Tuesday, October 29, 2019

Gran Mártir San Dimitrio de Tesalónica, "De quien emana mirra" Octubre 26.

Versos:
"Lanzas, mi Cristo, atravesaron a Demetrio, emulando las pasiones de tu costado perforado con la lanza".
En el vigésimo sexto, lanzas perforaron el costado de Demetrio.
Este glorioso Santo, Gran Mártir ([Megalomártiras o Megalomártir]) Dimitrio, "de quien emana mirra" (de [Miroblítis]) de Tesalónica, nació aproximadamente entre los años 280 y 284 D.C. Fue hijo de un procónsul romano en Tesalónica y fue martirizado por el emperador Diocleciano y Maximiano sobre el año 305.

Ya habían transcurrido tres siglos y el paganismo romano estaba espiritualmente destrozado y derrotado por la multitud de Mártires y Confesores del Salvador.
Entonces intensificó sus persecuciones. Los padres de San Demetrio pertenecían a la aristocracia pero eran cristianos en secreto y él fue bautizado y educado en la fe cristiana en una iglesia secreta en la casa de su padre. Cuando Demetrio había alcanzado la madurez y su padre había muerto, el emperador Galerio Maximiano había ascendido al trono. Maximiano confiado en la educación de Dimitrio, así como en su capacidad administrativa y militar, lo nombró a la posición de su padre como procónsul del distrito de Tesalónica.
A los 22 años, obtuvo el grado de comandante. Sus principales tareas eran defender la ciudad de los bárbaros y erradicar el cristianismo. La política del emperador con relación a los cristianos se expresó simplemente: “ Pon a la muerte a todo aquel que invoque el nombre de Cristo”.
El emperador no sospechaba que mediante el nombramiento de Demetrio, le había proporcionado una manera para él llevar a muchas personas a Cristo. Al aceptar el nombramiento, Dimitrio regresó a Tesalónica y de inmediato confesó y glorificó a nuestro Señor Jesucristo. En lugar de perseguir e imputar a los cristianos comenzó a enseñar la fe cristiana abiertamente a los habitantes de la ciudad y derrocar las costumbres paganas y la idolatría.

También creó una agrupación dejóvenes para el estudio de la Santa Escritura.
El compilador de su vida, San Simeón Metafrastes (9 de Noviembre) dice que debido a su celo por la enseñanza se convirtió en un segundo Apóstol Pablo. Desde Tesalónica, Jorge, el Apóstol de los gentiles, una vez fundó en esta ciudad la primera comunidad de creyentes. El Señor también destinó a San Dimitrio a seguir al Santo Apóstol Pablo como mártir. Cuando Maximiano se enteró de que el procónsul recién nombrado era un cristiano y de que había convertido a muchos súbditos romanos al cristianismo, la ira del emperador no conocía límites. Al regresar de una campaña en la región del Μar Νegro, el emperador llevó a su ejército a través de Tesalónica, decidido a masacrar a los cristianos. Al enterarse de esto San Dimitrio ordenó a su siervo Lupo distribuír sus riquezas terrenales entre los pobres , “ ya que buscaremos las riquezas celestiales entre nosotros “. Comenzó a orar y a ayunar, preparándose para el martirio. Cuando el emperador llegó a la ciudad, llamó a Demetrio, quien con valentía se confesó cristiano y confesó la falsedad y la inutilidad del politeísmo romano.

MARTIRIO DEL SANTO MEGALOMÁRTIR DIMITRIO.

Fue torturado terriblemente y encarcelado en el año 303 D.C. En la cárcel Se le apareció un ángel, confortándolo y animándolo. Mientras tanto, el emperador se divertía organizando juegos en el circo. El campeón fue un bárbaro con el nombre de Liéo. Él desafió a los cristianos a luchar contra él en una plataforma, elevada sobre lanzas, punta arriba, de los soldados victoriosos. Un valiente cristiano llamado Néstor fue a la cárcel a visitar a su consejero Dimitrio, para pedirle su bendición para luchar contra el bárbaro. Con la bendición y las oraciones de Dimitrio, Néstor venció al luchador bárbaro Liéo y lo arrojó desde la platafoma sobre las lanzas de los soldados, al igual que el pagano habría hecho con el cristiano. El emperador enfurecido ordenó la ejecución del Santo Mártir Néstor y envió a unos guardias a la prisión para matar a San Dimitrio. En la madrugada del 26 de Octubre, varios soldados fueron a la prisión del soldado y lo atravesaron con lanzas. Su fiel servidor, San Lupo, recogió la ropa empapada de sangre del santo y cogió el anillo imperial de su dedo, símbolo de su alto status, y lo sumergió en la sangre. Con el anillo y otras cosas santificadas por la sangre de San Dimitrio, San Lupo comenzó a curar a los enfermos.

