Aquel que ha nacido ciego, no ve la luz del sol. Y aquel que no vive con la nipsis, no ve los ricos resplandecimientos de la jaris (gracia, energía increada) que viene del cielo. Tampoco se librará alguna vez de las malignas obras, logos y pensamientos que son odiosos de Dios. Y durante su salida de la vida no pasará libremente de los soberanos del oscuro tártaro (infierno).
San Hesiquio de Bazos
Catecismo Ortodoxo
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Apartaos del mal y obrad el bien por amor a Dios, por la simple razón de que Dios prohibió el primero y mandó el segundo, pues lo que no se hace por amor a Dios, no complace a Dios. Así pues, poned vuestro objetivo en todas vuestras obras sean la voluntad de Dios, que no desea el mal, sino el bien.
San Tikon de Zandonsk
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