¡Señor Jesucristo, ten piedad de nosotros, pecadores!
Así como salvaste a Tus apóstoles de perecer en la tempestad, calmando los vientos y el mar (Mat. 8:27)por Tu mando, ahora guárdanos sanos y salvos de huracanes. Concédenos tiempos favorables y benignos. Protégenos de los impredecibles elementos de la naturaleza. Condúcenos de tempestades, inundaciones, incendios, enfermedades, lesiones, desastres, y de muerte súbita. Ampáranos de todo mal y daño, porque nosotros, siendo pecadores, sin embargo somos la obra de Tus manos, y Tú, juntamente con Tu Padre inoriginado y Tu Espíritu Santísimo, bondadoso, y vivificador, eres nuestro Dios en Quien vivimos y nos movemos y somos (Hech. 17:28), ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
¡Santísima Theotokos, sálvanos!
Al contemplar tus santas y poderosas intercesiones maternas como refugio para los sacudidos por la tempestad, haznos dignos de tus súplicas durante esta temporada de tiempos inseguros y amenazantes. Ruega a tu Hijo divino-humano a que nos conceda misericordia, perdón, salud, seguridad, y salvación, porque seguramente te escuchará a ti, Su madre, la mujer llamada bienaventurada por todas las generaciones. Amén.
¡Santísimo Profeta Elías!
Así como el Señor te dio control sobre sequías y lluvias para demostrar Su poder a los rebeldes e incrédulos, suplícale a que mantenga lejos de nosotros el tiempo tormentoso, las lluvias intensas, y los vientos destructivos. Ayúdanos con tus intercesiones celestiales, porque sabemos que la oración de un hombre justo como tú es tan poderosa y eficaz como Dios es maravilloso en Sus santos. Amén.
¡Santo Padre Germán de Alaska!
Mientras vivías en la tierra, tus oraciones protegían a tus hijos espirituales de las marejadas e incendios forestales, y después de tu muerte tus intercesiones celestiales han calmado los mares tormentosos y salvaron de peligro al Santo Obispo Inocencio. No hagas menos por nosotros en tu amor paternal por tu patria adoptiva. Implora a tu Soberano a que nos salvaguarde de estos peligros también, porque sabemos que Dios es maravilloso en Sus santos. Amén.
¡Santo Jerarca Padre Juan de San Francisco!
Durante tu estancia terrenal en las Filipinas, tus súplicas mantuvieron a raya los tifones de tu rebaño. Con tus intercesiones celestiales segúranos también a nosotros que vivimos en la tierra donde reposan tus reliquias milagrosas. Súplica al Todopoderoso por nuestro alivio de semejantes peligros y amenazas, porque sabemos que Dios es maravilloso en Sus santos. Amén.
Padre Peter Jackson
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