El emperador dio órdenes para detenerlo y matarlo. El cuerpo de Santo Gran Mártir Dimitrio fua arrojado a las fieras para ser devorado, pero los cristianos lo tomaron y lo enterraron en secreto. Durante el reinado de San Constantino una Iglesia fue construída sobre la tumba de San Demetrio. Cien años más tarde, durante la construcción de una nueva Iglesia majestuosa sobre la antigua, fueron descubiertos los restos incorruptos del Santo Mártir. Desde el s. VII un flujo milagroso de mirra perfumada fue encontrada debajo de la cripta del Gran Mártir Dimitrio (de ahí su nombre, [o Miroblítis], el derramador o emanador de mirra). El Santo Mártir Dimitrio es muy venerado en muchos países, más particularmente en Grecia y en Rusia.
Los escritores de himnos de San Dimitrio, Eustaquio de Tesalónica, Gregorio Palamás y Dimitrio Jrisolorás, hacen referencia a que el cuerpo del Santo fue enterrado en el lugar del martirio, del cual después salía mirra, de ahí su sobrenombre de Miroblítis o "que desprende mirra".En las imágenes bizantinas y también en la actual hagiografía, San Dimitrio se presenta a menudo como un jinete sobre un caballo rojo (frente al caballo blanco de San Jorge), que pisotea al infiel Liéo*. Hoy San Dimitrio es el patrón de la ciudad de Tesalónica.

Sagradas Reliquias del Santo.
Iglesia de San Dimitrio, Tesalónica.


Uno de los muchos milagros del Santo, es el siguiente: en el año 1823 D.C. los turcos, que estaban instalados en la Acrópolis de Atenas, preparaban las municiones para disparar con sus cañones a los griegos que estaban reunidos en el templo de San Dimitrio, pero éste hizo un milagro para que se salvasen los cristianos, y la pólvora explotó en las manos de los turcos, destrozando también parte del monumento del Partenón. Como memoria de este milagro, el templo se llama San Dimitrio Lumpardiáris, de lumparda, que era el cañón de los turcos que explotraron.
Se le considera protector de los jóvenes y es invocado contra las tentaciones lujuriosas. Gran Mártir San Dimitrio, acuérdate de nosotros ante Dios.


Tipykón de la Fiesta del Gran Mártir San Dimitrio de Tesalónica.

Apolitiquio tono 3

El mundo ha encontrado en ti un gran campeón en tiempo de peligro, cuando saliste victorioso al derrotar a las naciones. Porque cuando dejaste de lado las jactancias de Lieos, impartiendo coraje a Néstor en el estadio, de la misma manera, santo, Gran Mártir Dimitrio, invoca a Cristo Dios por nosotros, para que nos conceda Su gran misericordia.

Kondaquio tono 2

Dios, que te dio un poder invencible y con cuidado mantuvo tu ciudad invulnerable, magníficamente vistió a la Iglesia de púrpura con las corrientes de tu sangre, porque tú eres su fortaleza, oh Demetrio.

Megalinario.

Protege a tus sirvientes, oh atleta, a aquellos que cantan tus alabanzas al mártir emanador de mirra, y sálvanos de los peligros y todos los demás daños, tres veces bendito Dimitrio a través de tus súplicas.
 
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Tuesday, October 22, 2019

Oración, arrepentimiento y humildad. (San José el Hesychast)


La única esperanza de salvación de los delirios y las herejías, las innovaciones y las trampas de las personas malvadas y del diablo es la oración, el arrepentimiento y la humildad.

