Saturday, March 24, 2018

Anunciación a la Santísima Virgen María.


Establecida en la casa de José, la Santísima Virgen María llevaba prácticamente el mismo modo de vida que había llevado en el templo. La mayor parte del tiempo lo pasaba en solitaria oración, en el silencio, en la lectura de las Escrituras y en manualidades. No descuidaba los quehaceres domésticos, siendo una fiel y preciosa ayuda para el anciano José.

Pasado un tiempo no muy largo después de que la Santísima Virgen se hubo establecido en Nazaret, fue visitada por el Arcángel Gabriel, quien antes le había anunciado al sacerdote Zacarías acerca del nacimiento de Juan el Bautista. Encontrándola leyendo las profecías de Isaías acerca del nacimiento del Mesías de una Virgen, el Arcángel La saludó con estas palabras: ¡Alégrate Bienaventurada! ¡ El Señor está Contigo! ¡Bendita eres Tú entre las mujeres!

Esta imprevista aparición del Ángel y la alegre salutación agitaron a la joven Virgen. ¿No será esto alguna tentación? Mas el mensajero celestial, tranquilizándola, Le explica que Él le está anunciando la voluntad de Dios: ¡No temas María! Tú has hallado gracia de Dios, y concebirás, y de Ti nacerá un Hijo, a Quien llamarás Jesús. Él será grande y Se llamará el Hijo del Todopoderoso y el Señor Dios Le dará el trono de David, Su padre, y reinará en la casa de Jacob por los siglos de los siglos, y Su Reino no tendrá fin.

La Santísima Virgen, que ya en el templo había hecho la promesa de la virginidad, replicó al Ángel: ¿De qué modo será esto? Yo no tengo esposo. — A lo cual él Le contestó: El Espíritu Santo descenderá sobre Ti y la fuerza del Todopoderoso Te cubrirá y por esto El que naciere, Santo será y Se llamará Hijo de Dios.

Revelando con este anuncio el altísimo e inalcanzable misterio de la encarnación del Hijo de Dios, el Arcángel Gabriel para confirmar la veracidad de sus palabras agregó: He aquí Elizabet, Tu pariente, concibió un hijo en su vejez y este es el sexto mes de ella, que había sido llamada estéril. ¡Para Dios todo es posible!

Habiendo oído esto, la Santísima Virgen percibió en su llamado para ser la Madre del Mesías la voluntad de Dios, para Quien no hay oposición. Imbuida por el sentimiento de agradecimiento y obediencia a Dios, con humildad contestó: Soy la sierva del Señor, que sea en Mí según Tu palabra. El Arcángel se volvió invisible.

De este modo se cumplió el grandioso milagro de todos los tiempos: por el descenso del Espíritu Santo sobre la joven Virgen, en Su vientre se encarnó el Hijo de Dios, Quien de este modo Se hizo verdadero hombre, permaneciendo al mismo tiempo como Dios absoluto, consubstancial con el Dios Padre y el Espíritu Santo.

La Iglesia Ortodoxa enseña, que la Santísima María al hacerse Madre, permaneció siendo Virgen.

Troparion Tono 4: 
 
Hoy es el principio de nuestra salvación y la manifestación del misterio de los siglos: el Hijo de Dios se hace hijo de una Virgen, y Gabriel anuncia la divina gracia. Por lo tanto, también nosotros clamamos con él a la Madre de Dios: Alégrate, oh llena de gracia, el Señor está contigo.

Kondaquion, Tono 8:  
 
Nosotros Tus siervos, ¡oh Madre de Dios,! Como librados de las desgracias, te traemos a Ti, Generala, que nos defiendes en las batallas, agradecida canción de triunfo, oh guerrera y defensora. Y Tú que eres invencible, líbranos de las diversas desgracias para que podamos exclamarte: Regocíjate, oh Novia no Desposada.

