Tuesday, August 23, 2016

Obispos Ortodoxos Griegos denuncian al Papa Francisco, Iglesia de Roma, y Ecumenismo como Plan Anticristo de los Masones Libres


Obispos Ortodoxos Griegos denuncian al Papa Francisco, Iglesia de Roma, y Ecumenismo como Plan Anticristo de los Masones Libres
Escudo de armas de la Iglesia de Grecia
Un lector me remitió una carta enviada al Papa Francisco por dos obispos Ortodoxos Griegos. El documento real es de 89 páginas, así que lo siguiente contiene excertas:
A Su Excelencia, Francisco
Jefe del Estado de la Ciudad del Vaticano
Ciudad del Vaticano, Roma
Su Excelencia,
Con el debido respeto y sincero amor, nosotros le enviamos a usted esta carta Episcopal, el propósito de la cual no procede de ningún motivo egoísta, sino de puro y desprendido amor Cristiano, del deber Cristiano, de un esencial mandamiento de nuestra Salvador Cristo, Quien “desea que todos los hombres se salven y lleguen al pleno conocimiento de la verdad” 1 y finalmente de un cálido y ardiente deseo por su salvación. A causa de esto nosotros sentimos que que es nuestro santo y obligatorio deber, como los menores de los miembros del Todo santo y Todo puro Cuerpo de Cristo y especialmente como Obispos Ortodoxos, que pertenecen como también al Santo Sínodo de la Santa Iglesia Autocéfala de Grecia, que es nuestra más alta autoridad eclesiástica, como un todo Indiviso, Santa, Católica, y Apostólica Iglesia Ortodoxa, esforzarnos con toda nuestra potencia para restaurarlo a la Iglesia Madre Ortodoxa Católica, de la cual usted se fue y de la cual está separado, una obra que nosotros esperamos, con la cooperación de la Divina Gracia no creada del Señor, que ello sea alcanzado…
Desde el comienzo nosotros debemos clarificar que nosotros los Ortodoxos, no tomamos parte en el políticamente correcto espíritu del occidental y especialmente ecumenista “cristianismo”, no nos referimos a aquellas comunidades religiosas que han estado, tristemente, separadas de la Única, Santa, Católica y Apóstolica Iglesia Ortodoxa como “Iglesias”. Sino que, siguiendo el ejemplo de nuestros Santos Padres a través de todas las épocas, nos referimos a ellas como herejes, y a usted, Su Excelencia, y a sus seguidores, nosotros los denominamos “Papistas” y a su herejía como el “Papismo”…
Nosotros oramos incesantemente para que nuestro Señor Jesucristo una juntamente al engañado “Papa” y a sus seguidores, a través del arrepentimiento y la renuncia a su engaño y herejía, dentro de la Única, Santa, Católica y Apostólica, Iglesia Ortodoxa y para asumir como un Papa Ortodoxo, de acuerdo a la antigüedd de honor de la Pentarquía y de acuerdo con los Cánones Divinos y Santos, la presidencia de honor de las Iglesias Autocéfalas Ortodoxas como “primus inter pares”.
Una razón adicional, que muestra la oportunidad e importancia de nuestra presente epístola Episcopal, son las intrigas en el reino del moderno Movimiento Hereje Ecuménico con sus diálogos teológicos ecumenistas entre Ortodoxos y Papistas, en donde los representantes del lado Ortodoxo, animados desafortunadamente por el panherético espíritu del sincretismo ecuménico intercristiano e interreligioso, y empleando el falso amor ecumenista, un “amor” sin verdadero amor y unidad en la fe Ortodoxa, lo engañan a usted, Su Excelencia, diciendo que el Papismo es una llamada “Iglesia”, y además una “Iglesia hermana”, con válidos Misterios (Sacramentos), Bautismo, el Sacerdocio y la Gracia, que el Papismo y la Ortodoxia componen los llamados “dos pulmones”, con que la Iglesia de Cristo respira, que usted, el “Papa” hereje, es un obispo canónico, sucesor del apóstol Pedro y Vicario de Cristo sobre la tierra, quien posee la Apostólicamente, Escrituralmente y Patrísticamente inexistente y sin terreno primacía “Petrina” de poder sobre toda la Iglesia, y la blasfema “infalibilidad Papal”, en lugar de la verdadera primacía de honor (διά τό εἶναι τήν Ρώμην πρωτεύουσα) como está ordenado por los Cánones Santos de la individida Iglesia del primer milenio a la cual El Papa Ortodoxo de Roma y el Patriarca del Oeste tienen derecho, doctrinas que son totalmente desconocidas y sin fundamento o testimonio en la Tradición general de la Iglesia Católica Ortodoxa de los primeros diez siglos y de los ocho Santos Concilios Ecuménicos, doctrinas que son una clara blasfemia contra el Espíritu Todo Santo y que muestras su apartamiento teológico y la soberbia satánica de la cual ustedes están poseídos. Clara prueba de lo absurdo de los Ecumenistas Ortodoxos es que, mientras ellos le atribuyen a usted títulos eclesiásticos, a usted que es obviamente un hereje y erróneo en sus creencias, ellos no se atreven, incluso si pensaran que eso sería en mantenerlo con sus declaraciones, a venir a la comunión sacramental con usted, porque ellos saben desde ese momento que ellos inmediatamente perderán su propia identidad eclesiástica. ¿No constituye esto la más elocuente prueba de las falsas doctrinas del Ecumenismo?…
Al comunicarnos con usted a través de esta presente carta Episcopal, nosotros deseamos que se le haga saber a usted que, de acuerdo a la Santa Escritura diacrónica, la Tradición Patrística y Canónica y de acuerdo a la infalible conciencia de la plenitud de la Iglesia Católica Ortodoxa Oriental, el Papismo, del cual usted es el líder, Su Excelencia, no es una “Iglesia” sino una comunidad religiosa, una parasinagoga, una herejía, una alteración, una demoledora y total perversión de la Verdad, es decir, del verdadero Dios-hombre, Cristo. Muchos delos Concilios Ortodoxos han condenado al Papismo como una herejía…
El Papismo no es una “Iglesia” sino un Estado –el Vaticano, una organización mundial, con un gobierno, cun usted, el “Papa”, como líder, con los Cardenales como Ministros y Secretarios y con el “Banco del Espíritu Santo”. Ni es el Papismo una “Iglesia Católica Romana”, puesto que él no es ni Romano, ni Católico, ni una Iglesia, él no tiene ninguna relación con Romiosini o con Romania. Él no es Católico puesto que está separado por sí mismo de la Iglesia Católica Ortodoxa en 1054 D.C. y puesto que él no posee la plenitud de la Fe Ortodoxa de nuestros Santos Padres, que ustedes han distorsionado. Ustedes no son una Iglesia, puesto que ustedes se convirtieron en un Estado, cayendo, más bien, en la tercera tentación de Cristo. 7 Ustedes aceptaron la propuesta del Diablo de hacerlos a ustedes todopoderosos gobernadores terrenales a cambio de su sometimiento a él. Nosotros los Ortodoxos somos la verdadera Iglesia Católica Romana. Nosotros los Ortodoxos somos los Romanos: A nosotros pertenece Rumania, Romiosini. La Ortodoxa es la Única Santa, CATÓLICA, y Apostólica Iglesia, la verdadera Iglesia Católica Romana, como nosotros lo confesamos en el Símbolo de Fe Niceno-Constantinopolitano.
