Y, cuando así te confesares, has de estar, en la postura de tu cuerpo, en la expresión de tu rostro y en tus pensamientos, como un reo sentenciado a muerte, puestos los ojos en tierra; y si fuera posible, postrado con lágrimas ante el médico y maestro, como ante los pies de Cristo.
San juan Climaco
Catecismo Ortodoxo
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La felicidad en el matrimonio existe, pero requiere una condición: haber adquirido los cónyuges la fortuna espiritual, amando a Cristo y aplicando y cumpliendo Sus logos, mandamientos. Así llegarán a amarse verdaderamente entre ellos y serán felices.
San Porfirios del Monte Athos
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