La instauración de la celebración de la Anunciación corresponde a la más remota antigüedad. San Atanasio (siglo IV) en su palabra dedicada a esta festividad, la llama la primera de una serie de festividades y es especialmente venerada, porque nos recuerda el comienzo de la construcción de la escalera de la salvación humana. En los siglos V y VI, por causa de las herejías que desprestigiaron la personalidad de la Madre de Dios y desfiguraron el dogma de la encarnación de Jesucristo, se presentaron especiales motivos para que la Iglesia aumentara aun más la solemnidad de la celebración de esta festividad. Durante ese tiempo la celebración de los oficios de esta festividad se enriqueció con muchos cánticos donde se revela el misterio de la encarnación del Hijo de Dios y la grandeza de la Madre de Dios. San Juan Damasceno y Teófano, obispo metropolitano de Nicea en el siglo VIII compusieron para esta celebración el canon, que se canta hasta el día de hoy. Por explicación de antiguos escritores cristianos, el fundamento de la costumbre de celebrar la Anunciación el 25 de Marzo, yace sobre la tradición de la Iglesia acerca de que precisamente ese día fue que sucedió la encarnación de Jesucristo, nueve meses antes de Su nacimiento, que se festeja el 25 de Diciembre por el calendario eclesiástico.
 
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Wednesday, March 21, 2018

El buen cristiano primero ama a Dios y luego al hombre.... ( San Paisios el Athonita )

El buen cristiano primero ama a Dios y luego al hombre. El amor sobrante lo vierte también sobre los animales y la naturaleza." Nosotros, la gente contemporánea que, destruimos el medio ambiente demuestra nuestra falta de amor.

San Paisios el Athonita
 
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Saturday, March 17, 2018

Las sabias palabras del anciano.. ( San Antonio el Grande )

Unos hermanos de Escete quisieron visitar al padre Antonio. Cuando se embarcaron para realizar el trayecto, encontraron a un anciano que también quería ir allí; pero los hermanos no le conocían. Sentados en el barco, conversaban sobre las palabras de los padres, sobre las de la Escritura, y también sobre sus trabajos; el viejo callaba. 
Cuando llegaron al ancladero, se dieron cuenta de que también el viejo iba a ver al padre Antonio. Cuando llegaron donde él, les dice el padre Antono: 
"Habéis encontrado una buena compañía en este anciano." Y el anciano: "Padre, te has encontrado con buenos hermanos." Y responde el anciano: "Buenos lo son; pero su patio no tiene puerta y el que quiera puede entrar en el establo y desatar el asno." Pretendía decir que hablaban de cualquier cosa que les viniera a la boca."


San Antonio el Grande
 
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Wednesday, March 14, 2018

Penitencia es acordar con Dios una nueva vida. ( La Santa Escala de San Juan Clímaco )

Penitencia es un modo de renovar el santo Bautismo. Penitencia es acordar con Dios una nueva vida. Penitente es el hombre que compra humildad. Penitencia es repudio perpetuo de todo consuelo corporal. Penitente es aquel que permanentemente se está acusando y condenando, el cual tiene un corazón descuidado de sí mismo por el continuo cuidado de satisfacer a Dios. Penitencia es hija de la esperanza y destierro de la desesperación. Penitente es el reo que está libre de confusión por la esperanza que tiene en Dios. Penitencia es reconciliación con el Señor, mediante la buena obra opuesta al pecado. Penitencia es purificación de la conciencia. Penitencia es sufrimiento voluntario de toda pena. Penitente es el artífice de su propio castigo. Penitencia es una fuerte aflicción del vientre, y una vehemente aflicción, y un gran dolor del alma.

La Santa Escala de San Juan Clímaco 
 
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Sunday, March 11, 2018

Dios quiere que el alma sea sencilla... ( San Paisos de Athos )


Dios quiere que el alma sea sencilla sin dudas, ni preguntas. Que sea infantil, y que sea como el de una criatura que espera todo de sus padres. Por eso el Señor dijo: "Si no se vuelven y son como niños pequeños, no pueden entrar al Reino Divino." Es menester pedirle ayuda a Dios con toda simplicidad, confesarle nuestra debilidad, y así podremos liberarnos de toda preocupación sobre nosotros mismos. Como la sombra sigue al cuerpo, así a la fe y a la sabiduría humilde le sigue la misericordia Divina.

