¡Con qué facilidad Dios perdona! Esto sucederá simplemente abriéndole la puerta de tu alma. Dios no espera ninguna recompensa por lo que le da a la gente. Aunque tus pecados sean millones o billones, porque Dios cuenta cero. ¿Qué vale una pequeña cantidad de arena en el océano? Todos los pecados del mundo son simplemente un virus en el océano.
No hay pecado que gane la misericordia de Dios. Así, los pecados del hombre son cero. Cuando el niño vuelve al seno del Señor, siempre termina delante de la misericordia.
Padre Efraìn de Filoteu
Catecismo Ortodoxo
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