Monday, April 10, 2017

La Semana Santa en la Iglesia Ortodoxa


        La Semana Santa en la Iglesia Ortodoxa

 


Sábado de Lázaro


Hoy aprendemos que la muerte y el pecado son el

enemigo que nuestro SEÑOR vino a conquistar y que Él

es el verdadero camino de la vida. JESÚS en la tumba de

su amigo Lázaro dijo; “Yo soy la resurrección y la vida.

El que cree en mí, aunque muera, vivirá”. Y entonces

trajo el muerto Lázaro de vuelta a la vida. El milagro

llevó muchos a creer en JESÚS, pero también llevó a la

decisión de los sacerdotes de matar a Jesucristo 

Domingo de Ramos

Se celebra la jubilosa entrada de nuestro SEÑOR a

Jerusalén. JESÚS entró a la ciudad montado encima

de un burro. La gente fue a recibirlo llevando hojas de

palma y gritando; “¡Hosanna!, bendito sea el que viene

en el nombre de DIOS!”. Mostró que Él era el triunfante

pero humilde Mesías que se había profetizado por el

profeta Zacarías. Nosotros en este día llevamos hojas de

palma para demostrar que nosotros también aceptamos

a Cristo como SEÑOR y nuestro Rey Salvador y que

estamos dispuestos a seguirlo a la cruz. 
 Lunes Santo
Las misas del Lunes Santo nos ayudan a entender el

paso de Jesús de la muerte a la vida y como cada uno

de nosotros puede liberarse del pecado y de la muerte

por eso conmemoramos: “Himno del novio” que nos

advierte a prepararnos para la llegada de Cristo en la

procesión. El sacerdote lleva el icono de Cristo, el novio.



Jesucristo aparece como el novio de la Iglesia, quien

trae encima las huellas del sufrimiento, pero quien

también prepara una fiesta de boda para nosotros en

el reino de Dios.

Recordamos al bendito José, hijo de Jacobo en el viejo

testamento (Génesis 37-50) quien fue arrojado en un

hoyo y vendido como esclavo por sus hermanos. Años

después se hizo un gobernador poderoso de Egipto.

En la misma manera Nuestro Señor Jesucristo fue

rechazado y traicionado pero al fin coronado con gloria

en el reino de Dios. La estéril higuera donde Nuestro

Señor Jesucristo maldijo y marchitó ese árbol porque

no daba fruto. Ese árbol es como ellos que, aunque han

escuchado la palabra de Dios, no la cumplen. 


Martes Santo

Las misas del Martes Santo nos urgen a prepararnos

espiritualmente para recibir al novio de la Iglesia,

Nuestro Señor Jesucristo. Ellas que tenías las lámparas

vacías fueron dejadas afuera de la fiesta de la boda según

la parábola de las diez vírgenes del Evangelio. Entonces

cada uno de nosotros debe prender la lámpara de su

vida con FÉ y buenas obras de amor y recibir a Cristo.

Nuestra declaración: “El mensaje del himno del día:

veo su adorada cámara nupcial, oh, Mi Salvador, pero

no tengo traje de boda para entrar, oh, Donador de la

luz; ilumina mi alma y sálvame” 

Miércoles Santo
Las misas del Miércoles Santo nos piden arrepentirnos

de nuestros pecados, a confesarnos y a perdonar a los

demás. En el oficio del novio de la Iglesia que se canta

en la noche del martes santo, nos recordamos de la

pecadora, la quién ungió a Nuestro Señor Jesucristo

Cristo en anticipación de su muerte.

El arrepentimiento de ella y su amor para Jesús son

los temas del himno de Casiane que se canta en la

noche. Nosotros también podemos ser perdonados si

confesamos nuestros pecados y cumplimos la palabra

de Dios.

En el sacramento del aceite sagrado confesamos

nuestros pecados y pedimos la reconciliación con Dios.

El padre nos unge con aceite sagrado en el nombre de

la Santísima Trinidad para que podamos recuperarnos

espiritualmente y físicamente. (Marcos 6, 13/Santiago 5, 14-15) 


Jueves Santo

Hoy se celebra la última cena que nuestro SEÑOR

tuvo con sus discípulos y se ofreció como verdadero

alimento para todos nosotros. El pan y el vino de esta

cena (y de cada misa) se convirtieron en cuerpo y la

sangre de nuestro DIOS que nos dan vida eterna. Nos

recordamos también del momento que Jesús lavó los

pies de sus discípulos y así dio un ejemplo de humildad

y amor a los miembros de la Iglesia. Jesús reveló que el

traidor (Judas Iscariote) era uno de los doce discípulos.