El hecho de que el Papismo es una herejía es revelado por las llamativas falsas doctrinas que usted confiesa. Estas son: I) La existencia política y estructura del Vaticano con ministerios, burocracias y bancos; II) El Filioque (la supuesta procesión del Espíritu Santo también desde el Hijo); III) La Gracia creada, IV) La primacía de poder; V) La posesión del poder mundial y espiritual por el Papa; VI) La infalibilidad del Papa; VII) Las teorías de que el Papa es el último juez y Arquisacerdote, la suprema autoridad y monarca de la Iglesia; VIII) El bautismo por rociado y la separación de él del misterio de la Chrismation; IX) El uso de pan sin levadura (Hostia); X) La transformación del pan y el vino en el Cuerpo y Sangre de Cristo con palabras de institución en lugar de la invocación del Espíritu Santo como también la doctrina de la transubstanciación; XI) La privación de la Sangre de Cristo al laicado; XII) La privación de la Sagrada Comunión a los niños; XIII) La adoración de María; XIV) El dogma de la “inmaculada concepción” y la “asunción corporal” de la Madre de Dios; XI) El purgatorio; XVI) Las indulgencias; XVII Los llamabos “superabundantes méritos” de Cristo, XVIII) Los “superabundantes méritos” de los Santos, XIX) Los méritos de las obras del hombre; XX) La estatuaria y la secularización del arte religioso en lugar de la iconografía Ortodoxa XXI) El celibato mandatorio para el clérigo; XXII) El reconocimiento de asesinos (Stepinac) como “santos”; XXIII) La doctrina de la satisfacción de la justicia divina (el resultado de confusión respecto del pecado original y el legalismo que es prevalente en el Papismo); XXIV) El rechazo de la Santa Tradición y el tomar ventaja de ella como una herramienta para reclamos Papales (el Papa es Tradición); XXV) La creencia de que el “infalible Papa” es el único guardián, juez e intérprete de la Revelación Divina; XXVI) La llamada “Iglesia Sufriente”, que está supuestamente compuesta de los fieles que están presentes en el purgatorio; XXVII) El rechazo de la igualdad de obispos; XXVIII) El sistema centralizado y la administración despótica del Vaticano en donde el “Papa” es monarca absoluto, lo que introdujo el Cesaropapismo; XXIX) El carácter social/humanitario de las órdenes monásticas; XXX) El carácter impersonal y jurídico del misterio de la confesión; XXXI) Y, finalmente, la maldita Uniate, el caballo de Troya del Papismo…
Su elección, Su Excelencia, no fue un evento al azar, pues los centros de toma de decisiones a nivel mundial, viendo el auge financiero de muchos de los países de Latinoamérica, decidieron promover su elección como líder del Vaticano, en orden a usar sus intervenciones en sus propios intereses. Esa es la conclusión de un análisis de científicos especiales quienes están involucrados en la ciencia de la geopolítica y la geoestrategia (principalmente la primera). Los analistas sostienen que los “Centros de Toma de Decisiones Mundiales” diseñaron su nuevo rol específicamente para “renunciar” al título básico de Líder del Estado Vaticano, que molesta a los fieles de otras “confesiones Cristianas”, y para aceptar el título de Obispo o Patriarca de Occidente, incluso si bien usted está por fuera de la Única, Santa, Católica, y Apostólica Iglesia (Ortodoxa) y se comporta más como un padre espiritual y menos como el líder del Estado Vaticano. Ni fue un suceso por casualidad que el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, lo saludara a usted como “un líder espiritual mundial (abril 23)”. Esto ocurrió en su reunión con él durante la cual a Su Excelencia se le pidió por su país hacer trabajo filantrópico y “aproximar a la gente de diferentes religiones y no creyentes”. Esto significa que en el Vaticano usted estará trabajando un esquema paralelo de comunicación y propaganda en orden a llevar a cabo proselitismo en los países a los que usted se dirija…
El término “Jesuíta” que de acuerdo al Profesor griego de linguística, G. Babiniotis, es sinónimo de “hipócrita y tartufo” para los miembros de la individida e incambiada Iglesia Católica Ortodoxa, concierne a la orden monástica Papista que fue fundada en 1543 por el español, Ignacio de Loyola, y el vasco, Francisco Xavier, para contrarrestar la Reforma, y el levantamiento de la gente en Europa contra las actuaciones del papocesarismo. De hecho, esta orden es culpable de las salvajes polémicas e insidiosas acciones hacia el martirizado y Santo Patriarca de Constantinopla, Cirilo Lucaris, quien fue muerto de una manera horrible en 1638…
En 2006 el reportero argentino Horacio Verbitsky, en su libro, El Silencio, lo acusó a usted, Jorge Mario Bergoglio y ahora Francisco I, como un directo colaborador de la Junta de Videla, apoyándose en los relatos personales de cinco “clérigos” Papistas, de quienes usted removió, como el entonces “obispo” Bergoglio de Buenos Aires y el argentino “eparch” de la “Sociedad de Jesús”, el permiso para llevar a cabo trabajo misionero en las “villas-miseria” de Buenos Aires, dando así la oportunidad para que la Junta de Videla los arrestara a ellos. La prominente abogada de los derechos humanos, Myriam Bregman, basando su trabajo en los testimonios delos Jesuitas Yorio y Jalics, suministra la información significativa que, después de sesiones de tortura en las prisiones de la Junta, los dos Jesuítas fueron arrojados desde un helicóptero. Ellos, sin embargo, vivieron para contar las “realizaciones” y la “caridad” del aparentemente humanitario, Jorge Mario Bergoglio, ahora Francisco I…
Nosotros preguntamos a Su Excelencia: ¿En qué punto en el tiempo se hizo la Iglesia agradecida por el hecho de que los heterodoxos judíos preservaran una fe que vehemente niega la divinidad de nuestro Señor Jesucristo? Ustedes también dijeron muchas otras cosas similares. Nosotros creemos, sin embargo, que incluso esta pequeña muestra de sus propias palabras claramente muestra la completa ausencia de una consciencia eclesiástica de su parte. Usted que es presentado como el “Vicario de Cristo sobre la Tierra” y “Primero de la Iglesia”!
Puede ser posible, preguntamos nosotros, que usted también no esté consciente como el “Papa Cristiano” que el oculto Sionismo Global, 54 que fue condenado como extremadamente racista por la ONU (cuando la ONU era verdaderamente libre) cambiara el teísmo del Antiguo Testamento y los Profetas en un vergonzoso Satanismo, con la demoníaca Cábala y el vulgar Talmud, obra de los demonizados rabinos del Judaísmo apartado de sus ideales con respecto al gobierno y la dominación mundial, a través del todavía esperado falso mesías, es decir el Anticristo?…