San Paisos de Athos

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Wednesday, March 7, 2018

El amor a Dios se profundiza en la meditación de las verdades de la fe ( San Basilio el Grande )

Pues es necesario y útil, que cada uno aprenda la Divina Escritura, para saber como permanecer en la piedad y no acomodarse a las filosofías humanas, porque es imposible comenzar algo con ligereza y querer inmediatamente obtenerlo sin meditación, sin un continuo y atento ejercicio. Conocemos a Dios mediante la iluminación del Espíritu Santo, que es como el sol, ilumina las cosas de Dios, abriendo el ojo puro (el conocimiento), a la imagen de Dios invisible. Con su gracia el Espíritu Santo eleva también nuestro corazón hacia Dios; a los débiles El los sostiene, como una poderosa mano; y a aquellos que caminan por el camino de la santidad, El, aun mejor los perfecciona. El Espíritu Santo, purificando con su gracia a los limpios de la mancha del pecado, los espiritualiza.

Como el claro rayo del sol, refleja así a los corazones limpios; iluminados por el Espíritu Santo, ellos se transforman en espirituales y también, a los demás, les participan de esa espiritualidad. Un corazón espiritualizado llega al don del entendimiento de los misterios de Dios, al conocimiento de los misterios secretos, con el recibimiento de los dones espirituales, la ciudadanía celestial, la participación a los coros angélicos, a la felicidad eterna, a la unión con Dios y finalmente nuestra semejanza con El; es decir, nuestra civilización, que es el cumplimiento de la ascética cristiana.

¿Qué más milagroso que la belleza de Dios? ¿Qué más dulce que meditar sobre la grandeza de Dios? ¿Puede existir en el corazón algo más fuerte y más profundo sentimiento que el que Dios infunde en un alma purificada de todo pecado, para que el alma sienta todo lo que surge de estas palabras? Yo con amor exijo. En verdad es imposible narrar o describir el rayo de la belleza de Dios.

Para los ojos humanos esta belleza es inaccesible, solamente el conocimiento y el alma pueden alcanzarla. Cuando esta belleza iluminaba a los santos, entonces, dejaba en el alma de ellos una insaciable sed. Aquellos a los cuales el amor de Dios tocó y colmó no pudieron contener su ímpetu amoroso. Llenos del deseo de contemplación de la belleza de Dios, ellos rogaban que su contemplación divina se prolongara por toda la eternidad.

Con atenta y profunda meditación sobre la grandeza de la gloria de Dios, con profundidad de pensamiento, sin interrumpir la memoria sobre la bondad de Dios y con profundidad e intensidad, continuando el deseo de asemejarse a Dios, nuestra alma se hace capaz de cumplir estas palabras: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas" (Mc. 12:30). He aquí con que intención hay que servir a Dios.
 
San Basilio el Grande 

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Saturday, March 3, 2018

Examinad vuestras actividades y evaluad cómo interactúan el cuerpo, el alma y el espíritu. ( San Teófano el Recluso )

San Teófano el recluso abordó esta cuestión en una serie de cartas dirigidas a él por una joven que quería vivir una vida espiritual pero que se sentía molesta por la prisa y la distracción en la que vivía. Vio el mundo como un lugar donde “todo gira alrededor de un enfado, persiguiendo algo que nadie puede llegar a alcanzar”. Ella contaba: “Yo no veía nada de pudiera ser del alma. Existen caricias vacías, una disposición a hacer cosas por los demás, y también admiración mutua. Todo es superficial… Tras la apariencia exterior se oculta un espíritu totalmente diferente… ¡qué comedia! La gente se une, se constriñe y se tiraniza mutuamente; nadie tiene voluntad propia o libertad”.

San Teófano afirmaba sus observaciones sobre la naturaleza de esta vida y respondió citando a San Macario el Grande.

