No te engañes acerca del conocimiento de lo que pasará después de tu muerte; lo que siembres aquí, cosecharás allá. Después de salir de aquí, nadie puede progresar. Aquí esta la obra, allá está la recompensa; aquí el combate, allá las coronas.
San Barsanufios el Grande
Catecismo Ortodoxo
http://catecismoortodoxo.blogspot.ca/
El alma humilde es bendecida. El Señor le ama. La Madre de Dios es superior a todos en humildad, por tanto todas las razas la bendicen en la tierra, mientras que los poderes celestiales le sirven. Y el Señor nos ha dado a Su bendita Madre como defensora y auxiliadora.
San Silvano el Athonita
Catecismo Ortodoxo
http://catecismoortodoxo.blogspot.ca/