San José el Hesychast

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Thursday, October 17, 2019

Las cualidades Espirituales del clero. ( Obispo Alejandro Mileant )

En sus epístolas, el Apóstol Pablo toca varias veces el tema de las cualidades que deben poseer los miembros del clero. Por ejemplo: "porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios... retenador de la palabra fiel como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen" (Tit 1:7-9). El Apóstol Pedro así instruía a los Obispos y Sacerdotes:
"Ruego a los pastores que están entre vosotros, yo pastor también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada: apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria" (1 Ped. 5:1-4).
 
El Apóstol Pablo instruía a Tito, que era presbítero (Obispo), que él que consagra debe ser: "irreprensible, marido de una sola mujer, tener hijos creyentes, que no esten acusados de disolución ni de rebeldía. Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador..." (Tit 1:5-10).
 
Esperando del clero las altas cualidades morales, los fieles tienen que tener en cuenta, que la gracia del sacerdocio, ayudando al hombre en su vida espiritual, pero no lo vuelve perfecto. Las personas del clero son también gente que soporta el peso de los males generales y son vulnerables a las mismas tentaciones que los laicos. Por eso la Iglesia siempre enseñó que la validez de los sacramentos y de la bendición sacerdotal, dependen no de la perfección espiritual del oficiante, sino de la fe y la humildad de los que los recibe.
 
Nuestro Señor y los Apóstoles prohibían a los creyentes de juzgar a sus pastores, ya que estos son responsables ante Dios. "Del que recibió mucho, se le exigirá mucho". Por eso San Juan el Crisóstomo (Siglo IV) temía, que no todos los pastores se van a salvar. Cuando hay tan poca gente, deseosa de sacrificarse para el bien espiritual de sus prójimos, es preciso, al menos, valorar a aquellos que tomaron sobre si la obra del servicio a Dios y a los prójimos.
 
El apóstol Pablo enseña: "Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cual haya sido el resultado de su conducta, y imitad su fe... Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta" (Heb. 13:7-17). "Os rogamos, hermanos, que reconozcais a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros" (1 Tes. 5:12). "Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar" (1 Tim. 5:17-18).
Así, tenemos que apreciar, que nuestra Iglesia conservó no solamente la enseñanza de Jesucristo en su prístina pureza, sino también gracia del Sacerdocio y los Sacramentos, trasmitidos a la Iglesia por los Apóstoles. La mayoría de las "iglesias" contemporáneas, hace tiempo perdieron todo esto. Roguemos a Dios por los ministros de la Iglesia, que nos ayudan a renovarnos y fortalecernos espiritualmente.

Obispo Alejandro Mileant
 
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Saturday, October 12, 2019

El Simbolismo de la Comunión ( Protopresbitero Jorge Florovski )

Lo mismo es justo en relación con todos los sacramentos. Todos los sacramentos son instituidos para permitir a los fieles "Participar" en la muerte redentora de Cristo y con esto recibir la gracia de Su resurrección. Con los sacramentos se subraya y demuestra el extraordinario y universal significado del sacrificio y victoria de Cristo. Este fue el pensamiento básico del trabajo de Nicolás Cabassil sobre la vida en Cristo, en el cual está perfectamente sumada toda la enseñanza sobre los sacramentos de la Iglesia de Oriente. "Nos bautizamos para morir con Su muerte y resucitar con Su resurrección; nos untamos para ser participes con El en la unción real de deificacion. Y cuando nos alimentamos con el Santísimo Pan y bebemos el Divino Cáliz, nos comunicamos con la misma carne y la misma sangre que aceptó el Salvador y, de esta manera, nos unimos con el Encarnado por nosotros y Divinizado y Muerto y Resucitado... El bautismo es el nacimiento, el óleo (miro) es la causa en nosotros de la actividad y movimiento y el pan de la vida y el cáliz de agradecimiento es el alimento y verdadera bebida (Sobre la vida en Cristo, II, 3,4,6).
 