Junto con los Judíos, Su Excelencia es un favorito de los Masones Libres, quienes de acuerdo a sus propias publicaciones, estaban ansiosamente esperando su elección y se regocijaron cuando usted fue escogido! En una declaración del “Gran Maestro”, G. Raffi, él enfatiza en que, “Con el Papa Francisco, nada será como era antes. Es una clara elección de fraternidad para una Iglesia de diálogo, que no está contaminada por la lógica y las tentaciones del poder temporal. Él es un hombre de los pobres, lejos de la Curia. Fraternidad y el deseo de dialogar fueron sus primeras palabras concretas. Quizás nada en la Iglesia será como era antes. La simple cruz que él usó sobre su casaca blanca nos permite esperar que una Iglesia del pueblo redescubrirá su capacidad de dialogar con todos los hombres de buena voluntad y con la Masonería Libre, que, como enseña la experiencia de América Latina, trabaja por el bien y el progreso de la humanidad!” Así que aquí está el corazón del asunto: “diálogo con todos los hombres de buena voluntad”, lo que significa una intensificación del ecumenismo! ¿No está usted consciente, Su Excelencia, de que la Masorenía Libre promueve, a través del Ecumenismo, la religión universal de Lucifer, como también el hecho de que la fuente y vientre de la Masonería Libre es el oculto Sionismo Internacional?…
La Masonería Libre es “un culto pagano de adoración, un adversario de la pura Ortodoxa Iglesia Católica”. Es decir, es claramente una religion anticristiana y pagana. Los Masones son “adoradores de Satanás y luciferistas, seguidores de la religión del Anticristo.”…
Usted, Su Excelencia, no ha cesado desde el momento de su elección de hablar en términos brillantes acerca de todas las religiones del mundo, y llamarlas a ellas a colaborar por “el bien de la humanidad”…
Es obvio que usted decidió conducir el esfuerzo de unir las religiones del mundo, creyendo que usted puede convertirse en su líder! La “Santa Sede” está yendo por el camino de la creación de un mundo con una sola religión, supuestamente para el bien del mundo. En esencia, sin embargo, ello será para su devastación…
El Ecumenismo adopta y legitimiza todas las herejías como “iglesias”, e insulta los dogmas de la Única, Santa, Católica, y Apostólica Iglesia…
El Concilio Ecuménico es el más alto criterio de eclesialidad. Para nosotros los Ortodoxos la más alta forma de gobierno eclesiástico es el Concilio Ecuménico, no un hombre, un “Papa”. Aquí está nuestra esencial diferencia con el Papismo…
Nosotros, los Ortodoxos, deseamos la unión y oramos incesantemente “por la uniad de todas (las personas)” –una unidad en nuestra Santa Iglesia en verdad. Nosotros no oramos por la unidad de falsas iglesias que no traicionarán sus varias herejías, de alguna “enviada por Dios” unidad en la diversidad de falsas doctrinas. Ustedes, los Papistas, en esencia, entorpecen esta unidad. Nosotros los Ortodoxos somos unificadores por excelencia, mientras que ustedes, los Papistas, son separadores. Si ustedes no se arrepienten aquí en esta presente vida, ustedes se arrepentirán en el Infierno, en donde, no obstante, no “hay ningún arrepentimiento”!…
No puede existir ninguna forma de compromiso entre la Ortodoxia y el Papismo, ni con su viejo ni con su moderno espíritu, ni con su idolatría…
Con respeto,
+ Andrew of Dryinoupolis, Pogoniani and Konitsa
+ Seraphim of Piraeus and Faliro
(Carta a Francisco. HOLY AUTOCEPHALOUS ORTHODOX CATHOLIC CHURCH OF GREECE. April 10, 2014. http://cdn.romfea.gr/images/stories/photos/2014/4/romfea1/spiti/Epistle%20to%20Pope%20Francis%20I.pdf visto el 04/20/2014)
Los dos obispos claramente ven los peligros del movimiento ecuménico y han establecido muchas de sus objeciones al Papa Francisco y a la Iglesia de Roma. A pesar de varias posiciones erróneas que ellos tienen, ellos están correctos en que el movimiento ecuménico, con o sin la participación de los Masones Libres, va a ser una herramienta del final Anticristo.
Note también que estos obispos desean absolutamente que el Papa Francisco y Roma cambien y acepten la fe Ortodoxa –esto es consistente con lo que ciertas ‘profecías privadas’ Ortodoxas dicen. Ellos también dicen que la Iglesia de Roma no es una iglesia válida. Sentimientos Anti-Romanos permanecen muy adentro entre muchos de los Ortodoxos, y yo primero aprendí eso hace décadas. Yo edité la carta de arriba por razones de espacio, pero ella contenía muchos otros cargos contra el Papa Francisco y su iglesia que usted puede chequear puesto que yo estoy incluyendo el enlace a ella. Debería anotarse también que hubo un montón de declaraciones anti-judías que yo no reporté arriba –el antisemitismo parece estar muy arraigado en muchos. Los dos obispos firmantes toman la posición de que los Ortodoxos deben oponerse a Francisco, Roma, la Masonería Libre, y el ecumenismo.
Por supuesto, hay muchas excepciones a esto dentro de las comunidades Ortodoxas. Bartholomew I, Patriarca Ecuménico de Constantinopla, ha incentivado el diálogo ecuménico Católico-Ortodoxo y ha afirmado que para finalizar esto se llevará a cabo un Concilio Ecuménico o “sínodo” (Nueva encíclica del Patriarca de Constantinopla defiende el diálogo Católico-Ortodoxo. February 20, 2010. http://www.catholicnewsagency.com/news/patriarch_of_constantinoples_new_encyclical_defends_catholic-orthodox_dialogue/ viewed 11/22/11).
Note que de acuerdo a un profeta bizantino, Ortodoxo Oriental, el final (los Ortodoxos reconocen siete previos) concilio o sínodo ecuménico satisface lo que los “heréticos” quieren:
San Nelios el Myrrh-Gusher (murió en 1592): Durante ese tiempo el Octavo y último Sínodo Ecuménico tendrá lugar, que satisfará las contenciones de los heréticos… (Tzima Otto, p. 111).
Al satisfacer a los “heréticos”, claramente este concilio hace compromisos y cambia la religión, que será llamada “Católica”. Si los herejes son verdaderamente heréticos, ¿Deberían ser satisfechas sus contenciones?
Se anunció que los Ortodoxos Orientales han llamado por un Concilio Ecuménico semejante para 2016 (Afanasieva D, Heneghan T. Patriarcas Ortodoxos urgen la paz en Ucrania, acuerdan un concilio! (ver Ortodoxos acuerdan octavo concilio ecuménico: Si la profecía Ortodoxa es correcta, este concilio marca un paso importante hacia el fin!). Nosotros nos estamos acercando más al tiempo del fin.
Los dos obispos deben darse cuenta de que el tipo de concilio ecuménico que ellos sienten que puede decidir la dirección de los Ortodoxos ha sido convocado. Quizás ellos se dan cuenta del peligro, y puede ser que sea por esto que ellos enviaron la larga carta que remitieron.
Debería anotarse también que las profecías bíblicas y ciertas profecías privadas Católicas/Ortodoxas advierten contra esta próxima unidad también (ver ¿Por qué deberían temer los Católicos americanos la unidad con los Ortodoxos?) este movimiento ecuménico no resultará bien para los Romanos, los Ortodoxos, ni los Anglicanos Católicos.
Algunos obispos Ortodoxos ven algo del peligro. ¿Lo ve usted?

