Al levantarte del sueño, apártate de tu cama y
ponte de pie con devoción y temor de Dios
diciendo:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
¡Gloria a Ti, Dios nuestro, gloria a Ti!
Rey celestial, Consolador, Espíritu de verdad, que estás en todo lugar llenándolo todo, tesoro de bienes y dador de vida: ven a habitar en nosotros,
purifícanos de toda mancha y salva, Tú que eres bueno, nuestras almas.
Trisagio
Santo Dios, Santo Poderoso, Santo Inmortal: ten piedad de nosotros. (3veces)
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
Santísima Trinidad, ten piedad de nosotros. Señor, purifícanos de nuestros pecados. Maestro, perdona nuestras transgresiones. Santo, visítanos y cura
nuestras dolencias por tu Nombre.
Trisagio es una palabra griega τρισάγιον que
significa «tres veces santo», y se refiere al himno que los ángeles cantan sin cesar: «Santo, Santo, Santo».
En los servicios de la Iglesia ortodoxa, Trisagio
también se refiere al conjunto que empieza con
«Santo Dios» y termina con el «Padre Nuestro».
Señor, ten piedad. (3 veces) Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
Padre nuestro, que estás en los cielos,santificado sea tu Nombre, venga tu Reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro
de cada día dánosle hoy, perdónanos nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en la tentación, mas
líbranos del mal. Amén.
Troparios a la Trinidad
Al levantarnos del sueño, nos postramos ante Ti, oh Bondadoso; y con el himno angélico te exclamamos, oh Poderoso:
Santo, Santo, Santo eres Tú, oh Dios.
Por la Madre de Dios, ten piedad de nosotros.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Al levantarme del sueño y de la cama, oh Señor, ilumina mi espíritu y abre mi corazón y labios para que te alabe, oh Santísima Trinidad, exclamando: Santo, Santo, Santo eres Tú, oh Dios. Por la
Madre de Dios, ten piedad de nosotros.
Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
De repente vendrá el Juez, y las obras de cada uno serán desnudadas. Por ello, clamemos con temor a medianoche:
Santo, Santo, Santo eres Tú, oh Dios.
Por la Madre de Dios, ten piedad de nosotros.
Oración de agradecimiento
Al levantarme del sueño, te doy gracias, oh Santísima Trinidad, pues, por tu abundante bondad y gran paciencia, no te has irritado conmigo, negligente y pecador, ni me has perdido junto con
mis transgresiones, sino te has compadecido de mí como siempre y me has levantado a mí que estoy arrojado en la desesperación para que, madrugando, glorifique tu poder. Ahora también,
ilumina los ojos de mi mente y abre mi boca para que contemple tus palabras, comprenda tus mandamientos, haga tu voluntad y te cante con confesión de corazón, alabando tu santísimo Nombre:
oh Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
Amén.
Otra oración
Gloria a Ti, oh Rey, Dios Omnipotente, pues, por tu divina providencia que ama a la humanidad, me has hecho digno a mí, pecador e indigno, de levantarme del sueño y lograr introducirme en tu santa casa. Acepta, Señor, la voz de mi súplica
como la de tus santas potestades angelicales; y que te sea grata mi alabanza que, si bien sale de unos labios manchados, brota de un corazón puro y
un espíritu contrito; para que me una yo a las prudentes vírgenes con la lámpara de mi alma brillante; y te glorifique, oh Dios Verbo, glorificado en el Padre y el
Espíritu. Amén.
Por las oraciones de nuestros santos padres, oh Señor Jesucristo, Dios nuestro: ten piedad de nosotros y sálvanos. Amén.
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