Poderoso San Jorge, defiéndenos en el combate, se nuestro amparo contra la malicia y las tentaciones del demonio. Líbranos de sus engaños y su persecución amparándonos en todo momento. Poderoso San Jorge, aparta de mi mente las malas ideas y los malos pensamientos, que Dios por tu medio acreciente mi fe y mi plena confianza en mi Creador para salir victorioso en los embates de la vida y que mi camino quede libre de obstáculos para que cada día tenga más fuerza material y espiritual para luchar y vencer. Andaré noche y día con mi cuerpo cubierto y circulado con las armas de San Jorge, protegido con su escudo y su lanza andaré tan libre como anduvo Nuestro Señor Jesucristo en el vientre de la Virgen María. Que mis enemigos si tienen ojos que no me vean, si tienen boca que no me difamen, si tienen oídos que no me oigan, si tienen manos que no me alcancen, si tienen pies que no lleguen a mí, y que todo el mal que me desean se disuelva antes de llegar a mí. Con el poder de Dios, con el poder creador de San Jorge, yo tengo el poder de desatar toda clase de daño, envidia, sortilegios, maleficios, traiciones, hechos de día y de noche. Queden desechos por mi virtud y de Dios creador, sea liberado, guardado, desatado, desviado, siempre libre y con victoria, sobre mis enemigos. Por el poder de Dios, que vive y reina en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Amén.
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