En este día también nos recordamos que antes de



que fuera detenido Jesús, éste rezó en el jardín de

Gethsemane y sufrió la agonía de su muerte inminente.

En la divina liturgia del Santo Basilio, celebramos el

significado de lo que nuestro SEÑOR dijo e hizo en

la Última Cena, antes de la entrada mayor se canta el

siguiente himno especial: “acéptame, oh, Hijo de Dios,

como comulgante, porque yo no hablaré de su misterio

a sus enemigos, ni como Judas le daré a usted un beso,

ni como el ladrón yo le pediré: recuérdese de mí, oh

SEÑOR cuando esté en su reino”.

Se consagra, también, la Santa Comunión que se usa

durante el resto del año como el sacramento para los

enfermos y para aquellos que no pueden venir a la

Iglesia. La pasión, los sufrimientos, la crucifixión de

Nuestro Señor Jesucristo Cristo, la lectura de los

evangelios después del quinto evangelio, el crucifijo

es llevado en una procesión, este acto simboliza el

momento cuando Jesús llegó a Golgotha para ofrecerse

como sacrificio para los pecados de todo el mundo. 


Viernes Santo
Es un día de luto, ayuno, estricta abstinencia y rezo.

En este terrible día, la fuerza de la muerte y la realidad

del mal dominan al mundo, sin embargo, la muerte de

Jesús indica el comienzo de su victoria y de nuestra

victoria sobre el poder de la muerte y del pecado. Las

horas reales, relatan la historia de la pasión de Jesús

junto con profecías del Antiguo Testamento, Salmos

mesiánicos e himnos y nos ayudan a velar al lado de



nuestro SEÑOR crucificado y relacionar el sufrimiento

de Jesús con nuestra redención.

Apocathilosis es el descendimiento del cuerpo de

Nuestro Señor Jesucristo de la cruz, el Padre baja el

cuerpo de la cruz, lo envuelve en una tela blanca y lo

coloca encima del altar, para representar el entierro

de Jesús por José de Arimathea, un ícono de tela

representando el Cuerpo Sagrado de Jesús que se llama

Epitafios se lleva en procesión y se coloca en un féretro

adornado con flores que representa la tumba de Jesús.

Los himnos de los lamentos y la procesión del Santo

Sepulcro es donde lloramos la muerte indigna de nuestro

SEÑOR quien murió para nuestra salvación, con dolor

y alegría al mismo tiempo, cantamos los lamentos

al Cristo, quien está enterrado simbólicamente,

como sabemos él se ha levantado y Él es el SEÑOR

Dios Todopoderoso y el que da la vida.” Cristo vida,

colocado en un sepulcro, y los ejércitos angelicales se

maravillaron glorificando tu condescendencia!” 


Sábado Santo
 

Cristo Jesús bajó al infierno para que la muerte lo

destruyera. Es un día de un ayuno estricto, no comemos

ni aceite hasta la medianoche, pero también es un día de

esperanza y espera. Sabemos porque Cristo se murió,

la muerte ya no es el final de la vida. Esperando la

victoria de Cristo sobre el poder de la muerte cantamos

en la sagrada liturgia de santo Basilio; “Levántense, Oh

DIOS, y juzgue la tierra, porque a usted le pertenecen

todas las naciones!” La liturgia de hoy expresa la



anticipación de la resurrección, incluye lecturas del

viejo testamento e himnos especiales. 

Domingo de Pascua
La gloriosa resurrección de nuestro SEÑOR. La Divina

Liturgia de la resurrección donde la Iglesia nos invita

a participar en la fiesta de la resurrección y a recibir

una vez más la Santa Comunión. En la medianoche, en

la Iglesia oscura, los fieles reciben del Padre la Luz de

Cristo resucitado y forman una procesión afuera de la

Iglesia, escuchan del evangelio las buenas noticias del

triunfo de Cristo. El alegre himno de la resurrección de

Nuestro Señor Jesucristo. Cristo se canta triunfalmente:

“Cristo resucitó de entre los muertos, pisoteando la

muerte con su muerte y otorgando la vida a los que

yacían en los sepulcros”

En este domingo nos reunimos para celebrar la

AGAPI, víspera del amor de pascua donde abrazamos y

perdonamos a nuestros prójimos y donde compartimos

con los demás el regalo de la vida nueva que nos dio

NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.


Catecismo Ortodoxo 

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