 22 años, obtuvo el grado de comandante. Sus principales tareas eran defender la ciudad de los bárbaros y erradicar el cristianismo. La política del emperador con relación a los cristianos se expresó simplemente: “ Pon a la muerte a todo aquel que invoque el nombre de Cristo”.
El emperador no sospechaba que mediante el nombramiento de Demetrio, le había proporcionado una manera para él llevar a muchas personas a Cristo. Al aceptar el nombramiento, Dimitrio regresó a Tesalónica y de inmediato confesó y glorificó a nuestro Señor Jesucristo. En lugar de perseguir e imputar a los cristianos comenzó a enseñar la fe cristiana abiertamente a los habitantes de la ciudad y derrocar las costumbres paganas y la idolatría.

También creó una agrupación dejóvenes para el estudio de la Santa Escritura.
El compilador de su vida, San Simeón Metafrastes (9 de Noviembre) dice que debido a su celo por la enseñanza se convirtió en un segundo Apóstol Pablo. Desde Tesalónica, Jorge, el Apóstol de los gentiles, una vez fundó en esta ciudad la primera comunidad de creyentes. El Señor también destinó a San Dimitrio a seguir al Santo Apóstol Pablo como mártir. Cuando Maximiano se enteró de que el procónsul recién nombrado era un cristiano y de que había convertido a muchos súbditos romanos al cristianismo, la ira del emperador no conocía límites. Al regresar de una campaña en la región del Μar Νegro, el emperador llevó a su ejército a través de Tesalónica, decidido a masacrar a los cristianos. Al enterarse de esto San Dimitrio ordenó a su siervo Lupo distribuír sus riquezas terrenales entre los pobres , “ ya que buscaremos las riquezas celestiales entre nosotros “. Comenzó a orar y a ayunar, preparándose para el martirio. Cuando el emperador llegó a la ciudad, llamó a Demetrio, quien con valentía se confesó cristiano y confesó la falsedad y la inutilidad del politeísmo romano.

MARTIRIO DEL SANTO MEGALOMÁRTIR DIMITRIO.

Fue torturado terriblemente y encarcelado en el año 303 D.C. En la cárcel Se le apareció un ángel, confortándolo y animándolo. Mientras tanto, el emperador se divertía organizando juegos en el circo. El campeón fue un bárbaro con el nombre de Liéo. Él desafió a los cristianos a luchar contra él en una plataforma, elevada sobre lanzas, punta arriba, de los soldados victoriosos. Un valiente cristiano llamado Néstor fue a la cárcel a visitar a su consejero Dimitrio, para pedirle su bendición para luchar contra el bárbaro. Con la bendición y las oraciones de Dimitrio, Néstor venció al luchador bárbaro Liéo y lo arrojó desde la platafoma sobre las lanzas de los soldados, al igual que el pagano habría hecho con el cristiano. El emperador enfurecido ordenó la ejecución del Santo Mártir Néstor y envió a unos guardias a la prisión para matar a San Dimitrio. En la madrugada del 26 de Octubre, varios soldados fueron a la prisión del soldado y lo atravesaron con lanzas. Su fiel servidor, San Lupo, recogió la ropa empapada de sangre del santo y cogió el anillo imperial de su dedo, símbolo de su alto status, y lo sumergió en la sangre. Con el anillo y otras cosas santificadas por la sangre de San Dimitrio, San Lupo comenzó a curar a los enfermos.

El emperador dio órdenes para detenerlo y matarlo. El cuerpo de Santo Gran Mártir Dimitrio fua arrojado a las fieras para ser devorado, pero los cristianos lo tomaron y lo enterraron en secreto. Durante el reinado de San Constantino una Iglesia fue construída sobre la tumba de San Demetrio. Cien años más tarde, durante la construcción de una nueva Iglesia majestuosa sobre la antigua, fueron descubiertos los restos incorruptos del Santo Mártir. Desde el s. VII un flujo milagroso de mirra perfumada fue encontrada debajo de la cripta del Gran Mártir Dimitrio (de ahí su nombre, [o Miroblítis], el derramador o emanador de mirra). El Santo Mártir Dimitrio es muy venerado en muchos países, más particularmente en Grecia y en Rusia.
Los escritores de himnos de San Dimitrio, Eustaquio de Tesalónica, Gregorio Palamás y Dimitrio Jrisolorás, hacen referencia a que el cuerpo del Santo fue enterrado en el lugar del martirio, del cual después salía mirra, de ahí su sobrenombre de Miroblítis o "que desprende mirra".En las imágenes bizantinas y también en la actual hagiografía, San Dimitrio se presenta a menudo como un jinete sobre un caballo rojo (frente al caballo blanco de San Jorge), que pisotea al infiel Liéo*. Hoy San Dimitrio es el patrón de la ciudad de Tesalónica.

Sagradas Reliquias del Santo.
Iglesia de San Dimitrio, Tesalónica.