                                  

                                     Catecismo Ortodoxo 

                     http://catecismoortodoxo.blogspot.ca/ 

Akathisto a la Dormición de la Theotoko Madre de Dios




Kontaquio I

La memoria de los justos vive en el júbilo y la muerte de los santos es preciosa a los ojos del Señor. Nuestras pobres alabanzas no podrían nunca magnificar con justicia tu Altura y rendirte gloria dignamente, oh Toda Pura, cuando aclamamos Tu santa Dormición, diciendo: 
 
¡Alégrate, Madre de la Vida que te has unido a la Vida!

Ikos I

Tu diste a luz en el mundo al Creador del mundo, oh nueva Eva, y aceptaste ante el ángel acoger en tu seno, más amplio que los cielos, a Nuestro Señor Jesucristo para la salvación de los hombres. La tumba no podía contener tu precioso cuerpo y fuiste llevada al cielo, donde te cantamos:

Alégrate, altar glorioso donde yació el Misterio.

Alégrate, receptáculo de todas las gracias venideras.

Alégrate, tabernáculo que cobijó al Hijo Divino.

Alégrate, cáliz inextinguible en el que beben las almas.

Alégrate, custodia sensible en la que se encarnó el Todopoderoso.

Alégrate, vaso de elección donde floreció nuestra salud.
¡Alégrate, Madre de la Vida que te has unido a la Vida!

Kontaquio II

Presencia inefable y discreta de ternura, oh Misterio encarnado de nuestra salud en Cristo, desde la humilde cueva de la Natividad caminaste en la sombra de la Luz, oh Madre amante que diste a Cristo al mundo. Y siguiendo a Gabriel, los ángeles exclamaron: ¡Aleluya!

Ikos II

Modelo de virtud y de dulzura insigne. Tú que seguiste humildemente, como una madre, al Hijo de Dios, que vino a habitar en tu seno y viste el milagro de las bodas de Canaan, el primero entre todos los milagros del Señor, te magnificamos con estos himnos de alabanza:

Alégrate, desarraigo de la transgresión de Adán.

Alégrate, consuelo del exilio de Eva, nuestra primera madre.

Alégrate, paraíso encontrado del fervor de Dios.

Alégrate, salida salifica del camino de la transgresión.

Alégrate, silencio orante que produce la admiración de los ángeles.

Alégrate, paradigma de los discípulos perfectos.
¡Alégrate, Madre de la Vida que te has unido a la Vida!

Kontaquio III

Tú que supiste que una espada atravesaría tu corazón, oh aceptación de la voluntad divina, probaste en tu alma santísima el júbilo de ser la salud de los hombres, y el dolor inmenso de conocer el precio de la salud, y dijiste sin cesar al Dios Altísimo: ¡Aleluya!

Ikos III


Tú, cuyo corazón de Madre conocía el júbilo materno y la exultación en Dios, mostraste dignamente, sobre el camino que ascendía al calvario, el heroísmo discreto de tu ser, y las huestes celestes y nosotros te cantamos:

Alégrate, oración que nos abre la misericordia.

Alégrate, adoración encarnada en la santidad.

Alégrate, devoción perfecta de los ascetas de Cristo.

Alégrate, invocación incomparable de la gracia.

Alégrate, respuesta a la oración de los profetas.

Alégrate, oración incesante de glorificación.
¡Alégrate, Madre de la Vida que te has unido a la Vida!

Kontaquio IV

Cuando llegó el momento del sacrificio supremo y el Hijo del Hombre pereció por los hombres, junto a la cruz, cerca del apóstol Juan, asististe al último acto de salud, envuelta de dolor como de un manto, oh Madre de la pasión, y exclamabas a Dios: ¡Aleluya!

Ikos IV

Oh Madre, que conociste el crisol de la pasión y viste morir en el patíbulo a tu Señor y Dios, tú que sostuviste en tu seno puro e inmaculado al Autor de la Vida al descender de la cruz. Nosotros los fieles nos unimos a los apóstoles y celebramos tu humildad, cantando:

Alégrate, confort eficaz en todas nuestras penas.

Alégrate, tú que conociste la vida de los hombres en la tierra.

Alégrate, tú que conociste nuestros apuros y nuestras limitaciones.

Alégrate, tú que conoces las desgracias de la humanidad.

Alégrate, tú que colmas de ternura todas nuestras pruebas.

Alégrate, compasión inmensa en la adversidad.
¡Alégrate, Madre de la Vida que te has unido a la Vida!

Kontaquio V

Virgen pura y bendita Soberana del Amor. Tú fuiste la única Madre que entregó a su Hijo, Cristo nuestro Dios, por la salvación del mundo. Él hizo nuevamente a todos los hombres coherederos suyos. Y desde la anunciación te convertiste, para todos nosotros, en nuestra Madre, por lo que damos gracias a Dios clamando: ¡Aleluya!

Ikos V

Por Su Resurrección y por Su Ascensión, por la efusión del Espíritu Santo el día de Pentecostés, Cristo nuestro Dios, que nació de tu seno, oh Purísima, inscribió la esperanza en la tarde de nuestra vida. Más por tu vida bella y por tu dormición, Él confirma nuestra salud y nosotros te cantamos:

Alégrate, Madre atenta a los apuros de tus hijos.

