Monday, March 11, 2019

Ahora es época de Ayuno, un tiempo conveniente para la limpieza del Alma. ( San Juan Maximovich )

Ahora es época de Ayuno, un tiempo conveniente para la limpieza del Alma. El Señor habla a toda la gente de todos los tiempos y razas, y les dice algo claro y bien conocido. Hoy una persona esta viva, pero mañana muere y todo lo que él tiene esta perdido para él. Pero el alma, la cual mueve al cuerpo, continúa viviendo y es confortada y feliz, o bien, triste y atormentada. El hombre es creado así; el cuerpo debe vivir como el alma desea. En el momento de la muerte el alma continúa viviendo sin el cuerpo. Todo perecerá excepto aquello que el alma reunió a través del amor y la oración. Todo lo virtuoso hecho por un hombre es escrito en el alma y no será tomado de él. Mientras una persona vive, encuentra a sí mismo prestando atención a muchas cosas: vestido, salud, trabajo y estudio. Hay épocas cuando ella esta interesada solo con el pensamiento de guerra o de una cosecha inútil – de todo aquello que es necesario para la vida en la tierra.

Así, también, en la vida espiritual hay épocas de especial atención a lo que es necesario para el alma. Tal es la Gran Cuaresma – una época de especial atención, examinación, de la liberación de fuerzas espirituales. El ayuno es establecido por el Espíritu Santo. Los hombres rectos, esforzándose hacia Dios, a través de la experiencia de vida han venido a conocer el significado del ayuno y a sostener testimonio que sin ayuno no puede haber vida espiritual. Todos los ataques variados del diablo, todas sus tentaciones, todo lo que concierne al mundo diabólico, son apartados – se vuelve sin poder y es avergonzado – cuando una persona firmemente sigue las palabras del propio Salvador, el Señor Jesucristo: ” … este género no se va sino con oración y ayuno” (Mateo 17:21).

Ahora es época de ayuno, un tiempo conveniente para la limpieza del alma. Esta es la cosa más importante, para que un alma este apta para aceptar la gracia de Dios, tal que aquellos tesoros sean almacenados en el alma, que no serán tomadas de ella. Y entonces el paso por su vida será recto; en el alma habrá paz y regocijo. “Crea en mí un corazón puro, ¡oh Dios! Y renueva un espíritu recto dentro de mí”…


Obispo Alexander Mileant


Catecismo Ortodoxo 
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