Uno de los muchos milagros del Santo, es el siguiente: en el año 1823 D.C. los turcos, que estaban instalados en la Acrópolis de Atenas, preparaban las municiones para disparar con sus cañones a los griegos que estaban reunidos en el templo de San Dimitrio, pero éste hizo un milagro para que se salvasen los cristianos, y la pólvora explotó en las manos de los turcos, destrozando también parte del monumento del Partenón. Como memoria de este milagro, el templo se llama San Dimitrio Lumpardiáris, de lumparda, que era el cañón de los turcos que explotraron.
Se le considera protector de los jóvenes y es invocado contra las tentaciones lujuriosas. Gran Mártir San Dimitrio, acuérdate de nosotros ante Dios.


Tipykón de la Fiesta del Gran Mártir San Dimitrio de Tesalónica.

Apolitiquio tono 3

El mundo ha encontrado en ti un gran campeón en tiempo de peligro, cuando saliste victorioso al derrotar a las naciones. Porque cuando dejaste de lado las jactancias de Lieos, impartiendo coraje a Néstor en el estadio, de la misma manera, santo, Gran Mártir Dimitrio, invoca a Cristo Dios por nosotros, para que nos conceda Su gran misericordia.

Kondaquio tono 2

Dios, que te dio un poder invencible y con cuidado mantuvo tu ciudad invulnerable, magníficamente vistió a la Iglesia de púrpura con las corrientes de tu sangre, porque tú eres su fortaleza, oh Demetrio.

Megalinario.

Protege a tus sirvientes, oh atleta, a aquellos que cantan tus alabanzas al mártir emanador de mirra, y sálvanos de los peligros y todos los demás daños, tres veces bendito Dimitrio a través de tus súplicas.
 
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Tuesday, October 22, 2019

Oración, arrepentimiento y humildad. (San José el Hesychast)


La única esperanza de salvación de los delirios y las herejías, las innovaciones y las trampas de las personas malvadas y del diablo es la oración, el arrepentimiento y la humildad.

San José el Hesychast

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Thursday, October 17, 2019

Las cualidades Espirituales del clero. ( Obispo Alejandro Mileant )

En sus epístolas, el Apóstol Pablo toca varias veces el tema de las cualidades que deben poseer los miembros del clero. Por ejemplo: "porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios... retenador de la palabra fiel como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen" (Tit 1:7-9). El Apóstol Pedro así instruía a los Obispos y Sacerdotes:
"Ruego a los pastores que están entre vosotros, yo pastor también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada: apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria" (1 Ped. 5:1-4).
 
El Apóstol Pablo instruía a Tito, que era presbítero (Obispo), que él que consagra debe ser: "irreprensible, marido de una sola mujer, tener hijos creyentes, que no esten acusados de disolución ni de rebeldía. Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador..." (Tit 1:5-10).
 
Esperando del clero las altas cualidades morales, los fieles tienen que tener en cuenta, que la gracia del sacerdocio, ayudando al hombre en su vida espiritual, pero no lo vuelve perfecto. Las personas del clero son también gente que soporta el peso de los males generales y son vulnerables a las mismas tentaciones que los laicos. Por eso la Iglesia siempre enseñó que la validez de los sacramentos y de la bendición sacerdotal, dependen no de la perfección espiritual del oficiante, sino de la fe y la humildad de los que los recibe.
 
Nuestro Señor y los Apóstoles prohibían a los creyentes de juzgar a sus pastores, ya que estos son responsables ante Dios. "Del que recibió mucho, se le exigirá mucho". Por eso San Juan el Crisóstomo (Siglo IV) temía, que no todos los pastores se van a salvar. Cuando hay tan poca gente, deseosa de sacrificarse para el bien espiritual de sus prójimos, es preciso, al menos, valorar a aquellos que tomaron sobre si la obra del servicio a Dios y a los prójimos.
 
El apóstol Pablo enseña: "Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cual haya sido el resultado de su conducta, y imitad su fe... Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta" (Heb. 13:7-17). "Os rogamos, hermanos, que reconozcais a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros" (1 Tes. 5:12). "Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar" (1 Tim. 5:17-18).
Así, tenemos que apreciar, que nuestra Iglesia conservó no solamente la enseñanza de Jesucristo en su prístina pureza, sino también gracia del Sacerdocio y los Sacramentos, trasmitidos a la Iglesia por los Apóstoles. La mayoría de las "iglesias" contemporáneas, hace tiempo perdieron todo esto. Roguemos a Dios por los ministros de la Iglesia, que nos ayudan a renovarnos y fortalecernos espiritualmente.