Alégrate, protectora de los que te claman.

Alégrate, alivio de las lágrimas de los hombres.

Alégrate, confort seguro de los que están en las pruebas.

Alégrate, límite de nuestra reintegración en Dios.

Alégrate, cielo y tierra reunidos por el Amor del Señor.
¡Alégrate, Madre de la Vida que te has unido a la Vida!

Kontaquio VI

Al pie de la vivificante cruz, el Señor, antes de entregar Su espíritu al Padre, quiso confiarte a la guardia bienaventurada de su discípulo amado, el apóstol Juan, y el futuro teólogo fue honrado dando gracias a Dios y clamando a Su trono: ¡Aleluya!

Ikos VI

Asombro del mundo y misterio de los fieles. Tu has compartido nuestra condición humana, y en la tierra de los vivos has conocido las penas y los sufrimientos de los hombres. Por eso, en nuestra angustia, acudimos a tu misericordia y te proclamamos:

Alégrate, aceptación de la encarnación del Altísimo.

Alégrate, esposa no desposada de los esponsales místicos.

Alégrate, Madre irreprochable del Mesías esperado.

Alégrate, alcance de los siglos y gloria de los elegidos.

Alégrate, descenso entre nosotros de la gracia encarnada.

Alégrate, iniciadora del júbilo de los fieles.
¡Alégrate, Madre de la Vida que te has unido a la Vida!

Kontaquio VII

Madre del Verbo que rescató con Su Vida la salud de la humanidad del pecado. En el recuerdo de Tu Hijo y la oración en la paz de Dios que no conoce ocaso, pasaste el resto de tus días protegida por el apóstol Juan, que clamaba a Dios: ¡Aleluya!

Ikos VII

Tres días antes de tu bienaventurada Dormición, el arcángel Gabriel se te apareció para anunciarte que el tiempo de reunirte con tu Hijo en el Reino celestial había llegado. Y las huestes celestiales, con cánticos inefables, proclamaron sin cesar:

Alégrate, bendición encarnada del favor de Dios.

Alégrate, júbilo de los santos ángeles en las alturas.

Alégrate, tú, a quien vio Moisés en el Sinaí.

Alégrate, sierva que por obediencia fuiste Reina.

Alégrate, pronta desaparición de la maldición.

Alégrate, muerte que conviertes el sueño en el despertar a la gloria.
¡Alégrate, Madre de la Vida que te has unido a la Vida!

Kontaquio VIII

Por la gracia de Dios, los santos apóstoles, a excepción de Tomás, fueron transportados cerca de ti antes de tu partida a la Vida. Cuando asistieron a tu bienaventurada muerte, fuiste velada por su amor grandioso, oh Templo del Rey divino, al que clamaron: ¡Aleluya!

Ikos VIII

Desde el Monte Sión, en el que dormiste en la paz, oh Soberana, tu cuerpo fue llevado por los apóstoles, como cortejo nupcial de la Esposa no desposada. Ellos te acompañaron con incienso y cánticos para que reposaras dulcemente en Getsemaní, dando gracias a Dios y clamándote:

Alégrate, cirio que alumbra con la Luz de Dios.

Alégrate, incensario cuya fragancia se eleva al cielo.

Alégrate, soporte del Libro Vivo de la encarnación.

Alégrate, columna de la fe y la rectitud.

Alégrate, coro en el que se reencuentran los fieles en Cristo.

Alégrate, icono de la semejanza encontrada.
¡Alégrate, Madre de la Vida que te has unido a la Vida!

Kontaquio IX

Modelo de los creyentes que rescataste a Eva y diste a nuestro padre Adán la esperanza. Tu cuerpo inmaculado permaneció tres días en la tumba, oh Receptáculo impecable de nuestra salud, al igual que el de Tu Hijo y Dios, mientras que le cantaban a Él: ¡Aleluya!

Ikos IX

Al tercer día, el apóstol Tomás vino con los apóstoles para ver tu cuerpo bendito, pero cuando abrieron tu tumba, no hallaron tu cuerpo y comprendieron que, sin conocer la corrupción, se había unido con tu alma en el cielo, donde los ángeles y los elegidos cantan así:

Alégrate, flor incorruptible del Edén.

Alégrate, cortejo paradisíaco donde germina la salud.

Alégrate, ramo florecido de la raíz de Jesé.

Alégrate, deípara del cultivador de nuestras almas.

Alégrate, tú que uniste lo divino con la naturaleza humana.

Alégrate, ramo embalsamado con las virtudes teológicas.
¡Alégrate, Madre de la Vida que te has unido a la Vida!

Kontaquio X

Tú que recibiste en tu seno al Creador, moriste obedeciendo las leyes naturales, y por la voluntad de Su Gracia, exceptuando el pecado, compartiste nuestra vida. Por eso Dios te eligió, para hacer de ti un modelo perfecto, y nosotros cantamos Su gloria: ¡Aleluya!

Ikos X

Virgen y Madre ilustrísima, el sueño de la muerte no guardó tu cuerpo, oh soberana del mundo y Theotokos, premisa de nuestra propia resurrección. Los fieles, asombrados por tu ascensión, te rinden homenaje con estas alabanzas:

Alégrate, sol pacífico que se alza en el Paraíso.

Alégrate, cumplimiento de una vida de devoción.

Alégrate, tristeza tornada en canto de alegría.

Alégrate, terminación insigne de consagración.

Alégrate, escalera del amor divino manifestado en ti.

Alégrate, puerta de la misericordia que se abre para todos.
¡Alégrate, Madre de la Vida que te has unido a la Vida!

Kontaquio XI

Diste a luz a la Vida y conociste la muerte, pero Cristo, al que le concediste Su venida, no consintió que la corrupción destruyera tu cuerpo purísimo, oh tú que intercedes por nosotros con amor. Y así, oh premio de nuestra resurrección, los ángeles te acogieron clamando a Dios: ¡Aleluya!

Ikos XI

En tu alumbramiento, oh Madre de la Iglesia, conservaste santamente tu virginidad, y entre todas las mujeres eres bendita, y tu Hijo, nuestro Dios, venció a la muerte con Su muerte. Y cuando tu cuerpo descendió al sepulcro, el Maestro vino a rescatarlo, por lo que nosotros cantamos:

Alégrate, alba y zénit de la complacencia de Cristo.

Alégrate, misterio resuelto de la vida y la muerte.

Alégrate, maternidad que nos hace hermanos del Señor.

Alégrate, alumbramiento que nos hace hijos del Altísimo.

Alégrate, puerta mística de la Resurrección.

Alégrate, dormición que exalta nuestra fe en Dios.
¡Alégrate, Madre de la Vida que te has unido a la Vida!