“Los hijos de esta era se han vuelto como el trigo vertido en el tamiz de esta tierra, y más tarde se esparcen entre los sueños inconstantes de este mundo, en presencia de una agitación interminable de preocupaciones terrenales, deseos y un laberinto de conceptos materiales. Satanás agita el alma, y con un tamiz, esto es, las preocupaciones terrenales, dispersa a la raza humana pecadora”.

San Macario utiliza la imagen agrícola de un tamiz donde se lanza el grano para mostrarnos cómo nuestras preocupaciones terrenales, sueños y deseos hacen lo mismo en nosotros, agitándonos y sobrecogiéndonos al azar. Somos lanzados sobre nuestros deseos físicos y nuestros pensamientos dispersos, como los granos de trigo que son lanzados sobre un tamiz. Nos encontramos en constante movimiento, siempre envueltos en una agitación incierta. Todo este movimiento que experimentamos es una búsqueda interminable por satisfacer los deseos terrenales, que nunca puede ser plenamente satisfecho. La base de todo esto es nuestro orgullo. San Teófano dice: “no importa cómo escondamos los deseos, pues tras ellos está el egoísmo, que quiere torcer todas las necesidades o usarlas a su modo. La meta de esto es el engaño… todo el mundo se encierra en su propio caparazón y es incapaz de producir ninguna bondad”.

Tal es la naturaleza de la vida terrenal. Está constantemente desafiándonos, conduciéndonos al siguiente drama de la vida. A menudo nos sentimos como una semilla solitaria, sin amigos ni relaciones para consolarnos verdaderamente. De vez en cuando encontramos la comodidad terrenal, pero pronto se convierte en una decepción. Si no lo encontramos en nuestras relaciones, lo encontramos en nuestro bienestar físico a causa de las enfermedades o los accidentes. ¿Qué es todo esto?, preguntamos. ¿Qué hacemos?

San Teófano dice: “que huyáis de todo el mundo es, por supuesto, imposible, pero rechazad tanto como os sea posible el entrar en el círculo de la vida mundana. Cuando lo que vayáis a hacer vaya en contra de vuestra voluntad, obrad como si no estuvierais allí; mirad pero no veáis; escuchad pero no oigáis… Exteriormente comportaos como los demás, siendo directos y sinceros, pero guardad vuestro corazón de simpatías y atracciones”.

Podemos evaluar nuestras actividades reconociendo que nos componemos de varios aspectos y que todos deben girar al mismo tiempo. Tenemos necesidades corporales que deben cumplirse; también debemos analizar de forma continua las acciones del alma con la mente, y el corazón debe buscar la armonía, y debemos tener un espíritu deseoso de lo que es bueno y hermoso.

Todo esto debe estar en constante movimiento para vivir como es debido. San Teófano dice:

“Sólo cuando nuestras facultades están en movimiento y todas nuestras necesidades se satisfacen, nos hacemos hombres vivos. Pero cuando sólo una pequeña parte de nuestros poderes físicos están en movimiento, y sólo se satisfacen una pequeña cantidad de nuestras necesidades, esta vida no es vida. Todo funciona como una unidad”.

Todos los aspectos del ser deben ser considerados en las actividades mundanas. Examinad vuestras actividades y evaluad cómo interactúan el cuerpo, el alma y el espíritu. Así, la actividad asegurará que vuestras necesidades físicas estén siendo consideradas apropiadamente, no en exceso, sino sólo en grado necesario para su bienestar. Se centra así vuestra mente, se clarifica el control de vuestros pensamientos, para que sean razonados y busquéis el mayor nivel de entendimiento. Vuestra voluntad se centrará en la búsqueda de la autolimitación en los deseos excesivos, y vuestro corazón se sentirá calmado y en armonía. Por último, vuestro espíritu se involucrará, controlando todo lo que hacéis para que en cualquier actividad que llevéis a cabo, sea totalmente buena a los ojos de Dios. Si algún aspecto de vuestro ser está desequilibrado, entonces se puede decir que esta actividad no es buena, espiritualmente, para vosotros.

Citas de La vida Espiritual, carta 4, pp. 39-42, San Teófano el Recluso.
 
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