 
Todos los sacramentos de la Iglesia contienen diversos símbolos con los cuales se "compara" y se representa la Cruz y la Resurrección. Esta simbólica es realista. Los símbolos no solo recuerdan algo, que tuvo lugar en el lejano "pasado." Lo que aconteció en el "pasado" dio comienzo a lo "Eterno." Todo los símbolos manifiestan una verdadera Realidad, que revelan y transmiten en forma absolutamente adecuada. A este simbolismo sagrado lo corona el gran Misterio del Santo Altar. La Eucaristía es el corazón de la Iglesia. Ella es el Sacramento de la Redención en su sentido mas alto. Ella es mas que la "semejanza" o un simple "recuerdo." Ella es la misma Realidad escondida y revelada en el Sacramento. La Eucaristía es "un Sacramento perfecto i ultimo, — dice Cabassil, — no se puede extender mas lejos, no se puede agregar algo mas grande." Es el "limite de la vida." — "Después de la Eucaristía no hay mas hacia donde dirigirnos, pero llegados aquí debemos tratar de saber como guardar a un tesoro semejante (Sobre la vida en Cristo IV, 1, 4, 15). La Eucaristía es la misma Ultima Cena, que acontece de nuevo, y de nuevo, y a pesar de eso no es repetida. Porque, realizándola cada vez no solo "representamos," sino, en realidad, nos unimos a la misma "misteriosa Ultima Cena" creada una sola vez (y por los siglos) por el Mismo Divino Sumosacerdote, como introducción y principio del Sacrificio voluntario en la Cruz. Y el verdadero Sacerdote de cada Eucaristía — es infaliblemente el Mismo Cristo.
 
San Juan Crisostomo afirmaba reiteradamente: "Así deben creer, que ahora se realiza la misma cena en la cual presenciaba El. Una de la otra no se diferencian en nada." (Sobre Mateo conversación, L, 3). "Las acciones de ese Sacramento se realizan no con la fuerza humana. Aquel, Quien las realizó en aquella cena, las realiza también ahora. Nosotros ocupamos el lugar de oficiantes, en cambio El que santifica y transmite a las ofrendas, es el Mismo Cristo...Es la misma cena misteriosa, que propuso Cristo y en nada menor, que aquella. No se puede decir, que a Aquella realiza Cristo, y a esta un hombre, ambas realiza El Mismo Cristo. Este lugar es la misma estancia donde El estaba con Sus discípulos" (Idem. LXXXII, 5). Esta cuestión es de una importancia primordial. La Ultima Cena era la presentación del sacrificio — sacrificio de la Cruz. El sacrificio continua hasta ahora. Cristo hasta hoy día es el Sumosacerdote de Su Iglesia. El Sacramento es el mismo. Una vez mas nos referimos a las obras de Cabassil: "Presentándose y sacrificándose una vez por todos nosotros, El no cesa en Su eterno oficio, realizándolo por nosotros y siempre será en este nuestro interceder ante Dios (Interpretación de la Divina Liturgia, 23).
 
La potencia resucitante de la muerte de Cristo, se manifiesta con toda fuerza en la Eucaristía, que es "la sanción de la inmortalidad, no solo protegiendo de la muerte, sino, también dando la vida eterna en Jesucristo" (A los Efecios, XX,2). Es el "Pan celestial y el Cáliz de la vida." Este terrible Sacramento se torna para los fieles "el compromiso de la vida eterna," justamente, porque la misma muerte de Cristo ya era el Triunfo y la resurrección, En la Eucaristía están unidos el principio y el fin: los recuerdos de acontecimientos evangélicos y las profecías de Apocalipsis. Ella es — sacramentum futuri, porque ella es — el recuerdo (Anamnesis) de la Cruz. La Eucaristía es el sacramento de presentimiento y placer anticipado de la Resurrección "la imagen de Resurrección" — una expresión de la oración para consumir la Santa Ofrenda (de la Liturgia de san Basilio el Grande). Solo "imagen" no porque ella es simple símbolo, sino, porque la historia de la Salvación continua y hay que esperar "la vida del siglo futuro."


Protopresbitero Jorge Florovski
 
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Friday, October 4, 2019

Aquel que renuncia al mundo ( San Juan Clímaco )


Aquel que renuncia al mundo movido por un sentimiento de temor es semejante al incienso cuando se quema: al principio huele bien, mas termina transformándose en humo. Aquel que renuncia al mundo con la esperanza de una recompensa se asemeja a la piedra del molino que muele siempre del mismo modo. Pero aquel que renuncia al mundo por amor a Dios adquiere desde el comienzo el fuego interior, y este fuego, como si estuviera en medio de un gran bosque, se transforma en un gran incendio.


La Santa Escala de San Juan Clímaco
 
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