Kontaquio XII

Escalera que conduce de la tierra al cielo. Zarza ardiente que arde sin ser consumida. Tierra fértil donde germina el fruto de la salud. Lámpara que hace iluminar la Luz de los hombres. Es digno y justo magnificarte y clamar al Dios que te ha exaltado: ¡Aleluya!

Ikos XII

Protección y refugio de los desesperados, intercesión ardiente ante el Señor, renuevo de la raza humana, gloria de las vírgenes y guía de la salud. Nosotros nos inclinamos ante tu ejemplo insigne y te ofrecemos nuestras alabanzas:

Alégrate, bandera de los primeros ancestros rescatados.

Alégrate, cofre de intercesiones otorgadas.

Alégrate, púlpito en el que Dios manifiesta su misericordia.

Alégrate, oratorio encarnado de la oración pura.

Alégrate, luminaria que hizo aparecer a la Luz verdadera.

Alégrate, santuario que cobijó al Único Santo.
¡Alégrate, Madre de la Vida que te has unido a la Vida!

Kontaquio XIII

(Este kontaquio se Repite tres veces)

En tu purísima Dormición, oh Soberana, los lamentos de duelo se tornaron en júbilo y tu inmaculado cuerpo no salió más que la fragancia del incienso y la certeza de la resurrección. Y así nosotros alabamos al Dios Altísimo diciendo: ¡Aleluya, Aleluya, Aleluya!

En tu purísima Dormición, oh Soberana, los lamentos de duelo se tornaron en júbilo y tu inmaculado cuerpo no salió más que la fragancia del incienso y la certeza de la resurrección. Y así nosotros alabamos al Dios Altísimo diciendo: ¡Aleluya, Aleluya, Aleluya!

En tu purísima Dormición, oh Soberana, los lamentos de duelo se tornaron en júbilo y tu inmaculado cuerpo no salió más que la fragancia del incienso y la certeza de la resurrección. Y así nosotros alabamos al Dios Altísimo diciendo: ¡Aleluya, Aleluya, Aleluya!

Kontaquio I

La memoria de los justos vive en el júbilo y la muerte de los santos es preciosa a los ojos del Señor. Nuestras pobres alabanzas no podrían nunca magnificar con justicia tu Altura y rendirte gloria dignamente, oh Toda Pura, cuando aclamamos Tu santa Dormición, diciendo:
¡Alégrate, Madre de la Vida que te has unido a la Vida!

Ikos I

Tu diste a luz en el mundo al Creador del mundo, oh nueva Eva, y aceptaste ante el ángel acoger en tu seno, más amplio que los cielos, a Nuestro Señor Jesucristo para la salvación de los hombres. La tumba no podía contener tu precioso cuerpo y fuiste llevada al cielo, donde te cantamos:

Alégrate, altar glorioso donde yació el Misterio.

Alégrate, receptáculo de todas las gracias venideras.

Alégrate, tabernáculo que cobijó al Hijo Divino.

Alégrate, cáliz inextinguible en el que beben las almas.

Alégrate, custodia sensible en la que se encarnó el Todopoderoso.

Alégrate, vaso de elección donde floreció nuestra salud.
¡Alégrate, Madre de la Vida que te has unido a la Vida!

Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros.

Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros.

Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros.
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Santísima Trinidad, ten piedad de nosotros. Señor, purifícanos de nuestros pecados. Maestro, perdona nuestras transgresiones. Santo, visítanos y cura nuestras dolencias por tu nombre.

Señor, ten piedad, Señor, ten piedad, Señor, ten piedad.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu Majestad, hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo, el pan sobreesencial dánosle hoy, perdona nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores, y no nos introduzcas en la tentación, más líbranos del maligno.
Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
Bendice, padre.
Aquél, que es bendito os bendiga, Cristo, Dios nuestro, en todo tiempo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
Amén. Oh Cristo nuestro Dios, fortalece en la santa y verdadera fe a todos los cristianos piadosos y ortodoxos, así como a esta santa asamblea por los siglos de los siglos.
¡Santísima Madre de Dios, sálvanos!
 
Tú más venerable que los querubines, e incomparablemente más gloriosa que los serafines, que sin mancha engendraste a Dios el Verbo, a Ti verdadera Madre de Dios, te magnificamos.
¡Gloria a Ti, Cristo Dios nuestro, esperanza nuestra, gloria a Ti!
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
Señor ten piedad, Señor, ten piedad, Señor, ten piedad.
Padre, bendice.

 Que Cristo, nuestro verdadero Dios, por las plegarias de su Madre Santísima y por su gloriosa Dormición, de los santos gloriosos Apóstoles, de los santos y justos antepasados del Señor, Joaquín y ana, y de todos los Santos, tenga piedad de nosotros y nos salve, porque él es bueno y amante de la humanidad. Amén.

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Saturday, August 20, 2016

La humildad ( San Siluan el Athonita )

Dijo el Señor: "Aprenden de Mi, porque soy dócil y humilde de corazón." Hay muchas clases de humildad. Uno es obediente y en todo se reprocha, — y esto es humildad. Otro se arrepiente de sus pecados y se considera abominable ante Dios, — y esto es humildad. Pero cuando el alma por medio del Espíritu Santo, vera hasta que grado es dócil y humilde el Señor, entonces ella misma se someterá hasta el fin. Y esta es un sentimiento especial, que no se puede describir y que se comprende solamente por el Espíritu Santo. Si la gente, por Su intermedio, hubiera comprendido como es nuestro Señor Jesucristo, entonces todo cambiaría: los ricos hubieran menospreciado sus riquezas, los sabios — sus ciencias, los gobernantes — su poder y fama y todos se hubieron sometido y vivirían en paz y amor, y en la tierra reinaría una gran felicidad.

San Siluan el Athonita


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Saturday, August 13, 2016

La Dormición de la Madre de Dios. Theotokos

La "Dormición de la Madre de Dios" no es narrada por las Sagradas Escrituras, pero el relato nos ha sido conservado en la memoria de la Iglesia y se expresa en el ícono de la festividad y en la Liturgia del 15 de Agosto, que nos dan ciertas apreciaciones de este misterio.
Icono de la Dormicion de la Muy Santa Virgen Maria.