Obispo Alejandro Mileant
 
Catecismo Ortodoxo
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Saturday, October 12, 2019

El Simbolismo de la Comunión ( Protopresbitero Jorge Florovski )

Lo mismo es justo en relación con todos los sacramentos. Todos los sacramentos son instituidos para permitir a los fieles "Participar" en la muerte redentora de Cristo y con esto recibir la gracia de Su resurrección. Con los sacramentos se subraya y demuestra el extraordinario y universal significado del sacrificio y victoria de Cristo. Este fue el pensamiento básico del trabajo de Nicolás Cabassil sobre la vida en Cristo, en el cual está perfectamente sumada toda la enseñanza sobre los sacramentos de la Iglesia de Oriente. "Nos bautizamos para morir con Su muerte y resucitar con Su resurrección; nos untamos para ser participes con El en la unción real de deificacion. Y cuando nos alimentamos con el Santísimo Pan y bebemos el Divino Cáliz, nos comunicamos con la misma carne y la misma sangre que aceptó el Salvador y, de esta manera, nos unimos con el Encarnado por nosotros y Divinizado y Muerto y Resucitado... El bautismo es el nacimiento, el óleo (miro) es la causa en nosotros de la actividad y movimiento y el pan de la vida y el cáliz de agradecimiento es el alimento y verdadera bebida (Sobre la vida en Cristo, II, 3,4,6).
 
 
Todos los sacramentos de la Iglesia contienen diversos símbolos con los cuales se "compara" y se representa la Cruz y la Resurrección. Esta simbólica es realista. Los símbolos no solo recuerdan algo, que tuvo lugar en el lejano "pasado." Lo que aconteció en el "pasado" dio comienzo a lo "Eterno." Todo los símbolos manifiestan una verdadera Realidad, que revelan y transmiten en forma absolutamente adecuada. A este simbolismo sagrado lo corona el gran Misterio del Santo Altar. La Eucaristía es el corazón de la Iglesia. Ella es el Sacramento de la Redención en su sentido mas alto. Ella es mas que la "semejanza" o un simple "recuerdo." Ella es la misma Realidad escondida y revelada en el Sacramento. La Eucaristía es "un Sacramento perfecto i ultimo, — dice Cabassil, — no se puede extender mas lejos, no se puede agregar algo mas grande." Es el "limite de la vida." — "Después de la Eucaristía no hay mas hacia donde dirigirnos, pero llegados aquí debemos tratar de saber como guardar a un tesoro semejante (Sobre la vida en Cristo IV, 1, 4, 15). La Eucaristía es la misma Ultima Cena, que acontece de nuevo, y de nuevo, y a pesar de eso no es repetida. Porque, realizándola cada vez no solo "representamos," sino, en realidad, nos unimos a la misma "misteriosa Ultima Cena" creada una sola vez (y por los siglos) por el Mismo Divino Sumosacerdote, como introducción y principio del Sacrificio voluntario en la Cruz. Y el verdadero Sacerdote de cada Eucaristía — es infaliblemente el Mismo Cristo.
 
San Juan Crisostomo afirmaba reiteradamente: "Así deben creer, que ahora se realiza la misma cena en la cual presenciaba El. Una de la otra no se diferencian en nada." (Sobre Mateo conversación, L, 3). "Las acciones de ese Sacramento se realizan no con la fuerza humana. Aquel, Quien las realizó en aquella cena, las realiza también ahora. Nosotros ocupamos el lugar de oficiantes, en cambio El que santifica y transmite a las ofrendas, es el Mismo Cristo...Es la misma cena misteriosa, que propuso Cristo y en nada menor, que aquella. No se puede decir, que a Aquella realiza Cristo, y a esta un hombre, ambas realiza El Mismo Cristo. Este lugar es la misma estancia donde El estaba con Sus discípulos" (Idem. LXXXII, 5). Esta cuestión es de una importancia primordial. La Ultima Cena era la presentación del sacrificio — sacrificio de la Cruz. El sacrificio continua hasta ahora. Cristo hasta hoy día es el Sumosacerdote de Su Iglesia. El Sacramento es el mismo. Una vez mas nos referimos a las obras de Cabassil: "Presentándose y sacrificándose una vez por todos nosotros, El no cesa en Su eterno oficio, realizándolo por nosotros y siempre será en este nuestro interceder ante Dios (Interpretación de la Divina Liturgia, 23).
 
La potencia resucitante de la muerte de Cristo, se manifiesta con toda fuerza en la Eucaristía, que es "la sanción de la inmortalidad, no solo protegiendo de la muerte, sino, también dando la vida eterna en Jesucristo" (A los Efecios, XX,2). Es el "Pan celestial y el Cáliz de la vida." Este terrible Sacramento se torna para los fieles "el compromiso de la vida eterna," justamente, porque la misma muerte de Cristo ya era el Triunfo y la resurrección, En la Eucaristía están unidos el principio y el fin: los recuerdos de acontecimientos evangélicos y las profecías de Apocalipsis. Ella es — sacramentum futuri, porque ella es — el recuerdo (Anamnesis) de la Cruz. La Eucaristía es el sacramento de presentimiento y placer anticipado de la Resurrección "la imagen de Resurrección" — una expresión de la oración para consumir la Santa Ofrenda (de la Liturgia de san Basilio el Grande). Solo "imagen" no porque ella es simple símbolo, sino, porque la historia de la Salvación continua y hay que esperar "la vida del siglo futuro."


Protopresbitero Jorge Florovski
 
Catecismo Ortodoxo
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