María está acostada sobre su lecho de muerte; el Espíritu Santo ha reunido a los Apóstoles, de todos los rincones del universo, para acompañar a María en la muerte. Los primeros obispos de la Iglesia también la rodean, los ángeles se inclinan ante ella, las mujeres vienen a venerar su cuerpo. Parado, en el centro, detrás del lecho mortuorio, Jesús en gloria se yergue luminoso, teniendo en sus brazos un niño. Es el alma de Su Madre.¿Porqué el alma tiene aspecto de un niño? ¿Será la estampa en miniatura del cuerpo y este sería la envoltura?
No, se le da al alma de María la forma de un recién nacido en pañales, pues, ella nace en el cielo. Ella ha puesto al Hijo de Dios en el mundo en su carne, ella le ha prestado su humanidad para que Él nazca en la tierra. Este Hijo — que se tornó su hijo — en contrapartida le presta Su divinidad, para que ella nazca en el cielo: "La gloria del siglo por venir, el fin último del hombre está ya realizado, no solamente en una persona divina encarnada pero tambien en una persona humana deificada."
La Liturgia del Quince de Agosto.

 

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Tuesday, August 9, 2016

Después que el hombre se apartó del mandamiento y se expuso a la condenación de Dios, el pecado lo tomó para esclavizarlo ( San Makario el Grande )



Después que el hombre se apartó del mandamiento y se expuso a la condenación de Dios, el pecado lo tomó para esclavizarlo, y a semejanza de un refinado y profundo abismo de amargura, penetrando dentro, se apoderó del alma hasta sus más profundos escondrijos. De esta manera, el pecado que ha penetrado dentro nuestro puede asemejarse a un gran árbol con muchas ramas, cuyas raíces descienden profundamente dentro de la tierra. Así también el pecado introducido en el alma, apoderándose de sus fuerzas hasta sus más recónditas profundidades, se convirtió en costumbre, la cual, comenzando desde la infancia, con los años crece y cada vez mas fuertemente nos atrae hacia lo malo.

San Makario el Grande 

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Las intrigas de los demonios ( San Evagrio Monje )


 Los demonios no conocen nuestros corazones, como piensan algunos. Solo hay uno que ve en los corazones — Dios, Quien conoce la mente humana, porque Él creó a los hombres (Sal 32:15). Pero en parte por nuestras palabras y en parte por nuestros movimientos los demonios adivinan las intenciones de nuestro corazón. Por ejemplo cuando discutimos con alguien, que ha hablado mal de nosotros, los demonios por nuestras palabras iracundas concluyen, que nosotros nos comportamos enemistosamente con él. Entonces, comprendiendo nuestra debilidad, ellos nos inspiran pensamientos enemistosos. Recibiendo estos pensamientos, caemos bajo el yugo del demonio del rencor, quien desde este momento comienza cada vez mas a inflar en nosotros el resentimiento en contra de este ofensor. Porque los malignos demonios observan con curiosidad todos nuestros movimientos y no dejan nada sin atención de aquello, que pudiera ser empleado en contra nuestro: ni el levantarse, ni el sentarse, ni el estar de pie, ni los actos, ni las palabras, ni las miradas — todo lo remarcan atentamente. Diariamente ellos piensan contra nuestro distintas seducciones, para que durante la oración distraer nuestra humilde mente y apagar en ella la luz bendita .


San Evagrio Monje


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Wednesday, August 3, 2016

La visión de San Macario el Egipcio

                        

Explicación de la conmemoración por los  difuntos .
 
Sinaxario del Tríodo.
“Este mismo día, los divinos padres prescribieron hacer memoria de todos los fieles que desde todos los siglos pasados se durmieron piadosamente en la esperanza de la resurrección para una vida eterna. “Olvida las transgresiones de los muertos, oh Verbo, y no hagas parecer muerta Tu misericordia”.
Sucede a menudo que algunas personas mueren prematuramente en tierra extranjera, en el mar, en cimas inaccesibles, en grutas de las montañas o en los precipicios, o son alcanzadas por el hambre, las guerras, los incendios, los grandes fríos; otros, pobres y sin recursos, han sido privados de la lectura de los Salmos y de los oficios de difuntos. Por eso los divinos padres, movidos por su amor por los hombres, decretaron (según habían recibido de los apóstoles), que la Iglesia conmemorara su memoria en común. Los que no hubieran recibido individualmente los oficios habituales, serían incluidos en esta conmemoración común, una forma de mostrar que los oficios celebrados por ellos les confieren una gran utilidad.
Existe otra razón por la que la Iglesia de Dios hace memoria de estas almas. Los padres querían que el día siguiente fuera dedicado a la Segunda Venida de Cristo. Conviene, pues, conmemorar todas las almas, a fin de que el Juez temible e incorruptible les sea favorable, que utilice su habitual compasión con ellas y les dé acceso al paraíso de las delicias. Así, los santos padres que debían consagrar el domingo siguiente al destierro de Adán, concibieron esta conmemoración, en este día de reposo, como un respiro y un término a todas las cosas humanas, a fin de comenzar por el principio, a saber, el destierro de Adán, pues, al final, para los que hayamos vivido, llegará el juicio del Juez imparcial. Los hombres prueban un temor que les hace inclinarse a los regocijos de la Cuaresma. El sábado es siempre el día en el que hacemos memoria de las almas, porque el “sabbat” es sinónimo de reposo en hebreo. Y puesto que los muertos han descansado de los asuntos y de las preocupaciones de la vida, nosotros ofrecemos igualmente súplicas en este día de reposo. Esto se ha convertido en un hecho habitual cada sábado. Ahora, hacemos memoria de forma universal, orando por todos los hombres piadosos. Pues los santos padres, sabiendo que los actos de benevolencia y los oficios litúrgicos en memoria de los difuntos les procuran un gran alivio y les son útiles, han pedido a la Iglesia hacerlo de forma individual y común, según la Tradición recibida de los santos apóstoles, como lo dice San Dionisio el Areopagita.
Numerosos testimonios muestran la utilidad de lo que se hace por las almas, en particular la historia de San Macario que, encontrando en su camino el cráneo seco de un pagano impío, preguntó: “En el Hades, ¿ha sentido alguien algún consuelo?”. Y el cráneo le respondió: “Cuando rezas a Dios por los difuntos, oh Padre, estos prueban un gran alivio”. El que actuaba así era grande, y oraba a Dios, ansioso por saber si los difuntos sacan algún provecho de las oraciones que se hacen por ellos. San Gregorio, el autor de los diálogos, salvó incluso por su oración al emperador Trajano, pero Dios le hizo saber que ya no rezara más por un impío. Ciertamente, la emperatriz Teodora arrebató de los tormentos y salvó al maldito Teófilo gracias a las oraciones de los santos confesores. Gregorio el Teólogo muestra también, en la oración fúnebre que pronunció por su hermano Cesáreo, que las oraciones son provechosas para los difuntos. Y el gran Crisóstomo afirma en su comentario a los Filipenses: “Consideremos lo que es útil a los que nos han abandonado; concedámosles el socorro del que tienen necesidad, quiero decir, las limosnas y las ofrendas, pues esto les es de gran provecho, ventaja y utilidad. Así, durante los temibles Misterios, el sacerdote hace memoria de los fieles difuntos. Esta decisión no fue tomada en vano ni fortuitamente, y fue transmitida a la Iglesia de Dios por los tres sabios Apóstoles de Cristo”. Dice incluso: “En las instrucciones que das a tus hijos y a otros herederos de tu familia, que haya un escrito tuyo, con el nombre del juez, y que no falte la memoria de los pobres, y yo seré el testigo”. Atanasio el Grande dice a su vez: “Incluso si alguien que ha muerto piadosamente, se ha disuelto en el aire, no rechaces quemar aceite y cirios ante su tumba, invocando a Cristo nuestro Dios. Pues esto es agradable a Dios y procura una gran recompensa. Si el difunto era un pecador, obtendrás para él la remisión de sus pecados; si era un justo, su recompensa se verá acrecentada. Si por casualidad, era un extranjero sin descendencia y sin nadie para ocuparse de él, entonces Dios, que es justo y ama a los hombres, sostendrá sus necesidades, pues Él ajusta su misericordia a cada situación. El que hace una ofrenda por tales personas, comparte la recompensa, porque ha mostrado caridad por la salvación de su prójimo, así como el que debe cubrir a otro de perfume, se impregna él en primer lugar. El que no cumpla esto, será expuesto al juicio”.
Así pues, con la esperanza de la Segunda Venida de Cristo, toda obra por los difuntos comporta una utilidad, como lo afirman los santos padres, particularmente para los que hayan hecho algún bien mientras estaban entre los vivos. Si la Santa Escritura dice algunas cosas (sobre el tema del castigo) para razonar a la multitud (y esto es necesario), el amor de Dios por los hombres triunfa en una gran medida, pues si la balanza de las buenas y malas acciones está en equilibro, es el amor por los hombres la que vence, si la balanza cuelga un poco más del lado del mal, y así, es la suprema bondad la que la equilibra de nuevo.
Allí todos se encontrarán juntos, ya sea que se conozcan o ya sea que no se hayan visto nunca, como lo dice San Juan Crisóstomo según la parábola del rico y Lázaro. No se reconocerán físicamente, pues todos tendrán la misma apariencia, y los rastros que les son característicos desde el nacimiento desaparecerán. Sin embargo, se reconocerán por el ojo clarividente del alma, como dice San Gregorio el Teólogo en su oración fúnebre por Cesáreo: “Entonces te veré, Cesáreo, amado luminoso”. El gran y célebre Atanasio no habla así en sus enseñanzas al prefecto Antíoco, sino que, en su homilía sobre los difuntos, afirma que hasta la resurrección universal, los santos pueden conocerse mutuamente y regocijarse juntos, contrariamente a los pecadores. Por lo que respecta a los santos mártires, les es concedido ver y observar nuestras acciones. Todos los demás se reconocerán mutuamente cuando sean reveladas las acciones secretas de cada uno.
Las almas de los justos se encontrarán en lugares apropiados; en cuanto a las de los pecadores, están más allá: los primeros se regocijan en la esperanza y los últimos se entristecen en la espera de las desgracias. Pues los santos mismos no han recibido aún los bienes prometidos, como lo dice el santo apóstol: “Porque Dios tenía previsto para nosotros algo mejor, a fin de que no llegasen a la consumación sin nosotros” (Hebreos 11:40). No son todos los que han perecido en los precipicios, el fuego o el mar, o las víctimas de accidentes mortales, del frío o del hambre, los que sufrieron esto por mandato divino; se trata ahí de los juicios de Dios, de los cuales unos se producen por Su benevolencia y otros por Su permiso; otros incluso tienen por fin instruir, amonestar, hacer volver a la razón.
Por su providencia, Dios lo sabe todo, lo conoce todo, y todo sucede según Su voluntad, como lo dice el santo Evangelio a propósito de los perezosos. No es que lo determine todo, salvo en algunos casos, como que uno se ahogue, otro muera, o incluso que uno sea un anciano, mientras que otro sea un niño, pero ha determinado de una vez por todas que habrá un tiempo (limitado) para todos los hombres, así como múltiples tipos de muerte. En el interior del tiempo, se producen diferentes muertes, pero Dios no las determina desde el principio, aunque tenga conocimiento. Según la vida de cada uno, la Providencia divina bosqueja el tiempo y el género de muerte. Aunque San Basilio afirma que existe un plan de vida establecido con antelación, se refiere ahí a las palabras: “Tú eres polvo, y volverás al polvo”. El apóstol, en efecto, escribe a los corintios: “Porque el que come y bebe, no haciendo distinción del Cuerpo del Señor, come y bebe su propia condenación. Por eso hay entre vosotros muchos débiles y enfermos, y muchos que mueren” (1ª Corintios 11:29-30), es decir, que muchos fallecen. Y David: “No te acuerdes de mí en medio de mis días”, y “de la largura de una mano hiciste Tú mis días”; Salomón dice: “Hijo mío, honra a tu padre, a fin de que vivas largamente”, o incluso: “a fin de que no mueras cuando no sea tu momento”. Y en el libro de Job, Dios dice a Elifaz: “Te haría morir si no fuera a causa de mi siervo Job”. Lo cual muestra que no existe límite (Predeterminado) en la vida. Si alguien afirma que hay tal límite, conviene comprender que se trata ahí de la voluntad de Dios. Pues según Su voluntad, añade (años) a uno, recortándolos a otro, dispensando todas las cosas para la utilidad (de cada uno). Y cuando Dios quiere, decide tanto el momento como la forma de la muerte. También “el límite de la vida de cada uno es”, como lo dice el Gran Atanasio, “la voluntad y el deseo de Dios en cierta manera”: “Oh Cristo, tú concedes la sanación en la profundidad de Tus juicios”. Y Basilio el Grande: “Cada muerte sobreviene cuando los límites de la vida son alcanzados, y llamamos límites de la vida a la voluntad de Dios”. Si hay un límite a la vida, ¿por qué razón imploramos a Dios y a los médicos, y rezamos por los hijos?
El alma salida del cuerpo no se preocupa de las cosas de aquí abajo, sino para siempre, de las de allí arriba.
Hacemos memoria de los difuntos al tercer día, porque en este día el hombre cambia de aspecto; el noveno día, porque todo se descompone a excepción del corazón; y al cuadragésimo día, porque el corazón se descompone también. Es justo lo inverso de lo que se observa en el nacimiento, puesto que al tercer día aparece el corazón, al noveno día toma conciencia de la carne y al cuadragésimo día se modela una forma completa.
“Concede, oh Señor, a las almas de los difuntos, un lugar en los tabernáculos de los justos, y ten piedad de nosotros, Tú que eres el único inmortal. Amén”.

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